Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

dicho

I Rey 15:16 Samuel entonces dijo a Saúl: Permíteme hablar, y te declararé lo que me ha dicho el Señor en la noche. Habla, respondió Saúl.
I Rey 17:6 Botas de bronce cubrían sus piernas, y defendía sus hombros un escudo de dicho metal.
I Rey 17:12 David, según queda dicho, era hijo de un varón efrateo, de la ciudad de Betlehem en Judá, llamado Isaí, el cual tenía ocho hijos, y era hombre anciano, y de los más avanzados en edad en el tiempo de Saúl.
I Rey 18:26 Luego, pues, que los criados de Saúl refirieron a David lo que les había dicho Saúl, aceptó gustoso David el partido que le proponían para llegar a ser yerno del rey;
I Rey 19:23 Con esto se encaminó a dicho lugar, y se apoderó también de Saúl el espíritu del Señor, e iba cantando por el camino las alabanzas de Dios hasta llegar a Nayot de Rámata.
I Rey 20:3 E hizo sobre ello nuevo juramento a David, asegurándole su amistad. Mas David replicó: Tu padre sabe muy bien que yo he hallado gracia en tus ojos, y habrá dicho: No conviene que sepa esto Jonatás, a fin de que no reciba pesar. Porque yo te juro por el Señor y por tu vida que está tan resuelto tu padre a matarme, que sólo hay un punto, por decirlo así, desde mí a la muerte.
I Rey 25:21 Había dicho David por el camino: A la verdad que ha sido bien en vano guardar todo lo que éste tenía en el desierto, sin que se le haya perdido nada de cuanto poseía, pues me ha vuelto mal por bien.
I Rey 26:3 Acampó Saúl en Gabaa o cerro de Haquila, frente por frente del desierto, sobre el camino; y estaba David en dicho desierto. Mas oyendo que Saúl había venido allí en su seguimiento,
I Rey 28:21 Mas aquella mujer entró donde estaba Saúl, que se hallaba sumamente conturbado, diciéndole: Bien ves que tu esclava te ha obedecido, y que he expuesto mi vida, y dado crédito a lo que me has dicho;
I Rey 29:9 Respondió Aquis, y le dijo: En cuanto a mí, bien sé que me eres fiel, y te tengo por un ángel de Dios; pero los príncipes de los filisteos han dicho resueltamente: No irá con nosotros al combate.
II Rey 1:16 diciendo David al mismo tiempo: A nadie sino a ti mismo se impute tu muerte, porque tu propia boca ha dado testimonio contra ti, con haber dicho: Yo maté al ungido del Señor.
II Rey 3:18 Reconocedle, pues, ahora por tal, ya que el Señor ha hablado y ha dicho de David: Por mano de mi siervo David salvaré a mi pueblo de Israel del poder de los filisteos y de todos sus enemigos.
II Rey 5:2 A más de que tiempo atrás, cuando Saúl era nuestro rey, tú eras el que capitaneaba a Israel; y a ti te ha dicho el Señor: Tú apacentarás a mi pueblo de Israel y tú serás su caudillo.
II Rey 7:7 ¿Por ventura en todos los lugares por donde pasé con todos los hijos de Israel, he hablado nunca a alguna de las tribus, a quien hubiese yo encargado el gobierno de mi pueblo Israel, ni le he dicho jamás: Por qué no me edificáis una casa de cedro?
II Rey 7:25 Ahora, pues, ¡oh Señor Dios!, mantén siempre viva la promesa que has hecho a tu siervo para él y para su casa, y hazlo como has dicho;
II Rey 7:29 empieza desde luego y echa la bendición sobre la casa de tu siervo, para que siempre subsista en tu acatamiento; puesto que tú, ¡oh Señor Dios!, has hablado y dicho que la casa de tu siervo será bendita con tu bendición eternamente.
II Rey 13:28 Y había ordenado y dicho a sus criados: Estad alerta; y cuando Amnón estuviere tomando vino, y os diere la señal, heridlo entonces y matadlo; no tenéis que temer; que yo soy el que os mando. Coraje, y portaos como valientes.
