I Rey 5:9
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Y conforme la iban así conduciendo de ciudad en ciudad, el Señor descargaba su mano sobre ellas, causando una mortandad grandísima; y hería a los moradores de cada pueblo, desde el menor hasta el mayor, de modo que sus hemorroides hinchadas y caídas se corrompían. Por lo que los geteos discurriendo entre sí, se hicieron unos asientos de pieles.
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I Rey 5:12
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Porque se difundía por todas las ciudades el terror de la muerte; y la mano de Dios descargaba terriblemente sobre ellas; pues aun los que no morían estaban llagados en las partes más secretas de las nalgas; y los alaridos de cada ciudad subían hasta el cielo.
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I Rey 6:17
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Y éstas son las ciudades que ofrecieron las hemorroides hechas de oro, que los filisteos tributaron al Señor para expiar el pecado: Azoto, Gaza, Ascalón, Get, Accarón, una cada ciudad.
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I Rey 8:22
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Pero el Señor dijo a Samuel: Haz lo que te piden, y nómbrales un rey. Dijo, pues, Samuel a los ancianos de Israel: Váyase cada cual a su ciudad.
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I Rey 10:25
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En seguida expuso Samuel al pueblo la ley de la monarquía, y la escribió en un libro, que depositó en el Tabernáculo delante del Señor; después de lo cual despidió Samuel a todo el pueblo, cada cual a su casa.
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I Rey 13:2
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Y escogió tres mil hombres de Israel; de los cuales dos mil estaban con Saúl frente a Macmas, y en el monte de Betel; y otros mil con Jonatás enfrente de Gabaa de Benjamín; y despidió todo el resto del pueblo, cada uno a su casa.
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I Rey 14:19
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Mientras Saúl estaba hablando con el sacerdote, se oyó un ruido confuso como de un gran alboroto, que viniendo de los campamentos de los filisteos, iba creciendo poco a poco y se percibía cada vez más. Entonces dijo Saúl al sacerdote: Baja tus manos, deja de consultar.
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I Rey 14:34
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Y añadió Saúl: Esparcíos entre la gente, y decidles que traiga acá cada uno su buey, su carnero y demás animales; degolladlos sobre esa piedra, y después comed; así no pecaréis contra el Señor, comiendo la carne con sangre. Trajo luego todo el pueblo cada uno por su mano hasta que fue de noche, la res que había de matar.
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I Rey 14:34
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Y añadió Saúl: Esparcíos entre la gente, y decidles que traiga acá cada uno su buey, su carnero y demás animales; degolladlos sobre esa piedra, y después comed; así no pecaréis contra el Señor, comiendo la carne con sangre. Trajo luego todo el pueblo cada uno por su mano hasta que fue de noche, la res que había de matar.
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I Rey 25:13
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Entonces David les dijo a sus gentes: Tome cada cual su espada. Tomaron todos sus espadas, y David también la suya y siguieron a David como unos cuatrocientos hombres, quedándose doscientos con el bagaje.
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I Rey 26:23
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Por lo demás el Señor remunerará a cada cual conforme a su justicia y fidelidad. El te había entregado hoy en mi poder, y no he querido levantar mi mano contra el ungido del Señor.
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I Rey 27:3
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Y habitó David en Get con Aquis, él y los suyos, cada cual con su famila, y David con sus dos esposas Aquinoam jezraelita, y Abigaíl, viuda de Nabal del Carmelo.
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I Rey 30:22
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Mas todos los malignos y perversos de entre los hombres que habían ido con David, comenzaron a decir: Ya que no vinieron con nosotros, no les daremos cosa alguna de la presa que hemos recobrado; conténtese cada uno con que se le devuelva su mujer e hijos; y recibido esto, váyase.
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II Rey 2:3
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Asimismo se llevó allá toda la gente que tenía consigo, cada uno con su familia, y se establecieron en los lugares cercanos a Hebrón;
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II Rey 2:16
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Y asiendo cada uno por los cabellos la cabeza de su contrario, se atravesaron mutuamente el costado con las dagas, y murieron todos a un mismo tiempo; de donde fue llamado aquel sitio Campo de los valientes de Gabaón.
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II Rey 3:1
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Duró, pues, largo tiempo la lucha entre la casa de Saúl y la casa de David. Pero David iba siempre adelantado, y haciéndose más fuerte, mientras que la casa de Saúl iba decayendo cada día.
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II Rey 6:13
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Y cada seis pasos que andaban los que llevaban el arca del Señor, inmolaba un buey y un carnero.
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II Rey 6:19
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Y distribuyó a toda la muchedumbre de israelitas que le habían acompañado, tanto a hombres como a mujeres, a cada persona una torta de pan, un pedazo de carne de buey asada, y flor de harina frita en aceite. Con esto se retiró toda la gente, cada cual a su casa.
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II Rey 6:19
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Y distribuyó a toda la muchedumbre de israelitas que le habían acompañado, tanto a hombres como a mujeres, a cada persona una torta de pan, un pedazo de carne de buey asada, y flor de harina frita en aceite. Con esto se retiró toda la gente, cada cual a su casa.
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II Rey 13:4
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Le dijo, pues, éste a Amnón: ¿En qué consiste, príncipe mío, que cada día te vas poniendo más flaco? ¿Por qué no te descubres conmigo? Le respondió Amnón: Estoy enamorado de Tamar, hermana de Absalón, mi hermano.
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II Rey 13:29
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Hicieron, pues, los criados de Absalón lo que éste les había mandado contra Amnón. Con lo que levantándose de la mesa montaron cada uno en su mula, y echaron a huir.
