Jer 17:10
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Yo el Señor soy el que escudriña los corazones, y el que examina los afectos de ellos, y doy a cada uno la paga según su proceder y conforme al mérito de sus obras.
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Jer 31:33
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Mas ésta será la nueva alianza que yo haré, dice el Señor, con la casa de Israel, después que llegue aquel tiempo: Imprimiré mi ley en sus entrañas, y la grabaré en sus corazones; y yo seré su Dios, y ellos serán el pueblo mío.
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Lam 3:41
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Levantemos al cielo, hacia el Señor, junto con las manos, nuestros corazones.
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Bar 3:7
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pues por eso has llenado de temor nuestros corazones, a fin de que invoquemos tu santo Nombre, y te alabemos en nuestra cautividad; puesto que detestamos ya la iniquidad de nuestros padres que pecaron en tu presencia.
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Ezeq 14:3
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Hijo de hombre, esos varones llevan sus inmundicias o ídolos dentro de sus corazones, y tienen siempre delante de sí el escándalo de su maldad. Cuando ellos me pregunten, ¿piensas acaso que les contestaré?
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Ezeq 21:7
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Y cuando te preguntaren: ¿Por qué gimes?, responderás: Por la nueva que corre; porque viene el enemigo, y desmayarán todos los corazones, y desfallecerán todos los brazos, y decaerán los ánimos de todos, y todas las rodillas darán una contra otra de puro miedo. He aquí que llega tu ruina, y se efectuará, dice el Señor Dios.
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Os 7:2
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Y porque no digan acaso en sus corazones que yo vuelvo a acordarme de todas sus maldades; actualmente están ellos rodeados de sus impiedades, las están cometiendo delante de mis ojos.
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Joel 2:13
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Y rasgad vuestros corazones, y no vuestros vestidos; y convertíos al Señor Dios vuestro, puesto que el Señor es benigno y misericordioso, y paciente, y de mucha clemencia, e inclinado a suspender el castigo.
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Nah 2:7
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Han sido llevados cautivos sus soldados, y las mujeres conducidas a la esclavitud, gimiendo como palomas, y lamentándose en sus corazones.
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Nah 2:10
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Devastada ha quedado ella, y desgarrada, despedazada; los corazones desmayados, vacilantes las rodillas, quebrantados los lomos; y las caras de todos ellos renegridas como hollín.
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II Mac 2:2
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Les dio asimismo la ley, para que no se olvidasen de los mandamientos del Señor, y no se pervirtiesen sus corazones con la vista de los ídolos de oro y plata y de toda su pompa;
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II Mac 15:27
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y orando al Señor en lo interior de sus corazones, al mismo tiempo que, espada en mano, cargaban sobre sus enemigos, mataron no menos de treinta y cinco mil, sintiéndose sumamente llenos de gozo y de vigor con la presencia de Dios.
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Mt 9:4
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Mas Jesús , viendo sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?
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Mc 2:8
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Mas como Jesús penetrase al momento con su espíritu esto mismo que interiormente pensaban, les dijo: ¿Qué andáis revolviendo esos pensamientos en vuestros corazones?
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Mc 4:15
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Los sembrados junto al camino, son aquellos hombres en que se siembra la palabra, y luego que la han oído, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en sus corazones.
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Lc 1:17
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delante del cual irá él revestido del espíritu y de la virtud de Elías para reunir los corazones de los padres o patriarcas con los de los hijos y conducir los incrédulos a la prudencia y fe de los antiguos justos, a fin de preparar al Señor un pueblo perfecto.
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Lc 2:35
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lo que será para ti misma una espada que traspasará tu alma; a fin de que sean descubiertos los pensamientos en los corazones de muchos.
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Lc 3:15
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Mas opinando el pueblo que quizá Juan era el Cristo , o Mesías, y prevaleciendo esta opinión en los corazones de todos,
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Lc 5:22
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Mas Jesús , que conoció sus pensamientos, respondiendo, les dijo: ¿Qué es lo que andáis resolviendo en vuestros corazones?,
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Lc 16:15
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Mas Jesús les dijo: Vosotros os vendéis por justos delante de los hombres; pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que parece sublime a los ojos humanos, a los de Dios es abominable.
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Lc 21:14
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Por consiguiente, imprimid en vuestros corazones la máxima de que no debéis discurrir de antemano cómo habéis de responder.
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Lc 21:34
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Velad, pues, sobre vosotros mismos, no suceda que se ofusquen vuestros corazones con la glotonería, y embriaguez, y los cuidados de esta vida, y os sobrecoja de repente aquel día,
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Hech 1:24
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Y haciendo oración dijeron: ¡Oh Señor!, tú que ves los corazones de todos, muéstranos cuál de estos dos has destinado
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Hech 7:54
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Al oír tales cosas, ardían en cólera sus corazones, y crujían los dientes contra él.
