Núm 4:35
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de treinta años arriba hasta cincuenta, todos los que entran al servicio en el Tabernáculo de la alianza;
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Núm 4:36
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y se hallaron ser dos mil setecientos cincuenta.
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Núm 4:39
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de treinta años arriba hasta los cincuenta, todos los empleados en el ministerio del Tabernáculo de la alianza;
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Núm 4:43
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de treinta años arriba hasta los cincuenta, todos los que entran a servir sus oficios en el Tabernáculo de la alianza;
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Núm 4:47
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de treinta años arriba hasta los cincuenta, destinados a servir en el Tabernáculo y a llevar las cargas,
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Núm 8:25
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y cumpliendo los cincuenta años de edad, dejarán de servir,
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Núm 16:2
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se amotinaron contra Moisés con otros doscientos cincuenta hombres de los hijos de Israel, varones de los más ilustres de la comunidad, y que en tiempo de concilio o asamblea, eran convocados nominadamente.
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Núm 16:17
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Tomad cada cual vuestros incensarios, y echad en ellos incienso, ofreciendo al Señor doscientos cincuenta incensarios; y tenga Aarón también el suyo.
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Núm 16:35
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Además de ésto, un fuego enviado del Señor abrasó a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.
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Núm 26:10
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y abriendo la tierra su boca los tragó con Coré, muriendo muchísimos, al tiempo mismo que abrasó el fuego a los doscientos cincuenta hombres. Y sucedió entonces el gran prodigio,
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Núm 26:34
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Estas son las familias de Manasés, que dieron el número de cincuenta y dos mil setecientos hombres.
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Núm 26:47
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Estas son las familias de los hijos de Aser, y su número cincuenta y tres mil cuatrocientos hombres.
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Núm 31:30
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De la otra mitad perteneciente a los hijos de Israel, de cada cincuenta personas, o bueyes, o asnos, u ovejas, o de cualquier especie de animales, tomarás una cabeza, la cual darás a los levitas que están encargados de la guardia de servicio del Tabernáculo del Señor.
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Núm 31:47
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tomó Moisés una cabeza por cada cincuenta, y se las dio por orden del Señor a los levitas que hacían la guardia en el Tabernáculo.
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Núm 31:52
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que ofrecieron los tribunos y centuriones, el cual pesó dieciséis mil setecientos cincuenta siclos.
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Deut 1:15
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Y así tomé de vuestras tribus varones inteligentes y esclarecidos, y los constituí por príncipes vuestros, por tribunos y centuriones, y cabos de cincuenta y de diez hombres, que os instruyesen en cada cosa.
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Deut 22:29
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dará el agresor al padre de la doncella cincuenta siclos de plata, y la tomará por mujer, porque la desfloró: ni podrá repudiarla en todos los días de su vida.
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Jos 7:21
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Vi entre los despojos una capa de grana muy buena, y doscientos siclos de plata, y una barra de oro de cincuenta siclos; y llevado de codicia, lo tomé y escondí debajo de tierra en medio de mi tienda, y enterré el dinero en un hoyo.
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I Rey 6:19
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Mas el Señor castigó a los moradores de Betsamés, y ciudades vecinas, porque se pusieron a mirar con curiosidad el interior del arca del Señor contra lo mandado; y mató setenta hombres de los ancianos del pueblo, y cincuenta mil del vulgo. Y prorrumpieron todos en llanto, al ver que el Señor había herido al pueblo con tan gran mortandad.
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II Rey 10:19
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Pues como todos aquellos reyes que seguían el partido de Adarecer se viesen vencidos por Israel, se llenaron de pavor, y volvieron las espaldas a presencia de Israel cincuenta y ocho mil hombres. Al fin hicieron paces con los israelitas, y se les sujetaron; y no se atrevieron más los siros a prestar socorro a los amonitas.
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II Rey 15:1
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Después de esto Absalón se equipó de carrozas, tomó gentes de a caballo, y cincuenta guardias que fuesen corriendo delante de él.
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II Rey 24:24
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Respondió el rey y le dijo: No ha de ser como tú quieres, sino que te pagaré lo que vale; que no quiero ofrecer yo al Señor mi Dios holocaustos que no me cuesten nada. Y así compró David la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata;
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III Rey 1:5
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Entretanto engreído Adonías hijo de Haggit, dijo: Yo reinaré. Con esta mira se hizo carrozas y tomó guardas de a caballo, y cincuenta hombres que lo escoltasen.
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III Rey 7:2
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Construyó asimismo la casa o palacio del bosque del Líbano que tenía cien codos de largo y cincuenta de ancho, y treinta de alto; y había cuatro galerías entre columnas de cedro; pues de los maderos de cedro había formado columnas.
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III Rey 7:6
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Hizo también un pórtico de columnas que tenía cincuenta codos de largo y treinta de ancho. Además un segundo pórtico delante del pórtico grande, con columnas y arquitrabes sobre columnas.
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III Rey 9:23
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Había puesto también Salomón por inspectores de todas las obras quinientos cincuenta jefes, que tenían a sus órdenes la gente, y dirigían las tareas que les habían señalado.
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III Rey 10:29
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Un tiro de cuatro caballos sacado de Egipto costaba seiscientos siclos de plata, y cada caballo ciento cincuenta; y a este tenor le vendían los caballos todos los reyes de los heteos y de la Siria.
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III Rey 18:4
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pues cuando Jezabel hacía matar a los profetas del Señor, recogió él cien profetas, y los escondió en cuevas, cincuenta en una cueva y cincuenta en otra; y los proveyó de pan y agua).