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II Rey 18:17
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A Absalón lo descolgaron, y lo echaron en una gran hoya, en el bosque, formando sobre él un elevadísimo montón de piedras. Mientras tanto todo Israel huyó, cada uno a su casa.
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II Rey 20:22
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En efecto, se presentó la mujer donde estaba todo el pueblo; y les habló con tanta cordura, que cortando ellos la cabeza a Seba, hijo de Bocri, se la arrojaron a Joab; el cual tocó la retirada, y regresaron las tropas cada cual a su casa. Joab volvió a Jerusalén , cerca del rey.
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II Rey 21:20
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La cuarta guerra fue en Get, donde se presentó un hombre de estatura descomunal, que tenía seis dedos en cada mano y en cada pie, esto es, veinticuatro dedos, y era de la raza gigantesca de Arafa.
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II Rey 21:20
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La cuarta guerra fue en Get, donde se presentó un hombre de estatura descomunal, que tenía seis dedos en cada mano y en cada pie, esto es, veinticuatro dedos, y era de la raza gigantesca de Arafa.
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III Rey 1:49
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Con esto quedaron atónitos todos los convidados de Adonías; y levantándose se fueron cada uno por su lado.
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III Rey 4:22
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Las provisiones para la mesa de Salomón o gasto de su palacio, eran cada día treinta coros de flor de harina y sesenta de harina común;
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III Rey 4:25
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Así es que Judá e Israel vivían sin zozobra alguna, cada cual a la sombra de su parra, o de su higuera, desde Dan hasta Bersabee, todo el tiempo que reinó Salomón .
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III Rey 5:14
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los cuales envíaba al Líbano por su turno, diez mil cada mes; de modo que estaban dos meses en sus casas. Adoniram era el que cuidaba del cumplimiento de esta disposición.
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III Rey 5:16
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sin contar los sobrestantes de cada una de las obras, en número de tres mil trescientos, los cuales dirigían la gente y los obreros.
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III Rey 6:24
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Cinco codos tenía cada una de las dos alas del querubín; y así había diez codos desde la punta de un ala hasta la punta de la otra.
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III Rey 6:35
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En ellas esculpió querubines y palmas y varias molduras de mucho relieve, cubriendo o adornando cada cosa con láminas de oro, trabajado todo a escuadra y regla.
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III Rey 7:15
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Primero fundió dos columnas de bronce, cada una de dieciocho codos de alto; daba vuelta a cada columna un cordón o moldura de doce codos.
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III Rey 7:15
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Primero fundió dos columnas de bronce, cada una de dieciocho codos de alto; daba vuelta a cada columna un cordón o moldura de doce codos.
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III Rey 7:17
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y estaban rodeados como de una red de cadenas entrelazadas entre sí con maravilloso artificio. Los dos capiteles de las columnas eran de fundición, en cada uno de los cuales había siete hileras de mallas o trenzas.
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III Rey 7:20
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Y además sobresalían otros dos capiteles encima de las columnas entre las mallas, proporcionados a la medida de cada columna; y así en el segundo capitel, como en el primero, se veían doscientas granadas colocadas alrededor con simetría.
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III Rey 7:24
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Más abajo del borde corría una obra de talla por cada diez codos, la cual rodeaba la concha; los dos órdenes de estas molduras acanaladas eran también de fundición.
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III Rey 7:27
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Fundió también diez basas de bronce; cada una tenía cuatro codos de largo, cuatro de ancho y tres de alto.
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III Rey 7:32
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Las cuatro ruedas puestas en los cuatro ángulos de la basa, estaban debajo de la basa, correspondiéndose una a otra; cada rueda tenía codo y medio de alto.
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III Rey 7:34
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porque aun aquellos cuatro hombrillos o zocalillos a las cuatro esquinas de cada basa estaban fundidos con la misma basa en un molde, y unidos con ella.
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III Rey 7:38
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Fundió también diez conchas o baños de bronce; en cada concha cabían cuarenta batos, y eran de cuatro codos, y colocó una concha sobre cada una de las diez basas.
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III Rey 7:38
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Fundió también diez conchas o baños de bronce; en cada concha cabían cuarenta batos, y eran de cuatro codos, y colocó una concha sobre cada una de las diez basas.
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III Rey 7:42
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cuatrocientas granadas en las dos mallas; dos órdenes de granadas en cada malla que cubría los cordones de los capiteles, asentados sobre las cabezas de las columnas;
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III Rey 8:39
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tú le escucharás benigno desde el cielo, desde aquel lugar de tu morada, y te le mostrarás propicio; y darás a cada uno según sus obras, conforme vieres su corazón (porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres),
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III Rey 10:14
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Era la cantidad de oro que cada año percibía Salomón de seiscientos sesenta y seis talentos de oro,
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III Rey 10:16
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Hizo también el rey Salomón doscientos escudos o adargas de oro finísimo, empleando seiscientos siclos de oro en las planchas de cada uno de estos escudos.
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III Rey 10:17
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Además trescientas rodelas o escudos menores de oro de ley. Cubrían cada rodela trescientas minas de oro; y las colocó el rey en la casa del bosque del Líbano.
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III Rey 10:19
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Tenía el trono seis gradas, y lo alto del trono por el respaldo era redondo, y por uno y otro lado salían dos brazos o apoyos que sostenían el asiento, y junto a cada uno de estos brazos había dos leones.
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III Rey 10:22
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Pues la flota del rey se hacía a la vela, e iba con la flota de Hiram una vez cada tres años a Tarsis a traer de allí oro y plata, y colmillos de elefantes, y monas, y pavos reales.
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III Rey 10:25
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y todos le enviaban presentes cada año, vasos de plata y de oro, ropas, armas o arneses de guerra, y también aromas, caballos y mulos;
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