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Hech 14:17
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no dejó con todo de dar testimonio de quién era, o de su divinidad, haciendo beneficios desde el cielo, enviando lluvias, y los buenos temporales para los frutos, dándonos abundancia de manjares, y llenando de alegría nuestros corazones.
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Hech 15:8
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Y Dios que penetra los corazones, dio testimonio de esto, dándoles el Espíritu Santo, del mismo modo que a nosotros.
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Hech 15:9
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Ni ha hecho diferencia entre ellos y nosotros, habiendo purificado con la fe sus corazones.
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Rom 2:15
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y ellos hacen ver que lo que la ley ordena está escrito en sus corazones, como se lo atestigua su propia conciencia, y las diferentes reflexiones que allá en su interior ya los acusan, ya los defienden,
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Rom 5:5
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esperanza que no burla; porque la caridad de Dios ha sido derramada en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo, que se nos ha dado.
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Rom 8:27
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Pero aquel que penetra a fondo los corazones conoce bien qué es lo que desea el Espíritu, el cual no pide nada por los santos, que no sea según Dios.
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Rom 16:18
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pues los tales no sirven a Cristo Señor nuestro, sino a su propia sensualidad, y con palabras melosas y con adulaciones seducen los corazones de los sencillos.
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I Cor 4:5
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Por tanto, no queráis sentenciar antes de tiempo, suspended vuestro juicio hasta tanto que venga el Señor, el cual sacará a plena luz lo que está en los escondrijos de las tinieblas, y descubrirá en aquel día las intenciones de los corazones; y entonces cada cual será de Dios alabado según merezca.
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II Cor 1:22
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El que así mismo nos ha marcado con su sello, y que por arras de los bienes que nos ha prometido, nos da el Espíritu Santo en nuestros corazones.
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II Cor 3:2
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Vosotros mismos sois nuestra carta de recomendación, escrita en nuestros corazones, conocida y leída de todos los hombres,
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II Cor 3:3
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manifestándose por vuestras acciones que vosotros sois carta de Cristo , hecha por nuestro ministerio, y escrita, no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne, que son vuestros corazones.
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II Cor 3:14
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y así sus corazones han quedado endurecidos; porque hasta el día de hoy este mismo velo permanece delante de sus ojos en la lectura del antiguo testamento sin ser alzado;
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II Cor 4:6
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Porque Dios, que dijo que la luz saliese o brillase de en medio de las tinieblas, él mismo ha hecho brillar su claridad en nuestros corazones, a fin de que nosotros podamos iluminar a los demás por medio del conocimiento de la gloria de Dios, según que ella resplandece en Jesucristo.
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Gál 4:6
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Y por cuanto vosotros sois hijos, envió Dios a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual nos hace clamar: ¡Abba!, esto es: ¡Padre mío!
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Ef 3:17
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y que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, estando arraigados y cimentados en caridad,
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Ef 5:19
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hablando entre vosotros y entreteniéndoos con salmos, y con himnos, y canciones espirituales, cantando y loando al Señor en vuestros corazones,
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Ef 6:22
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al cual os he remitido ahí con este mismo fin, para que sepáis lo que es de nosotros, y consuele vuestros corazones.
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Filip 2:5
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Porque habéis de tener en vuestros corazones los mismos sentimientos que tuvo Jesucristo en el suyo,
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Filip 4:7
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Y la paz de Dios, que sobrepuja a todo entendimiento, sea la guardia de vuestros corazones y de vuestros sentimientos en Jesucristo.
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Col 2:2
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a fin de que sean consolados sus corazones, y que estando bien unidos por la caridad, sean llenados de todas las riquezas de una perfecta inteligencia, para conocer el misterio de Dios Padre, y de Jesucristo,
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Col 3:15
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Y la paz de Cristo triunfe en vuestros corazones, paz divina a la cual fuisteis asimismo llamados para formar todos un solo cuerpo, y sed agradecidos a Dios por éste y otros beneficios.
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Col 4:8
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al cual he enviado a vosotros expresamente para que se informe de vuestras cosas y consuele vuestros corazones,
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I Tes 2:4
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sino que del mismo modo que fuimos aprobados de Dios para que se nos confiase su buena nueva, así hablamos o predicamos, y no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que sondea nuestros corazones.
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II Tes 2:17
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aliente y consuele vuestros corazones, y los confirme en toda obra y palabra buena.
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II Tes 3:5
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El Señor entretanto dirija vuestros corazones en el amor de Dios y en la paciencia de Cristo .
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Filem 1:7
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Así es que no he tenido gran gozo y consuelo en las obras de tu caridad, viendo cuánto recreo y alivio han recibido de tu bondad, hermano mío, los corazones de los santos, o fieles necesitados.
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