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III Rey 18:4
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pues cuando Jezabel hacía matar a los profetas del Señor, recogió él cien profetas, y los escondió en cuevas, cincuenta en una cueva y cincuenta en otra; y los proveyó de pan y agua).
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III Rey 18:13
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¿Por ventura, señor mío, no ha llegado a tu noticia lo que hice yo cuando Jezabel mataba a los profetas del Señor; cómo escondí a cien de estos profetas, cincuenta en una cueva y cincuenta en otra, proveyéndoles de pan y de agua?
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III Rey 18:13
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¿Por ventura, señor mío, no ha llegado a tu noticia lo que hice yo cuando Jezabel mataba a los profetas del Señor; cómo escondí a cien de estos profetas, cincuenta en una cueva y cincuenta en otra, proveyéndoles de pan y de agua?
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III Rey 18:19
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No obstante, manda ahora mismo juntar delante de mí a todo Israel en el monte Carmelo, y a los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y a los cuatrocientos profetas de los bosquetes, a quienes sustenta Jezabel.
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III Rey 18:22
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De nuevo dijo Elías al pueblo: He quedado yo solo de los profetas del Señor; cuando los profetas de Baal son en número de cuatrocientas cincuenta personas.
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IV Rey 1:9
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Y destacó un capitán de cincuenta soldados, con los cincuenta que le estaban subordinados; el cual salió en busca de él; y hallándolo sentado en la cima del monte, le dijo: Varón de Dios, el rey ha mandado que bajes de ahí.
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IV Rey 1:9
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Y destacó un capitán de cincuenta soldados, con los cincuenta que le estaban subordinados; el cual salió en busca de él; y hallándolo sentado en la cima del monte, le dijo: Varón de Dios, el rey ha mandado que bajes de ahí.
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IV Rey 1:10
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Elías en respuesta dijo al capitán de los cincuenta: Si yo soy varón de Dios, baje fuego del cielo que te devore a ti y a tus cincuenta. Descendió, pues, fuego del cielo, y lo devoró a él y a los cincuenta soldados que consigo tenía.
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IV Rey 1:10
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Elías en respuesta dijo al capitán de los cincuenta: Si yo soy varón de Dios, baje fuego del cielo que te devore a ti y a tus cincuenta. Descendió, pues, fuego del cielo, y lo devoró a él y a los cincuenta soldados que consigo tenía.
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IV Rey 1:10
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Elías en respuesta dijo al capitán de los cincuenta: Si yo soy varón de Dios, baje fuego del cielo que te devore a ti y a tus cincuenta. Descendió, pues, fuego del cielo, y lo devoró a él y a los cincuenta soldados que consigo tenía.
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IV Rey 1:11
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Destacó nuevamente Ocozías contra él a otro capitán de cincuenta hombres con los cincuenta; el cual le dijo: Varón de Dios, el rey lo manda, baja presto.
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IV Rey 1:11
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Destacó nuevamente Ocozías contra él a otro capitán de cincuenta hombres con los cincuenta; el cual le dijo: Varón de Dios, el rey lo manda, baja presto.
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IV Rey 1:12
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Respondió Elías: Si yo soy varón de Dios, caiga fuego del cielo, y devórete a ti y a tus cincuenta. Bajó, pues, fuego del cielo, y lo devoró a él y a sus cincuenta.
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IV Rey 1:12
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Respondió Elías: Si yo soy varón de Dios, caiga fuego del cielo, y devórete a ti y a tus cincuenta. Bajó, pues, fuego del cielo, y lo devoró a él y a sus cincuenta.
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IV Rey 1:13
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Tercera vez destacó Ocozías otro capitán de cincuenta hombres con sus cincuenta; el cual luego que llegó, se hincó de rodillas en frente de Elías, y le suplicó diciendo: Varón de Dios, sálvame la vida, y salva también la de tus siervos que me acompañan.
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IV Rey 1:13
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Tercera vez destacó Ocozías otro capitán de cincuenta hombres con sus cincuenta; el cual luego que llegó, se hincó de rodillas en frente de Elías, y le suplicó diciendo: Varón de Dios, sálvame la vida, y salva también la de tus siervos que me acompañan.
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IV Rey 1:14
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Ya sé que ha bajado fuego del cielo, y devorado a los dos primeros capitanes de cincuenta hombres y a los cincuenta que cada uno mandaba. Mas ahora yo te suplico que te apiades de mí.
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IV Rey 1:14
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Ya sé que ha bajado fuego del cielo, y devorado a los dos primeros capitanes de cincuenta hombres y a los cincuenta que cada uno mandaba. Mas ahora yo te suplico que te apiades de mí.
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IV Rey 2:7
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y los fueron siguiendo cincuenta de los hijos de los profetas, los cuales se detuvieron a lo lejos en frente de ellos, mientras que los dos se pararon en la orilla del Jordán.
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IV Rey 2:16
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y le dijeron: Aquí hay entre tus siervos cincuenta hombres robustos que pueden ir en busca de tu amo, no sea que el espíritu del Señor lo haya arrebatado y arrojado sobre algún monte o en algún valle. Respondió Eliseo: No tenéis que enviarlos.
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IV Rey 2:17
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Tanto le importunaron que al cabo condescendió, y les dijo: Pues bien, enviadlos. Enviaron, pues cincuenta hombres, que habiéndole buscado tres días, no lo hallaron.
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IV Rey 13:7
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A Joacaz no le había quedado de la gente de guerra más que cincuenta soldados de a caballo, y diez carros de guerra, y diez mil hombres de a pie; porque el rey de Siria los había pasado a cuchillo y deshecho como al polvo de la era en que se trilla.
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