Rom 10:19
|
Mas digo yo: ¿Será que Israel no lo ha entendido? No por cierto. Moisés es el primero en decir en nombre de Dios: Yo he de provocaros a celos por un pueblo que no es pueblo mío; y haré que una nación insensata o ignorante venga a ser el objeto de vuestra indignación y envidia.
|
Rom 11:1
|
Pues, según esto, digo yo ahora: ¿Por ventura ha desechado Dios a su pueblo? No por cierto. Porque yo mismo soy israelita del linaje de Abrahán y de la tribu de Benjamín.
|
Rom 16:27
|
a Dios, digo, que es el solo sabio, a él la honra y la gloria por Jesucristo en los siglos de los siglos. Amén.
|
I Cor 6:5
|
Lo digo para confusión vuestra. ¿Es posible que no ha de haber entre vosotros algún hombre inteligente, que pueda ser juez o árbitro entre los hermanos;
|
I Cor 7:6
|
Esto lo digo por condescendencia, que no lo mando.
|
I Cor 7:8
|
Pero sí que digo a las personas no casadas y viudas: Bueno les es si así permanecen, como también permanezco yo.
|
I Cor 7:12
|
Pero a los demás digo yo mi dictamen, no que el Señor lo mande, si algún hermano tiene por mujer a un infiel o idólatra, y ésta consiente en habitar con él, no la repudie.
|
I Cor 7:26
|
Juzgo, pues, que este estado es ventajoso a causa de las miserias de la vida presente; que es, digo, ventajoso al hombre no casarse.
|
I Cor 7:29
|
Y lo que digo, hermanos míos, es, que el tiempo es corto; y que así lo que importa es que los que tienen mujer vivan como si no la tuviesen;
|
I Cor 7:35
|
Por lo demás yo digo esto para provecho vuestro; no para echaros un lazo y obligaros a la continencia, sino solamente para exhortaros a lo más loable, y a lo que habilita para servir a Dios sin ningún lazo.
|
I Cor 9:8
|
¿Y por ventura esto que digo es solamente un raciocinio humano? ¿O no dice la ley esto mismo?
|
I Cor 10:19
|
¿Mas qué?, ¿digo yo que lo sacrificado a los ídolos haya contraído alguna virtud?, ¿o que el ídolo sea algo?
|
I Cor 10:29
|
a la conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues ¿por qué me he de exponer, diréis, a que sea condenada por la conciencia de otro esta libertad que tengo de comer de todo?
|
I Cor 15:34
|
Estad alerta, ¡oh justos!, y guardaos del pecado; porque entre nosotros hay hombres que no conocen a Dios, lo digo para confusión vuestra.
|
II Cor 1:23
|
Por lo que a mí hace, tomo a Dios por testigo, y deseo que me castigue, si no digo la verdad, que el no haber pasado todavía a Corinto ha sido para poder ser indulgente con vosotros,
|
II Cor 2:5
|
Que si uno de vosotros ha sido causa de tristeza, sólo me ha tocado a mí una parte de la tristeza; lo digo para no agraviaros, pues todos os habéis afligido.
|
II Cor 7:3
|
No lo digo por tacharos a vosotros; porque ya os dije antes de ahora que os tenemos en el corazón, y estamos prontos a morir, o a vivir en vuestra compañía.
|
II Cor 8:8
|
No lo digo como quien os impone una ley, sino para excitaros con el ejemplo de la solicitud de los otros, a dar pruebas de vuestra sincera caridad.
|
II Cor 9:6
|
Lo que digo es que quien escasamente siembra, cogerá escasamente; y quien siembra a manos llenas, a manos llenas cogerá.
|
II Cor 10:2
|
os suplico, digo, que hagáis de manera que no me vea obligado, cuando esté entre vosotros, a obrar con esa osadía que se me atribuye, con respecto a ciertos sujetos que se imaginan que procedemos según la carne, o por miras humanas.
|
II Cor 11:17
|
lo que voy a decir para tomar de ello motivo de gloriarme, creed, si queréis, que yo no lo digo según Dios, sino que es una especie de imprudencia o jactancia mía;
|
Gál 2:6
|
En cuanto a los que parecían ser los más distinguidos (nada me importa lo que hayan sido en otro tiempo, en Dios no hay preferencia de personas), aquellos, digo, que parecían ser los más autorizados, nada me enseñaron de nuevo;
|
Gál 2:9
|
habiendo, digo, conocido Santiago, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas de la Iglesia, la gracia que se me había dado, nos dieron las manos, en señal de convenio, a mí y a Bernabé, para que nosotros predicásemos a los gentiles, y ellos a los circuncidados.
|
Gál 5:12
|
¡Ojalá fuesen, no digo circuncidados, sino cortados o separados de entre vosotros los que os perturban!
|
Ef 2:12
|
acordaos, digo, que vosotros no teníais entonces parte alguna con Jesucristo, estabais enteramente separados de la sociedad de Israel, extranjeros, por lo tocante a las alianzas, sin esperanza de la promesa o bienes prometidos, y sin Dios en este mundo.
|
Filip 3:18
|
Porque muchos andan por ahí, como os decía repetidas veces, (y aún ahora lo digo con lágrimas) que se portan como enemigos de la cruz de Cristo ,
|
Filip 4:11
|
No lo digo por razón de mi indigencia, pues he aprendido a contentarme con lo que tengo.
|
Col 2:4
|
Y digo esto, para que nadie os deslumbre con sus sutiles discursos.
|
I Tim 2:7
|
del cual yo estoy constituido predicador y apóstol (digo la pura verdad, no miento) doctor de las gentes en la fe y verdad, o fiel y veraz.
|
II Tim 2:7
|
Entiende bien lo que digo, que no necesito añadir más, porque Dios te dará en todo inteligencia.
|
Filem 1:21
|
Confiado en tu obediencia te escribo, sabiendo que harás aun mucho más de lo que digo.
|
Heb 6:6
|
y que después de todo esto han caído; es imposible, digo, que sean renovados por la penitencia, puesto que cuanto es de su parte crucifican de nuevo en sí mismo al Hijo de Dios, y le exponen al escarnio.
|
I Jn 2:8
|
y no obstante, yo os digo que el mandamiento de que os hablo, que es el de la caridad, es un mandamiento nuevo, el cual es verdadero en sí mismo y en vosotros; porque las tinieblas desaparecieron y luce ya la luz verdadera.
|
I Jn 5:16
|
El que sabe que su hermano comete un pecado que no es de muerte, ruegue por él, y Dios dará la vida al que peca no de muerte. Hay un pecado de muerte, no hablo yo de tal pecador cuando ahora digo que intercedáis.
|
Apoc 2:23
|
Y a sus hijos y secuaces entregaré a la muerte, con lo cual sabrán todas las iglesias que yo soy escudriñador de mentes y corazones; y a cada uno de vosotros le daré su merecido. Entretanto os digo a vosotros
|
Apoc 13:8
|
Y así lo adoraron todos los habitantes de la tierra, aquellos, digo, cuyos nombres no están escritos en el Libro de la vida del Cordero, que fue sacrificado desde el principio del mundo.
|