Rom 6:8
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Y si nosotros hemos muerto con Cristo , creemos firmemente que viviremos también con él,
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Rom 8:26
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Y además el espíritu divino ayuda a nuestra flaqueza; pues no sabiendo siquiera qué hemos de pedir en nuestras oraciones, ni cómo conviene hacerlo, el mismo espíritu hace, o produce en nuestro interior, nuestras peticiones a Dios con gemidos que son inexplicables.
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Rom 14:10
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Ahora bien, ¿por qué tú que sigues todavía la ley condenas a tu hermano?; o ¿por qué tú que no la sigues desprecias a tu hermano que aún la guarda? No le juzgues, porque todos hemos de comparecer ante el tribunal de Cris-to.
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I Cor 2:12
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Nosotros, pues, no hemos recibido el espíritu de este mundo, sino el Espíritu que es de Dios a fin de que conozcamos las cosas que Dios nos ha comunicado.
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I Cor 6:3
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¿No sabéis que hemos de ser jueces hasta de los ángeles?, ¿cuánto más de las cosas mundanas?
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I Cor 9:11
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Si nosotros, pues, hemos sembrado entre vosotros bienes espirituales, ¿será gran cosa que recojamos un poco de vuestros bienes temporales?
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I Cor 9:12
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Si otros participan de este derecho a lo vuestro ¿por qué no más bien nosotros?; pero con todo no hemos hecho uso de esa facultad, antes bien todo lo sufrimos y padecemos por no poner estorbo alguno a la buena nueva de Cristo .
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I Cor 12:13
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A cuyo fin todos nosotros somos bautizados en un mismo Espíritu para componer un solo cuerpo, ya seamos judíos, ya gentiles, ya esclavos, ya libres; y todos hemos bebido un mismo Espíritu.
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I Cor 15:15
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Además de eso somos convencidos por testigos falsos respecto a Dios; por cuanto hemos testificado contra Dios, diciendo que resucitó a Cristo , al cual no ha resucitado, si los muertos no resucitan.
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I Cor 15:49
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Según esto, así como hemos llevado grabada la imagen del hombre terreno, llevemos también la imagen del hombre celestial.
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II Cor 1:19
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Porque Jesucristo, Hijo de Dios que os hemos predicado nosotros, esto es, yo, y Silvano, y Timoteo, no es tal que se hallen en él, el sí y el no, sino que en él todo es inmutable, un sí invariable.
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II Cor 4:1
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Por lo cual teniendo nosotros este ministerio de predicar la nueva ley, en virtud de la misericordia que hemos alcanzado de Dios, no decaemos de ánimo;
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II Cor 7:2
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Dadnos cabida en vuestro corazón. Nosotros a nadie hemos injuriado, a nadie hemos pervertido, a nadie hemos engañado, sonsacándole los bienes.
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II Cor 7:2
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Dadnos cabida en vuestro corazón. Nosotros a nadie hemos injuriado, a nadie hemos pervertido, a nadie hemos engañado, sonsacándole los bienes.
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II Cor 7:2
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Dadnos cabida en vuestro corazón. Nosotros a nadie hemos injuriado, a nadie hemos pervertido, a nadie hemos engañado, sonsacándole los bienes.
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II Cor 7:9
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ahora me alegro, no de la tristeza que tuvisteis, sino de que vuestra tristeza os ha conducido a la penitencia. De modo que la tristeza que habéis tenido ha sido según Dios; y así ningún daño os hemos causado.