II Rey 13:35 Dijo entonces Jonadab al rey: Mira allí muchos hijos del rey; conforme a lo que ha dicho tu siervo, así ha sucedido.
II Rey 14:19 ¿No es verdad, prosiguió el rey, que todo lo que me has dicho es cosa dispuesta por Joab? Respondió la mujer, y dijo: Por vida tuya (que Dios conserve), oh mi rey y señor, que has dado directamente en el blanco; pues realmente tu siervo Joab es el mismo que me lo ha mandado, y el que ha puesto en boca de tu sierva todas las palabras que te ha dicho.
II Rey 14:19 ¿No es verdad, prosiguió el rey, que todo lo que me has dicho es cosa dispuesta por Joab? Respondió la mujer, y dijo: Por vida tuya (que Dios conserve), oh mi rey y señor, que has dado directamente en el blanco; pues realmente tu siervo Joab es el mismo que me lo ha mandado, y el que ha puesto en boca de tu sierva todas las palabras que te ha dicho.
II Rey 14:24 Pero el rey había dicho: Vuelva a su casa; mas no comparezca en mi presencia. Volvió, pues, Absalón a su casa; mas no vio la cara al rey.
II Rey 18:9 Y sucedió que huyendo Absalón montando en un mulo, se encontró con la gente de David, y como se metiese el mulo debajo de una frondosa y grande encina, se le enredó a Absalón la cabeza en dicho árbol, y pasando adelante el mulo en que iba montado, quedó colgado en el aire entre el cielo y la tierra.
II Rey 19:26 El cual respondió: ¡Ah! mi criado, oh rey y señor mío, se burló de mí, pues estando como estoy impedido de las piernas, le había dicho que me aparejase un asno para montar y seguirte;
II Rey 19:29 Mas el rey le dijo: ¿Para qué te cansas en hablar más? Ya te tengo dicho que tú y Siba os repartáis las posesiones.
III Rey 1:24 y le dijo: ¡Oh rey y señor mío!, ¿has dicho tú acaso: Reine después de mí Adonías y sea él el que ocupe mi trono?
III Rey 1:48 y ha dicho: Bendito sea el Señor Dios de Israel que me ha concedido el ver hoy con mis ojos al hijo mío sentado en mi solio.
III Rey 2:30 Fue, pues, Banaías al Tabernáculo del Señor, y dijo a Joab: El rey te manda que salgas fuera. No saldré, respondió Joab; sino que moriré aquí. Dio Banaías parte al rey, diciendo: Esto me ha dicho Joab, y esto me ha respondido.
III Rey 2:31 Y el rey le contestó: Hazlo como él ha dicho; mátale y dale sepultura; y con eso me lavarás a mí y a la casa de mi padre de la sangre inocente que derramó Joab.
III Rey 8:12 Entonces dijo Salomón : El Señor tiene dicho que había de morar en una niebla.
III Rey 8:20 El Señor puso en ejecución la palabra que pronunció; y yo ocupé el lugar de mi padre, y me senté sobre el trono de Israel como el Señor lo había dicho, y he edificado la casa al Nombre del Señor Dios de Israel.
III Rey 10:7 sobre tus cosas, y sobre tu sabiduría; y no he dado crédito a los que me la contaban, hasta tanto que yo misma he venido y lo he visto por mis ojos, y he experimentado que no me habían dicho la mitad de lo que es en realidad. Tu sabiduría y tus hechos son mucho más grandes de lo que me habían contado.
III Rey 12:9 y les dijo: ¿Qué me aconsejáis vosotros que responda a este pueblo, que me ha dicho: Aligéranos un poco el yugo que tu padre nos impuso?
III Rey 12:10 Le respondieron los jóvenes que se habían criado con él: A esta gente que te ha dicho: Tu padre puso un yugo pesado sobre nosotros, alívianoslo tú, le has de responder así: Es más grueso mi dedo meñique que lo que era mi padre por el medio de su cuerpo.
