Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

dije

Salm 115:11 Yo dije en mi transporte de ánimo, o perturbacion: Todos los hombres son falaces.
Salm 118:57 HETH. Yo dije: ¡Oh Señor!, mi porción de herencia es el guardar tu santa ley.
Salm 138:11 Tal vez, dije yo, las tinieblas me podrán ocultar; mas la noche se convertirá en claridad para descubrirme en medio de mis placeres.
Salm 139:7 Mas yo dije al Señor: Tú eres mi Dios, escucha, ¡oh Señor! mi humilde súplica.
Prov 24:33 Duerme poco, dije, no bosteces mucho, estate poco tiempo parado con las manos cruzadas;
Ecle 2:1 Entonces dije yo en mi corazón: Iré a bañarme en delicias, y a gozar de los bienes presentes. Mas luego eché de ver que también esto es vanidad.
Ecle 2:2 Por tanto, a la risa la tuve por desvarío, y dije al gozo o placeres mundanos: ¡Cuán vanamente te engañas!
Ecle 2:12 Pasé de aquí a contemplar la sabiduría, y los errores, y la necedad de los mortales; (pero, ¿quién es el hombre, dije, para poder seguir las obras del rey, su Creador?)
Ecle 2:15 Por lo que dije en mi corazón: Si yo he de morir lo mismo que el necio, ¿de qué me sirve haberme aplicado con mayor desvelo a la sabiduría? Y discurriendo para conmigo, inferí que aun esto por sí solo era vanidad.
Cant 3:2 Me levantaré, dije, y daré vueltas por la ciudad, y buscaré por calles y plazas al amado de mi alma. ¡Ay!, lo busqué, mas no lo hallé.
Cant 3:3 Me encontraron las patrullas que rondan por la ciudad, y les dije: ¿No habéis visto al amado de mi alma?
Ecli 24:42 Yo dije: Regaré los plantíos de mi huerto, y hartaré de agua los frutales de mi prado;"
Ecli 51:19 Yo la estaba pidiendo en el atrio del templo, me dije a mí mismo: La buscaré hasta mi último aliento. Ella brotó en mí su flor desde luego, como la uva temprana.
Ecli 51:33 Abrí mi boca para convidaros, y os dije: Venid a comprarla sin dinero,"
Isa 6:5 Y dije: ¡Desgraciado de mí que no he hablado, por ser yo hombre de labios impuros, y habitar en medio de un pueblo cuyos labios están contaminados; y he visto con mis propios ojos al Rey, Señor de los ejércitos!
Isa 6:11 Y dije yo: ¿Hasta cuándo durará, Señor, tu indignación? Y respondió: Hasta que desoladas las ciudades, queden sin habitantes, y las casas sin gente, y la tierra desierta.
Isa 22:4 Por eso dije: Apartaos de mí; yo lloraré amargamente; no os empeñéis en consolarme en la desolación de la hija de mi pueblo;
Isa 24:16 Desde las extremidades del mundo hemos oído las alabanzas que se cantaban a la gloria del justo. Y yo dije: Mi secreto es para mí, mi secreto es para mí: ¡Ay de mí!, los prevaricadores han prevaricado, y han prevaricado con contumacia.
Isa 38:11 Ya no veré yo al Señor Dios, dije, en la tierra de los que viven. No veré más a hombre alguno, ni a los que morarán en dulce paz.
Isa 41:9 tú, a quien traje yo de los últimos confines de la tierra, y te llamé de sus lejanas regiones, y te dije: Siervo mío eres tú, yo te he escogido, y no te desecharé.
Isa 43:12 Yo lo dije, y yo fui el que os salvé, os lo hice conocer, y no hubo entonces dios extraño entre vosotros; vosotros sois mis testigos, dice el Señor, y vosotros sabéis que yo soy el Dios único y verdadero;
Isa 45:19 No he hablado en oculto en algún lugar tenebroso de la tierra; no dije al linaje de Jacob : Buscadme inútilmente. Yo el Señor que enseño la justicia y predico la rectitud.
Isa 49:4 Pero yo dije: En vano me he fatigado predicando a mi pueblo; sin motivo y en balde he consumido mis fuerzas; por tanto espero que el Señor me hará justicia, y en mi Dios está depositada la recompensa de mi obra.
Jer 1:6 A lo que dije yo: ¡Ah! ¡Ah! ¡Señor, Dios! ¡Ah!, bien véis vos que yo casi no sé hablar, porque soy todavía un jovencito.
Jer 3:7 Y después que hizo ella todas estas cosas, le dije yo: Vuélvete a mí, y no quiso volverse. Y tu hermana Judá, la prevaricadora, vio
Jer 3:19 Entonces dije yo: ¡Oh cuántos hijos te daré a ti! Yo te daré la tierra deliciosa; una herencia esclarecida de ejércitos de gentes. Y añadí: Tú me llamarás padre, y no cesarás de caminar en pos de mí.
