Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

judío

I Esd 8:17 y los envíe a Eddo, judío, que era el que gozaba mayor reputación en el lugar de Casfía, y puse en su boca la palabra que habían de decir a Eddo, y a sus hermanos los natineos en el lugar de Casfía, para que nos trajesen ministros de la casa de nuestro Dios.
II Esd 13:24 y así sus hijos hablaban medio azoto, y no sabían hablar judío, sino que hablaban un lenguaje mixto de ambos pueblos.
Est 2:5 Moraba en la ciudad de Susán cierto varón judío llamado Mardoqueo, hijo de Jair, hijo de Semei, hijo de Cis, del linaje de Jémini,
Est 3:4 Y como se lo repitiesen varias veces, y él no quisiese hacer caso, dieron aviso a Amán, deseando probar si persistiría siempre en su resolución; porque les había dicho que él era judío.
Est 3:6 Pero considero en nada vengarse de sólo Mardoqueo, pues había oído ser judío de nacimiento , y quiso más bien exterminar toda la nación de judíos que vivían en el reino de Asuero.
Est 5:13 Mas aunque gozo de todas estas satisfacciones, nada me parece que tengo mientras viere al judío Mardoqueo sentado a la puerta de palacio.
Est 6:10 Le replicó el rey: Date prisa; y tomando el manto real y el caballo, todo eso que has dicho ejecútalo con el judío Mardoqueo, el que está a la puerta del palacio. Guárdate de omitir nada de cuanto has di-cho.
Est 8:7 El rey Asuero respondió a la reina Ester y al judío Mardoqueo en estos términos: Yo he dado a Ester la casa de Amán y a éste le he mandado crucificar por la osadía de querer perder a los judíos.
Est 9:29 Y la reina Ester, hija de Abihail, y Mardoqueo, judío, escribieron todavía una segunda carta, a fin de que con el mayor esmero quedase establecido este día solemne para lo sucesivo;
Est 10:3 y cómo este Mardoqueo, judío de nación, vino a ser la segunda persona después del rey Asuero; y cómo fue eminente entre los judíos, y universalmente querido de todos sus hermanos, como quien procuraba el bien de su pueblo y se interesaba en todo lo perteneciente a la prosperidad de su nación.
Est 11:3 Era Mardoqueo de nación judío, habitaba en la ciudad de Susán, y llegó a ser un hombre poderoso y de los primeros de la corte del rey,
Jer 44:26 Por tanto, oíd la palabra del Señor todos los de Judá que vivís en tierra de Egipto: He aquí que yo he jurado por mi gran Nombre, dice el Señor, que de ningún modo será pronunciado más en toda la tierra de Egipto el Nombre mío, por la boca de judío alguno, diciendo: Vive el Señor Dios.
Dan 14:27 Así que supieron esto los babilonios, se irritaron en extremo; y levantándose contra el rey, dijeron: El rey se ha vuelto judío; destruyó a Bel, ha muerto la serpiente, y quitado la vida a los sacerdotes.
Zac 8:23 Así dice el Señor de los ejércitos: Esto será cuando diez hombres de cada lengua y de cada nación cogan a un judío, asiéndole de la franja de su vestido, y le digan: Iremos contigo porque hemos conocido que verdaderamente con vosotros está Dios.
I Mac 2:23 Apenas había acabado de pronunciar estas palabras, cuando a vista de todos se presentó un cierto judío para ofrecer sacrificio a los ídolos sobre el altar que se había erigido en la ciudad de Modín, conforme a la orden del rey.
II Mac 6:6 No se guardaban ya los sábados ni se celebraban las fiestas solemnes del país, y nadie se atrevía a confesar sencillamente que era judío.
II Mac 9:17 y además de esto, hacerse él judío, e ir por todo el mundo ensalzando el poder de Dios.
Jn 4:9 Pero la mujer samaritana le respondió: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana? Porque los judíos no se comunican con los samaritanos.
Jn 18:35 Replicó Pilatos: ¿Qué, acaso soy yo judío? Tu nación y los sacerdotes te han entregado a mí: ¿qué has hecho tú?
Hech 10:28 Y les dijo: No ignoráis qué cosa tan abominable sea para un judío el trabar amistad o familiarizarse con un extranjero; pero Dios me ha enseñado a no tener a ningún hombre por impuro o manchado.