III Rey 13:21 y exclamó dicho profeta y dijo al varón de Dios, venido de Judá: Esto dice el Señor: Porque has sido desobediente a la orden expresa del Señor, y no has guardado el mandamiento que te dio el Señor Dios tuyo,
III Rey 14:4 Hizo la mujer de Jeroboam lo que éste le había dicho; y partiendo para Silo, llegó a casa de Ahías; el cual ya no veía, porque se le había ofuscado la vista a causa de su mucha edad.
III Rey 14:11 Los de la casa de Jeroboam que murieren en poblado, serán comidos de los perros, y los que murieren en el campo, serán devorados por las aves del cielo; porque el Señor es el que lo ha dicho.
III Rey 17:13 Le dijo Elías: No temas; anda, ve y haz lo que has dicho; mas primero haz para mí de ese poquito de harina un panecillo, cocido debajo del rescoldo, y tráemelo, que después lo harás para ti y para tu hijo.
III Rey 17:15 Se fue, pues, la mujer e hizo lo que Elías le había dicho; y comió Elías, ella y toda su casa. Desde aquel día
III Rey 20:7 Entonces el rey de Israel convocó a todos los ancianos de su pueblo, y dijo: Advertid y notad cómo nos está armando asechanzas; puesto que nos envió a pedirme mis mujeres y mis hijos, y el oro y la plata, y no le he dicho que no.
III Rey 20:28 Entonces un varón de Dios vino a encontrar al rey de Israel, y le dijo: Esto dice el Señor: Por cuanto han dicho los siros: El Señor es Dios de los montes y no es Dios de los valles, por lo mismo yo entregaré en tu mano toda esa gran muchedumbre; con lo que acabaréis de conocer que yo soy el Señor.
III Rey 21:6 Le respondió: He hablado a Nabot, jezraelita, y le he dicho: Dame tu viña a dinero contante, o si quieres, yo te daré en cambio de ella otra viña mejor. A lo que me ha contestado: No te doy yo mi viña.
III Rey 22:3 (Había dicho el rey de Israel a sus criados o cortesanos: ¿No sabéis que Ramot de Galaad es plaza nuestra, y con todo no cuidamos de recobrarla del poder del rey de Siria?)
IV Rey 1:6 A lo que respondieron: Hemos encontrado un hombre, y nos ha dicho: Id y volved al rey que os ha enviado, y decidle: Esto dice el Señor: 28. y le habló con amor, y le puso un trono o asiento superior al de los demás reyes subyugados que tenía consigo en Babilonia,
IV Rey 1:7 Les preguntó el rey: ¿Qué figura y traje tiene ese hombre que os ha salido al encuentro, y dicho estas palabras?
IV Rey 5:4 Oído que hubo esto Naamán, entró a ver a su señor, y le dio parte, diciendo: Esto ha dicho una doncella de tierra de Israel.
IV Rey 5:13 se llegaron a él sus criados, y le dijeron: Padre, aun cuando el profeta te hubiese ordenado una cosa dificultosa, claro está que deberías hacerla; ¿pues cuánto más ahora que te ha dicho: Lávate, y quedarás limpio?
IV Rey 8:14 Habiéndose separado Hazael de Eliseo, volvió a su amo, el cual le preguntó: ¿Qué te ha dicho Eliseo? Respondió él: Me dijo que recobrarías la salud.
IV Rey 9:11 Mas Jehú salió a donde estaban los oficiales de su señor; los cuales le preguntaron: ¿Todo va bien? ¿A qué ha venido a ti ese mentecato? Les respondió Jehú: Vosotros conocéis a ese hombre, y lo que puede haber dicho.
IV Rey 9:12 No es la verdad, replicaron ellos, pero sea lo que fuere, cuéntanoslo. Jehú les dijo: Tal cosa es lo que me ha dicho; y ha añadido: Esto es lo que dice el Señor: Yo te he ungido por rey de Israel.
IV Rey 10:24 Entraron, pues, para ofrecer las víctimas y holocaustos. Mas Jehú tenía dispuestos afuera ochenta hombres, a quienes había dicho: Cualquiera que dejare escapar alguno de estos hombres que yo entrego en vuestras manos, pagará con su vida la vida del que escapare.