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II Cor 7:13
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delante de Dios: por eso ahora nos hemos consolado. Mas en esta consolación nuestra, sobre todo nos ha llenado de gozo el contento de Tito, viendo que todos vosotros habéis contribuido a recrear su espíritu;
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II Cor 7:14
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y que si yo le di a él algunas muestras del concepto ventajoso que tengo de vosotros, no he quedado desmentido; sino que así como en todas las cosas os hemos dicho la verdad, así también se ha visto ser la pura verdad el testimonio ventajoso que de vosotros dimos a Tito;
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II Cor 8:18
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Os hemos también enviado con él al hermano nuestro, que se ha hecho célebre en todas las iglesias por la buena nueva;
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II Cor 8:22
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Enviamos así mismo con éstos a otro hermano nuestro, a quien hemos experimentado lleno de celo en muchas ocasiones, y que ahora lo está aun más en la presente; y tengo gran confianza de que le recibiréis bien,
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II Cor 10:14
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Porque no hemos excedido los límites, como si no alcanzásemos hasta vosotros, puesto que hasta vosotros hemos llegado predicando la buena nueva de Cristo ;
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II Cor 10:14
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Porque no hemos excedido los límites, como si no alcanzásemos hasta vosotros, puesto que hasta vosotros hemos llegado predicando la buena nueva de Cristo ;
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II Cor 11:4
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En efecto, si el que va a predicaros, os anunciase otro Cristo que el que os hemos predicado; u os hiciese recibir otro espíritu más perfecto que el que habéis recibido; u otra buena nueva mejor que el que habéis abrazado, pudierais con razón sufrirlo, y seguirle;
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II Cor 13:6
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Mas yo espero que reconoceréis, que por lo que toca a nosotros no hemos decaído de lo que éramos.
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Gál 1:8
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Pero aun cuando nosotros mismos, o un ángel del cielo, si posible fuese, os predique un evangelio diferente del que nosotros os hemos anunciado, sea anatema.
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Ef 1:12
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para que seamos la gloria y el objeto de las alabanzas de Cristo , nosotros los judíos, que hemos sido los primeros en esperar en él.
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Filip 3:16
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Mas en cuanto a los conocimientos a que hemos arribado ya en las verdades de la fe, tengamos los mismos sentimientos, y perseveremos en la misma regla.
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Col 1:14
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por cuya sangre hemos sido nosotros rescatados y recibido la remisión de los pecados,
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I Tes 2:3
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Porque no os hemos predicado ninguna doctrina de error, ni de inmundicia, ni con el designio de engañaros;
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I Tes 2:11
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sabiendo, como sabéis, que nos hemos portado con cada uno de vosotros (a la manera que un padre con sus hijos)
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I Tes 2:17
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Pero en cuanto a nosotros, hermanos míos, después de haber estado por un poco de tiempo separados de vosotros con el cuerpo, no con el corazón, hemos deseado con tanto más ardor y empeño volveros a ver.
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I Tes 3:7
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con eso, hermanos, hemos tenido gran consuelo a vista de vuestra fe, en medio de todas nuestras necesidades y tribulaciones;
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I Tes 4:6
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y que nadie oprima a su hermano, ni le engañe en ningún asunto; puesto que Dios es vengador de todas estas cosas, como ya antes os hemos dicho y protestado;
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II Tes 3:11
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Porque hemos oído que andan entre vosotros algunos bulliciosos, que no entienden en otra cosa que en indagar lo que no les importa.
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I Tim 6:7
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Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda que tampoco podremos llevarnos nada.
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Heb 2:1
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Por tanto, es menester que observemos con mayor empeño las cosas que hemos oído de su boca, a fin de que no quedemos por desgracia del todo vacíos.
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Heb 4:3
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Al contrario, nosotros que hemos creído, entraremos en el descanso, según lo que dijo: Tal es el juramento que hice en mi indignación: Jamás entrarán en mi descanso; y es el descanso en que habita Dios, acabadas ya sus obras desde la creación del mundo.
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Heb 4:14
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Teniendo, pues, por sumo sacerdote a Jesús , Hijo de Dios, que penetró hasta lo más alto del cielo, y nos abrió sus puertas, estemos firmes en la fe que hemos profesado.
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Heb 10:23
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mantengamos firme la esperanza que hemos confesado (que fiel es quien hizo la promesa),
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II Ped 1:16
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Por lo demás, no os hemos hecho conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, siguiendo fábulas o ficciones ingeniosas; sino como testigos oculares de su grandeza,
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I Jn 1:10
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Si dijéremos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
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I Jn 2:3
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Y si guardamos sus mandamientos, con eso sabemos que verdaderamente le hemos conocido.
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I Jn 3:16
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En esto hemos conocido la caridad de Dios, en que dio el Señor su vida por nosotros; y así nosotros debemos estar prontos a dar la vida por la salvación de nuestros hermanos.
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I Jn 4:16
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Nosotros así mismo hemos conocido y creído el amor que nos tiene Dios. Dios es caridad, o amor; y el que permanece en la caridad, en Dios permanece, y Dios en él.
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