Gen 26:24
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donde se le apareció el Señor aquella misma noche, diciéndole: Yo soy el Dios de tu padre Abrahán, no tienes que temer, pues estoy yo contigo, yo te colmaré de bendiciones, y multiplicaré tu descendencia por amor de mi siervo Abrahán.
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Gen 31:3
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y sobre todo, diciéndole el Señor: Vuélvete a la tierra de tus padres, y a tu familia, que yo seré contigo;
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Gen 44:1
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Y dio José esta orden a su mayordomo, diciéndole: Llénales de trigo los costales, hasta que no quepa más, y pon el dinero de cada uno en la boca del saco.
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Gen 47:1
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Fue pues José, a dar parte al faraón, diciéndole: Mi padre y hermanos con sus ovejas y ganados mayores y cuanto poseen, han venido del país de Canaán, y están detenidos en la tierra de Gesén.
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Ex 30:17
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Habló asimismo el Señor a Moisés, diciéndole:
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Deut 2:4
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Y tú da esta orden al pueblo, diciéndole: Vosotros pasaréis por los confines de vuestros hermanos, los hijos de Esaú, que habitan en Seir, y os temerán.
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Juec 19:22
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Estando cenando, y mientras con los manjares y bebida regocija sus cuerpos fatigados del viaje, vinieron unos vecinos de aquella ciudad, hijos de Belial (esto es, sin freno, ni temor de Dios) y cercando la casa del anciano, comenzaron a dar golpes en la puerta, gritando al dueño de la casa, y diciéndole: Sácanos fuera ese hombre que entró en tu casa, que queremos abusar de él.
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I Rey 2:20
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Y bendijo Helí a Elcana y a su mujer, diciéndole a él: El Señor te conceda sucesión de esta mujer en pago de la prenda que has consagrado y depositado en manos del Señor. Después de lo cual se volvieron a su casa.
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I Rey 7:3
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Porque Samuel habló a toda la casa de Israel, diciéndole: Si de todo corazón os convertís al Señor, arrojad de en medio de vosotros los dioses ajenos, los Baales y los Astarot; y preparad vuestros corazones para el Señor, y servidle a él solo, y os libertará del poder de los filisteos.
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I Rey 9:15
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Es de saber que un día antes de la llegada de Saúl, el Señor le había revelado a Samuel secretamente, diciéndole:
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I Rey 14:28
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Entonces le advirtió uno del pueblo, diciéndole: Tu padre ha obligado al pueblo con juramento, diciendo: Maldito sea el hombre que probare hoy bocado. (Estaban ya todos desfallecidos).
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I Rey 14:33
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De lo que avisaron a Saúl, diciéndole que el pueblo había pecado contra el Señor, comiendo carne con sangre. Y Saúl dijo: Habéis prevaricado, traed presto rodando aquí una gran piedra.
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I Rey 18:22
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Y dio esta orden a sus cortesanos: Hablad a David, como que sale de vosotros, diciéndole: Ya ves que estás en gracia del rey, y que todos sus criados te aman; procura, pues, ahora llegar a ser yerno del rey.
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I Rey 19:19
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Se dio aviso a Saúl, diciéndole: Mira que David está en Nayot de Rámata.
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I Rey 20:21
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Enviaré también un muchacho tras ellas, diciéndole: Anda y tráeme las saetas.
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I Rey 20:38
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Le gritó otra vez Jonatás al muchacho, diciéndole: Date prisa, no te detengas. En fin, el muchacho recogió las saetas y se las trajo a su amo,
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I Rey 20:40
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Dio después Jonatás sus armas al muchacho, diciéndole: Anda y llévalas a la ciudad.
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I Rey 21:5
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A lo que respondió el sacerdote, diciéndole: No tengo a mano panes de legos o comunes, sino solamente el pan santo. Con todo, te lo daré, si es que tus criados están limpios, sobre todo en cuanto a mujeres.
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I Rey 21:6
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Respondió David al sumo sacerdote, diciéndole: Por lo que toca a mujeres, nos hemos contenido desde ayer, y antes de ayer, después que partimos; y los cuerpos de mi gente se han conservado puros. A la verdad el camino profano es, pero aún se purificará mi gente lavando sus cuerpos y vestidos.
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I Rey 23:17
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En ese tiempo Jonatás, hijo de Saúl, se puso en camino, y fue allí a encontrarle; y le confortó recordándole las promesas de Dios, y diciéndole:
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I Rey 26:14
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y llamó desde allí en alta voz a la gente de Saúl y a Abner hijo de Ner, diciéndole: Qué, ¿no respondes, oh Abner? Y respondiendo éste, dijo: ¿Quién eres tú, que tanto gritas e incomodas al rey?
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I Rey 28:21
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Mas aquella mujer entró donde estaba Saúl, que se hallaba sumamente conturbado, diciéndole: Bien ves que tu esclava te ha obedecido, y que he expuesto mi vida, y dado crédito a lo que me has dicho;
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II Rey 3:23
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Mas no faltó quien diese la nueva a Joab, diciéndole: Vino Abner, hijo de Ner, a hablar al rey, y éste ha salido a despedirle, y Abner se ha vuelto contento.