Hech 13:6 Recorrida toda la isla hasta Pafo, encontraron a cierto judío, mago y falso profeta, llamado Barjesús,
Hech 18:2 Y encontrando allí a un judío, llamado Aquila, natural del Ponto, que poco antes había llegado de Italia, con su mujer Priscila (porque el emperador Claudio había expelido de Roma a todos los judíos), se juntó con ellos.
Hech 18:24 En este tiempo vino a Efeso un judío, llamado Apolo, natural de Alejandría, varón elocuente, y muy versado en las Escrituras.
Hech 19:14 Los que hacían esto eran siete hijos de un judío llamado Esceva, príncipe de los sacerdotes.
Hech 19:34 Mas luego que conocieron ser judío, todos a una voz se pusieron a gritar por espacio de casi dos horas: ¡Viva la gran Diana de los efesios!
Hech 21:39 Le dijo Pablo: Yo soy ciertamente judío, ciudadano de Tarso en Cilicia, ciudad bien conocida. Te suplico, pues, que me permitas hablar al pueblo.
Hech 22:3 Dijo, pues: Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado en esta ciudad, en la escuela de Gamaliel, e instruido por él conforme a la verdad de la ley de nuestros padres, y muy celoso de la misma ley, así como ahora lo sois todos vosotros.
Rom 2:1 Por donde tú eres inexcusable, ¡oh hombre, quienquiera que seas!, que te metes a condenar a los demás. Pues en lo que condenas a otro te condenas a ti mismo, haciendo como haces tú, ¡oh judío!, aquellas mismas cosas que condenas.
Rom 2:9 Así que tribulación y angustias aguardan sin remedio al alma de todo hombre que obra mal, del judío primero, y después del griego;
Rom 2:10 mas la gloria, el honor y la paz serán la porción hereditaria de todo aquel que obra bien, del judío primero, y después del griego;
Rom 2:17 Mas tú que te precias del renombre de judío, y tienes puesta tu confianza en la ley, y te glorías de adorar a Dios,
Rom 2:28 Porque no está en lo exterior ser judío, ni es la verdadera circuncisión la que se hace en la carne;
Rom 2:29 sino que el verdadero judío es aquel que lo es en su interior, así como la verdadera circuncisión es la del corazón que se hace según el espíritu, y no según la letra de la ley; y este verdadero judío recibe su alabanza, no de los hombres, sino de Dios.
Rom 2:29 sino que el verdadero judío es aquel que lo es en su interior, así como la verdadera circuncisión es la del corazón que se hace según el espíritu, y no según la letra de la ley; y este verdadero judío recibe su alabanza, no de los hombres, sino de Dios.
Rom 3:22 Y esta justicia que da Dios por la fe en Jesucristo, es para todos y sobre todos los que creen en él, pues no hay distinción alguna entre judío y gentil;
Rom 3:27 Ahora, pues, ¿dónde está, ¡oh judío!, el motivo de gloriarte? Queda excluido. ¿Por qué ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe.
Rom 10:12 Puesto que no hay distinción de judío y de gentil; por cuanto uno mismo es el Señor de todos, rico para con todos aquellos que le invocan.
I Cor 9:20 Y así con los judíos he vivido como judío, para ganar, o convertir, a los judíos;
Gál 2:14 Pero yo, visto que no andaban derechamente conforme a la verdad de la buana nueva, dije a Cefas en presencia de todos: Si tú, con ser judío, vives como los gentiles, y no como los judíos, ¿cómo con tu ejemplo fuerzas a los gentiles a judaizar?
Gál 3:28 y ya no hay distinción de judío ni griego; ni de siervo ni libre; ni tampoco de hombre ni mujer. Porque todos vosotros sois una cosa en Jesucristo.
Ef 2:14 Pues él es la paz nuestra, el que de los dos pueblos judío y gentil ha hecho uno, rompiendo, por medio del sacrificio de su carne, el muro de separación, esa enemistad que los dividía,
Col 3:11 para con el cual no hay distinción de gentil y judío, de circunciso y no circunciso, de bárbaro y escita, de esclavo y libre, sino que Cristo es todo el bien, y está en todos.