Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

juicio

Jn 7:24 No queráis juzgar por las apariencias, sino juzgad por un juicio recto.
Jn 8:16 y cuando yo juzgo, mi juicio es idóneo; porque no soy yo solo el que da el testimonio; sino yo y el Padre que me ha enviado.
Jn 9:39 Y añadió Jesús : Yo vine a este mundo a ejercer un justo juicio, para que los que no ven, vean, y los que ven queden ciegos.
Jn 10:20 Decían muchos de ellos: Está poseído del demonio, y ha perdido el juicio; ¿por qué le escucháis?
Jn 16:8 Y cuando él venga, convencerá al mundo en orden al pecado, en orden a la justicia y en orden al juicio:
Jn 16:11 y tocante al juicio, porque el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.
Hech 12:19 Herodes , haciendo pesquisas de él, y no hallándole, hecho el juicio a los de la guardia, los mandó llevar al suplicio; y después se marchó de Judea a Cesarea, en donde se quedó.
Hech 16:37 Mas Pablo les dijo a los alguaciles: ¡Cómo! Después de habernos azotado públicamente, sin oírnos en juicio, siendo ciudadanos romanos nos metieron en la cárcel, ¿y ahora salen con soltarnos en secreto? No ha de ser así, sino que han de venir los magistrados,
Hech 24:25 Pero inculcando Pablo la doctrina de la justicia, de la castidad y del juicio venidero, despavorido Félix le dijo: Basta por ahora, retírate, que a su tiempo yo te llamaré.
Hech 25:21 Mas interponiendo Pablo apelación para que su causa se reservase al juicio de Augusto, di orden para que se le mantuviese en custodia, hasta remitirle a César.
Hech 26:6 Y ahora soy acusado en juicio por la esperanza que tengo de la promesa hecha por Dios a nuestros padres,
Hech 26:24 Diciendo él esto en su defensa, exclamó Festo: Pablo, tú estás loco: las muchas letras te han trastornado el juicio.
Rom 2:3 Tú, pues, ¡oh hombre!, que condenas a los que tales cosas hacen, y no obstante las haces, ¿piensas acaso que podrás huir del juicio de Dios?
Rom 2:5 Tú, al contrario, con tu dureza y corazón impenitente vas atesorándote ira y más ira para el día de la venganza y de la manifestación del justo juicio de Dios,
Rom 5:16 Ni pasa lo mismo en este don de la gracia, que lo que vemos en el pecado. Porque nosotros hemos sido condenados en el juicio de Dios por un solo pecado, en lugar de que seamos justificados por la gracia después de muchos pecados.
I Cor 4:3 Por lo que a mí toca, muy poco se me da el ser juzgado por vosotros, o en cualquier juicio humano; pues ni aun yo me atrevo a juzgar de mí mismo.
I Cor 4:5 Por tanto, no queráis sentenciar antes de tiempo, suspended vuestro juicio hasta tanto que venga el Señor, el cual sacará a plena luz lo que está en los escondrijos de las tinieblas, y descubrirá en aquel día las intenciones de los corazones; y entonces cada cual será de Dios alabado según merezca.
I Cor 6:1 ¿Cómo es posible que se halle uno siquiera entre vosotros que teniendo alguna diferencia con su hermano, se atreva a llamarle a juicio ante los jueces inicuos o infieles, y no delante de los santos o cristianos?
II Cor 1:14 pues ya en parte habéis reconocido que nosotros somos vuestra gloria, como vosotros seréis la nuestra, en el día, o juicio, de nuestro Señor Jesucristo.
II Tes 1:5 que son señales que demuestran el justo juicio de Dios que así os purifica, para haceros dignos de su reino, por el cual padecéis lo que padecéis.
I Tim 5:24 Los pecados de ciertos hombres son notorios, antes de examinarse en juicio; mas los de otros se manifiestan después de él;
II Tim 1:18 El Señor le conceda hallar misericordia delante de él en aquel día grande del juicio. Cuántos servicios me prestó en Efeso, tú lo sabes bien.
Heb 6:2 y de la doctrina sobre los bautismos, de la imposición de las manos o confirmación, de la resurrección de los muertos y del juicio perdurable,
Heb 9:27 Y así como está decretado a los hombres morir una sola vez, y después el juicio,
Heb 10:27 sino antes bien una horrenda expectación del juicio y del fuego abrasador, que ha de devorar a los enemigos de Dios.
Sant 2:13 Porque aguarda un juicio sin misericordia al que no usó de misericordia; pero la misericordia sobrepuja al rigor del juicio.
Sant 2:13 Porque aguarda un juicio sin misericordia al que no usó de misericordia; pero la misericordia sobrepuja al rigor del juicio.
Sant 3:1 No queráis muchos de vosotros, hermanos míos, hacer de maestros, considerando que os exponéis a un juicio muy riguroso.
I Ped 4:17 pues tiempo es de que comience el juicio por la casa de Dios. Y si primero empieza por nosotros, ¿cuál será el paradero de aquellos que no creen la buena nueva de Dios?
I Ped 5:6 Humillaos, pues, bajo la mano poderosa de Dios, para que os exalte al tiempo de su visita o del juicio,
I Ped 5:12 Por Silvano, el cual es, a mi juicio, un fiel hermano, os he escrito brevemente, declarándoos y protestándoos, que la verdadera gracia de Dios, o la verdadera religión, es ésta, en que vosotros permanecéis constantes.
II Ped 2:3 y usando de palabras fingidas, harán tráfico de vosotros, por avaricia; mas el juicio que hace tiempo que los amenaza va viniendo a grandes pasos, y no está dormida la mano que debe perderlos.
II Ped 2:4 Porque si Dios no perdonó a los ángeles delincuentes, sino que amarrados con cadenas infernales los precipitó al tenebroso abismo, en donde son atormentados y tenidos como en reserva hasta el día del juicio;
II Ped 2:9 luego bien sabe el Señor librar de la tentación a los justos, reservando los malos para los tormentos en el día del juicio,
II Ped 3:7 Así los cielos que ahora existen, y la tierra, se guardan por la misma palabra, para ser abrasados por el fuego en el día del juicio y del exterminio de los hombres malvados e impíos.
I Jn 4:17 En esto está la perfecta caridad de Dios con nosotros, que nos da confianza para el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.
Judas 1:4 Porque se han entrometido con disimulo ciertos hombres impíos (de quienes estaba ya muy de antemano predicho que vendrían a caer en este juicio o condenación), los cuales cambian la gracia de nuestro Dios en una desenfrenada licencia, y reniegan, o renuncian, a Jesucristo, nuestro único soberano y Señor.
Judas 1:6 y a los ángeles, que no conservaron su primera dignidad, sino que desampararon su morada, los reservó para el juicio del gran día, en el abismo tenebroso, con cadenas eternales.
Apoc 14:7 diciendo a grandes voces: Temed al Señor, y honradle, o dadle gloria, porque venida es la hora de su juicio; y adorad a aquel que hizo el cielo, y la tierra, y el mar, y las fuentes de las aguas.
Apoc 18:10 Puestos a lo lejos por miedo de sus tormentos, dirán: ¡Ay, ay de aquella gran ciudad de Babilonia, de aquella ciudad poderosa! ¡Ay, en un instante ha llegado tu juicio!