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II Rey 4:8
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y la presentaron a David en Hebrón diciéndole: He aquí la cabeza de Isboset, hijo de Saúl, tu enemigo, que atentaba a tu vida. Dios ha vengado hoy al rey, mi señor, de Saúl y de su linaje.
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II Rey 7:4
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Mas aquella misma noche he aquí que el Señor habló a Natán, diciéndole:
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II Rey 11:6
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En seguida despachó David un correo a Joab, diciéndole: Envíame a Urías, heteo. Se lo envió Joab;
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II Rey 11:10
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Se lo contaron luego a David, diciéndole: Urías no ha ido a su casa. Por lo que dijo David a Urías: ¿No has llegado de un viaje? Pues, ¿cómo no has bajado a descansar en tu casa?
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II Rey 13:11
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Y así que le presentó el plato, asió de ella, diciéndole: Ven, hermana mía, duerme conmigo.
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II Rey 16:16
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Cusai, araquita, amigo de David, fue a presentarse a Absalón, diciéndole: Dios te guarde, oh rey; oh rey, Dios te guarde.
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III Rey 5:2
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Salomón despachó también una embajada a Hiram, diciéndole:
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III Rey 17:2
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Y le habló el Señor, diciéndole:
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III Rey 17:11
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Yendo ella a traérsela, gritó tras de la mujer, diciéndole: Tráeme también, te ruego, un bocado de pan en tu mano.
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III Rey 17:23
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Entonces Elías tomó el niño y lo bajó de su aposento al cuarto bajo de la casa, y se lo entregó a su madre diciéndole: Aquí tienes vivo a tu hijo.
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III Rey 20:32
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Se vistieron, pues, los sacos, ciñéndoselos en la cintura, y se pusieron las sogas al cuello, y se presentaron al rey de Israel diciéndole: Benadad, tu siervo, dice: Sálvame, te ruego, la vida. A lo que respondió el rey: Si vive todavía, él es mi hermano.
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IV Rey 10:16
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diciéndole: Ven conmigo, y verás mi celo por el Señor. Y así que lo tuvo en el coche,
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IV Rey 19:9
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Mas Sennaquerib, habiendo oído que Taraca, rey de Etiopía, había salido a campaña contra él al tiempo de marchar contra este rey envió embajadores a Ezequías , diciéndole:
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IV Rey 22:9
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Volvió el secretario Safán al rey y le dio cuenta de lo que había hecho en cumplimiento de las órdenes recibidas, diciéndole: Tus siervos han recogido todo el dinero que se hallaba en la casa del Señor, y lo han entregado a los sobrestantes de la construcción del templo del Señor para que lo distribuyan entre los obreros.
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I Par 11:1
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Se congregó al fin todo Israel alrededor de David en Hebrón, diciéndole: Somos tu carne y hueso.
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II Par 11:2
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Pero el Señor habló a Semeías, varón de Dios, diciéndole:
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II Par 16:2
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Entonces sacó Asá la plata y el oro de los tesoros del templo del Señor y de los tesoros del rey; y se lo envió a Benadad, rey de Siria, que tenía su corte en Damasco, diciéndole:
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II Par 25:16
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Y diciéndole esto el profeta, le respondió Amasías: ¿Eres tú, por ventura, consejero del rey? Calla, si no quieres te mande quitar a vida. Mas el profeta dijo al partir: Sé que Dios ha decretado hacerte morir a ti por esa maldad que has cometido, y porque además no has dado oído a mis consejos.
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Salm 51:2
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cuando Doeg, idumeo, fue a dar aviso a Saúl, diciéndole que David había estado en casa de Aquimelec.
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Isa 3:6
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Sucederá que uno asirá por el brazo a su hermano, criado en la familia de su padre, diciéndole: Oye, tú estás bien vestido: Sé nuestro príncipe, ampáranos en esta ruina.
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Jer 20:15
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Maldito aquel hombre que dio la nueva a mi padre, diciéndole: Te ha nacido un hijo varón; como quien pensó colmarle de gozo.
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Jer 35:1
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Palabras que el Señor dirigió a Jeremías en tiempo de Joakim, hijo de Josías, rey de Judá, diciéndole:
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Jer 36:27
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Después que el rey quemó el libro y las palabras que, dictando Jeremías, había escrito Baruc, habló el Señor a Jeremías profeta, diciéndole:
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Jer 37:17
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Después el rey Sedecías envió a sacarlo de allí, y lo interrogó secretamente en su palacio, diciéndole: ¿Crees tú que hay efectivamente alguna revelación de parte del Señor? Sí, la hay, respondió Jeremías, y añadió: Tú serás entregado en manos del rey de Babilonia.
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Jer 39:15
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Había el Señor prevenido de antemano a Jeremías, estando aún encerrado en el atrio de la cárcel, diciéndole:
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Ezeq 13:10
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Porque han engañado ellos a mi pueblo diciéndole ¡Paz!, siendo así que no hay tal paz; mi pueblo construía una muralla, y ellos la recubrían con argamasa suelta sin mezcla de paja.
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Jon 3:1
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Y habló el Señor por segunda vez a Jonás , diciéndole:
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