I Rey 17:39
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Ciñéndose luego David la espada de Saúl sobre su vestido de guerra, comenzó a probar si podía andar así armado; porque no estaba hecho a ello. Y dijo a Saúl: Yo no puedo caminar con esta armadura, pues no estoy acostumbrado a ella. Por lo tanto se desarmó;
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I Rey 18:12
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Comenzó, pues, Saúl a temer a David, viendo que el Señor estaba con éste, y que a él le había dejado.
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I Rey 18:28
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y conoció claramente que el Señor estaba con David. Y Micol, hija de Saúl, amaba mucho a David.
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I Rey 19:14
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Envió, pues, Saúl guardias a prender a David; y se le respondió que estaba enfermo.
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I Rey 20:25
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Y estando el rey sentado en su silla, que estaba junto a la pared, según costumbre, se levantó Jonatás, y se sentó Abned a un lado de Saúl y se echó de ver vacío el puesto de David.
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I Rey 20:41
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Y así que éste hubo marchado, salió David del sitio en que estaba, que miraba al mediodía, e hizo por tres veces una profunda reverencia a Jonatás, postrándose hasta el suelo; y besándose el uno al otro; lloraron juntos; pero David mucho más.
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I Rey 23:15
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Entretanto estaba David en el desierto en lugares muy fuertes, y se fijó en el monte del desierto de Zif, monte muy espeso. Saúl entretanto no cesaba de buscarlo; mas el Señor siempre lo libertó de sus manos.
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I Rey 24:3
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Y llegó a unas majadas de ovejas, que encontró en el camino. Había allí una cueva, donde entró Saúl a desocupar el vientre; y David estaba con los suyos escondido en lo más profundo de ella.
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I Rey 25:4
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Pues como David oyese en el desierto que Nabal estaba esquilando sus ovejas,
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I Rey 25:36
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Con esto volvió Abigaíl a Nabal, y lo halló celebrando en su casa un convite como banquete de rey; y el corazón de Nabal rebosaba de alegría, pues estaba atestado de vino; y así no le habló palabra chica ni grande hasta la mañana.
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I Rey 26:3
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Acampó Saúl en Gabaa o cerro de Haquila, frente por frente del desierto, sobre el camino; y estaba David en dicho desierto. Mas oyendo que Saúl había venido allí en su seguimiento,
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I Rey 26:5
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Y partiendo en secreto, fue al lugar donde estaba Saúl y observando el sitio en que dormían Saúl y Abner, hijo de Ner, general de sus tropas, y que Saúl dormía en su tienda, y alrededor de él toda la demás gente,
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I Rey 28:20
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Cayó Saúl al instante tendido en tierra, despavorido al oír la palabras de Samuel, y estaba además falto de fuerzas, a causa de no haber comido en todo el día.
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I Rey 28:21
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Mas aquella mujer entró donde estaba Saúl, que se hallaba sumamente conturbado, diciéndole: Bien ves que tu esclava te ha obedecido, y que he expuesto mi vida, y dado crédito a lo que me has dicho;
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II Rey 3:22
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llegó Joab con las tropas de David; las cuales habiendo muerto a una partida de ladrones, venían con un botín grandísimo. No estaba ya Abner en Hebrón con David; pues cuando llegó Joab con toda la tropa, ya David había despedido a Abner, y se había ido éste contento.
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II Rey 3:31
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David dijo a Joab y a todo el pueblo que estaba con él: Rasgad vuestros vestidos, y vestíos de sacos, y haced duelo en los funerales de Abner. El mismo rey David iba siguiendo el féretro.
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II Rey 4:5
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Marcharon, pues, los hijos de Remmón berotita, Recab y Baana, y entraron en la mayor fuerza del sol en casa de Isboset, el cual estaba sobre su cama durmiendo la siesta. La portera de la casa, limpiando trigo, se había quedado dormida.
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II Rey 5:10
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De esta suerte se iba fortificando y engrandeciendo más y más, y el Señor Dios de los ejércitos estaba con él.
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II Rey 6:2
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y se puso en marcha con toda la gente principal de la tribu de Judá que con él estaba, para traerse de Cariatiarim el arca de Dios, en presencia de la cual es invocado el nombre del Señor de los ejércitos, que está sentado encima de ella sobre los querubines.
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II Rey 6:4
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Luego que sacaron el arca de Dios de la casa de Abinadab, en cuya custodia estaba en Gabaa, Ahío iba delante del arca .
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II Rey 9:12
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Tenía Mifiboset un hijo pequeño llamado Micá, y toda la familia de Siba estaba al servicio de Mifiboset.
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II Rey 11:2
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Entretanto sucedió que un día levantándose David de su cama después de la siesta, se puso a pasear por el terrado de su palacio, y vio en otra casa de enfrente una mujer que se estaba lavando en su baño; y era de extremada hermosura.
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II Rey 13:8
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Pasó Tamar a casa de su hermano Amnón, que estaba en cama; y tomando harina, la amasó, y batiéndola hizo a vista de él unos pastelillos;
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II Rey 13:34
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Entretanto escapó Absalón. Un criado que estaba de atalaya, tendiendo la vista, vio venir mucha gente por un camino extraviado al lado del monte.
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II Rey 14:28
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Hacía dos años que estaba Absalón en Jerusalén , y no había visto la cara del rey.
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II Rey 14:33
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Entonces Joab presentándose al rey le dio cuenta de todo esto; después de lo cual fue llamado Absalón, que entró donde el rey estaba, y arrojándose a sus pies lo adoró, y el rey besó a Absalón.