Jer 4:10 Y yo dije al oír eso: ¡Ay, ay, Señor Dios mío! ¡Ay!, ¿y es posible que hayas permitido que los falsos profetas alucinasen a este pueblo tuyo, y a Jerusalén , diciendo: Paz tendréis vosotros; cuando he aquí que la espada del enemigo ha penetrado hasta el corazón?
Jer 5:4 Entonces dije yo: Tal vez éstos son los pobres e idiotas que ignoran el camino del Señor, los juicios de su Dios.
Jer 7:23 Ved aquí el mandamiento que entonces les di: Escuchad mi voz, les dije, y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis el pueblo mío; y seguid constantemente el camino que os he señalado, a fin de que seais felices.
Jer 11:4 pacto que yo establecí con vuestros padres, cuando los saqué de la tierra de Egipto, de aquel horno de hierro encendido, y les dije: Escuchad mi voz y haced todo lo que os mando, y así vosotros seréis el pueblo mío, y yo seré vuestro Dios;
Jer 11:5 a fin de renovar y cumplir el juramento que hice a vuestros padres de darles una tierra que manase leche y miel, como se ve cumplido hoy día. A lo cual respondí yo Jeremías, y dije: ¡Así sea, oh Señor!
Jer 14:13 Entonces dije yo: ¡Ah!, ¡ah! ¡Señor Dios mío! ¡Ah!, que los profetas les dicen: No temáis; no veréis vosotros la espada enemiga; ni habrá hambre entre vosotros; antes bien os concederá el Señor una paz verdadera en este lugar.
Jer 18:10 Pero si éste obrare mal ante mis ojos, de suerte que no atienda a mi voz, yo me arrepentiré del bien que dije que le haría.
Jer 19:5 y han erigido altares a Baal, para abrasar en el fuego a sus hijos, en holocausto al mismo Baal, cosas que ni mandé, ni dije, ni me pasaron por el pensamiento:
Jer 20:9 Y así dije para conmigo: No volveré más a hacer mención de ella, y no hablaré más en nombre del Señor. Pero luego sentí en mi corazón como un fuego abrasador, encerrado dentro de mis huesos, y desfallecí, no teniendo fuerzas para aguantarlo.
Jer 27:16 Y a los sacerdotes y a este pueblo les dije asimismo lo siguiente: Esto dice el Señor: No hagáis caso de las palabras de vuestros profetas, que os anuncian lo futuro, diciendo: Sabed que los vasos sagrados del templo del Señor serán muy pronto restituidos acá desde Babilonia; pues lo que os profetizan es una mentira.
Jer 32:13 Y en presencia de ellos di orden a Baruc, y le dije:
Jer 32:16 Así que hube entregado a Baruc, hijo de Neri, la escritura de venta, me puse luego en oración, y dije:
Jer 34:13 Esto dice el Señor, el Dios de Israel: Yo hice un pacto con vuestros padres el día que los saqué de la tierra de Egipto, de la casa de la esclavitud, y dije:
Jer 35:5 Y presenté a los hijos de la casa de los recabitas tazas y copas llenas de vino, y les dije: Bebed vino.
Lam 3:18 Y dije yo: Ha desaparecido para mí todo término de mis males, y toda la esperanza que tenía en el Señor.
Lam 3:54 Las aguas de la tribulación descargaron como un diluvio sobre mi cabeza. Yo dije entonces: Perdido estoy.
Ezeq 4:14 Entonces dije yo: ¡Ah, ah, Señor Dios! ¡Ah!, mira que mi alma no está contaminada, y desde mi infancia hasta ahora no he comido cosa mortecina, ni despedazada de fieras, ni jamás ha entrado en mi boca especie ninguna de carne inmunda.
Ezeq 6:10 Y conocerán que no en balde dije yo el Señor, que haría en ellos tal escarmiento.
Ezeq 9:8 Y acabada la mortandad, quedé yo allí, y me postré sobre mi rostro, y levantando el grito, dije: ¡Ay, ay, Señor Dios! ¡Ay! ¿Por ventura destruirás todos los restos de Israel, derramando tu furor sobre Jerusalén ?
Ezeq 11:25 Entonces dije a los judíos cautivos todas cuantas cosas me había el Señor manifestado.
Ezeq 16:6 Pasando yo cerca de ti, te vi ensuciada aún en tu propia sangre; y te dije cuando estabas envuelta en tu sangre: Vive, vive, te dije, ¡oh tú que éstas envuelta en tu sangre!
Ezeq 16:6 Pasando yo cerca de ti, te vi ensuciada aún en tu propia sangre; y te dije cuando estabas envuelta en tu sangre: Vive, vive, te dije, ¡oh tú que éstas envuelta en tu sangre!
Ezeq 17:24 Y conocerán todos los árboles del país que yo el Señor humillé al árbol empinado, y ensalcé la humilde planta; y sequé el árbol verde, e hice reverdecer el árbol seco. Yo el Señor lo dije y lo hice.
Ezeq 20:7 Y les dije: Arroje fuera cada uno aquello que fascina sus ojos, y no os contaminéis con los ídolos de Egipto. Yo soy el Señor Dios vuestro.