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II Rey 15:8
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Pues cuando tu siervo estaba en Gesur, en la Siria, hizo muy de veras este voto al Dios: Si el Señor me restituyere a Jerusalén , le ofreceré un sacrificio.
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II Rey 15:12
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Hizo venir asimismo a Aquitofel, gilonita, consejero de David, de su ciudad de Gilo. Al tiempo, pues, que estaba inmolando las víctimas, se formaba una regia conjuración; e iba creciendo el número de la gente que corría en tropel al partido de Absalón.
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II Rey 16:23
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Los consejos que daba Aquitofel eran mirados entonces como oráculos del mismo Dios; tan estimados eran los consejos de Aquitofel, así cuando estaba al lado de David, como cuando estaba con Absalón.
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II Rey 16:23
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Los consejos que daba Aquitofel eran mirados entonces como oráculos del mismo Dios; tan estimados eran los consejos de Aquitofel, así cuando estaba al lado de David, como cuando estaba con Absalón.
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II Rey 18:33
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Entonces el rey, lleno de tristeza, subió a la torre o cuarto que estaba sobre la puerta, y se echó a llorar, diciendo mientras subía: ¡Hijo mío Absalón! ¡Absalón, hijo mío! ¡Quién me diera, Absalón hijo mío, que yo muriera por ti! ¡Oh hijo mío Absalón!
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II Rey 19:1
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Y avisaron a Joab que el rey estaba llorando y que hacía duelo por su hijo;
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II Rey 19:5
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Mas Joab entrando en la casa donde el rey estaba, le dijo: Tú has cubierto hoy de confusión los rostros de todos tus siervos, que han salvado tu vida y la vida de tus hijos e hijas, y la vida de tus esposas o reinas, y la de tus demás mujeres secundarias.
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II Rey 19:8
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Con esto salió el rey y se sentó a la puerta de la ciudad; y sabiendo el pueblo que el rey estaba allí, vino toda la gente a presentarse delante de él. Entretanto los de Israel huyeron a sus tiendas.
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II Rey 20:22
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En efecto, se presentó la mujer donde estaba todo el pueblo; y les habló con tanta cordura, que cortando ellos la cabeza a Seba, hijo de Bocri, se la arrojaron a Joab; el cual tocó la retirada, y regresaron las tropas cada cual a su casa. Joab volvió a Jerusalén , cerca del rey.
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II Rey 23:14
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David estaba en un puesto fuerte, y por entonces los filisteos tenían guarnición en Betlehem.
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III Rey 1:7
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Y estaba de inteligencia con Joab, hijo de Sarvia, y con Abiatar, sumo sacerdote, los cuales favorecían su partido.
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III Rey 1:41
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Las oyeron Adonías y sus convidados, cuando ya estaba el banquete acabado. Pero Joab, así que oyó el sonido de la trompeta, dijo: ¿Qué es esta algazara y alboroto de la ciudad?
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III Rey 1:42
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Aún estaba hablando, cuando llegó Jonatás, hijo de Abiatar el sumo sacerdote; y le dijo Adonías: Entra, que tú eres un hombre valeroso y portador de buenas nuevas.
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III Rey 2:5
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Tú sabes ya cómo se ha portado conmigo Joab, hijo de Sarvia, y lo que hizo con los dos caudillos del ejército de Israel, Abner, hijo de Ner, y Amasa, hijo de Jeter, a los cuales asesinó, derramando su sangre en tiempo de paz, como se hace en la guerra, y ensangrentando el cinturón con que estaba ceñido, y el calzado que cubría sus pies.
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III Rey 2:29
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Le dieron cuenta al rey Salomón de que Joab se había refugiado al Tabernáculo del Señor, y de que estaba al lado del altar; y envió Salomón a Banaías, hijo de Joíada, diciendo: Anda, ve, y mátale.
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III Rey 3:2
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Mientras tanto el pueblo ofrecía sacrificios en los lugares altos; porque no estaba todavía edificado el templo del Señor.
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III Rey 3:17
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dijo una de ellas: Dígnate escucharme, ¡oh señor mío! Yo y esta mujer vivíamos en una misma casa, y yo parí en el mismo aposento en que ella estaba.
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III Rey 3:20
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Y levantándose en silencio a una hora intempestiva de la noche, cogió a mi niño del lado de esta sierva tuya, que estaba dormida, y se lo puso en su seno, y a su hijo muerto lo puso en el mío.
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III Rey 4:24
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Porque era el señor de todo el país de la otra parte del río, desde Tafsa hasta Gaza, y de todos los reyes de aquellas regiones; y estaba en paz con todos los confinantes de las fronteras.
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III Rey 6:8
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La puerta del piso de en medio estaba al lado derecho del edificio, y por un caracol se subía a la estancia de en medio, y de ésta al tercer alto.
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III Rey 6:18
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Y todo el edificio por dentro estaba revestido de cedro, con sus emsambladuras y junturas hechas con mucho primor, y artificiosamente esculpidas; todo estaba cubierto de tablas de cedro, de tal forma que no se podía ver ni una sola piedra de la pared.
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III Rey 6:18
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Y todo el edificio por dentro estaba revestido de cedro, con sus emsambladuras y junturas hechas con mucho primor, y artificiosamente esculpidas; todo estaba cubierto de tablas de cedro, de tal forma que no se podía ver ni una sola piedra de la pared.
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III Rey 6:21
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Aun la parte del templo que estaba delante del oráculo la cubrió con oro acendrado, clavando las planchas de oro con clavos de lo mismo.
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III Rey 7:7
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De la misma forma hizo el pórtico del trono, donde estaba el tribunal del rey, y lo cubrió de madera de cedro desde el pavimento hasta la techumbre.
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