Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Pedro

Hech 1:15 Por aquellos días levantándose Pedro en medio de los hermanos (cuya junta era como de unas ciento veinte personas) les dijo:
Hech 2:14 Entonces Pedro presentándose con los once apóstoles, levantó su voz y les habló de esta suerte: ¡Oh vosotros judíos, y todos los demás que moráis en Jerusalén !, estad atentos a lo que voy a deciros, y escuchad bien mis palabras.
Hech 2:37 Oído este discurso, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: Pues, hermanos, ¿qué es lo que debemos hacer?
Hech 2:38 A lo que Pedro les respondió: Haced penitencia, y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo;
Hech 3:1 Subían un día Pedro y Juan al templo, a la oración de las tres de la tarde.
Hech 3:3 Pues como éste viese a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna.
Hech 3:4 Pedro entonces, fijando con Juan la vista en este pobre, le dijo: Atiende hacia nosotros.
Hech 3:6 Mas Pedro le dijo: Plata ni oro, yo no tengo; pero te doy lo que tengo: En el nombre de Jesucristo Nazareno, levántate, y camina.
Hech 3:11 Teniendo, pues, él de la mano a Pedro y a Juan, todo el pueblo asombrado vino corriendo hacia ellos, al lugar llamado pórtico o galería de Salomón .
Hech 3:12 Lo que viendo Pedro, habló a la gente de esta manera: ¡Oh hijos de Israel!, ¿por qué os maravilláis de esto, y por qué nos estáis mirando a nosotros, como si por virtud o potestad nuestra hubiésemos hecho andar a este hombre?
Hech 4:4 Entretanto muchos de los que habían oído la predicación de Pedro, creyeron; cuyo número llegó a cinco mil hombres.
Hech 4:8 Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les respondió: Príncipes del pueblo, y vosotros ancianos de Israel, escuchad:
Hech 4:13 Viendo ellos la firmeza de Pedro y de Juan, constándoles por otra parte que eran hombres sin letras y del vulgo, estaban llenos de admiración, conociendo que eran de los que habían sido discípulos de Jesús .
Hech 4:19 Mas Pedro y Juan respondieron a esto, diciéndoles: Juzgad vosotros si en la presencia de Dios es justo el obedeceros a vosotros antes que a Dios;
Hech 5:3 Mas Pedro le dijo: Ananías, ¿cómo ha tentado Satanás tu corazón, para que mintieses al Espíritu Santo, reteniendo parte del precio de ese campo?
Hech 5:8 Le dijo Pedro: Dime, mujer, ¿es así que vendisteis el campo por tanto? Sí, respondió ella, por ese precio lo vendimos.
Hech 5:9 Entonces Pedro le dijo: ¿Por qué os habéis concertado para tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los que enterraron a tu marido; y ellos mismos te llevarán a enterrar.
Hech 5:15 de suerte que sacaban a las calles a los enfermos, poniéndolos en camillas y lechos o carretones, para que pasando Pedro, su sombra tocase por lo menos en alguno de ellos, y quedasen libres de sus dolencias.
Hech 5:29 A lo cual respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.
Hech 8:14 Sabiendo, pues, los apóstoles, que estaban en Jerusalén , que los samaritanos habían recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan.
Hech 8:19 diciendo: Dadme también a mí esa potestad, para que cualquiera a quien imponga yo las manos, reciba al Espíritu Santo. Mas Pedro le respondió:
Hech 9:32 Sucedió por entonces, que visitando Pedro a todos los discípulos, vino así mismo a los santos o fieles que moraban en Lidda.
Hech 9:34 Le dijo Pedro: Eneas, el Señor Jesucristo te cura: levántate, y hazte tú mismo la cama. Y al momento se levantó.
Hech 9:38 Como Lidda está cerca de Jope, oyendo los discípulos que Pedro estaba allí, le enviaron dos mensajeros, suplicándole que sin detención pasase a verlos.
Hech 9:39 Se puso luego Pedro en camino con ellos. Llegado que fue, le condujeron al aposento alto, y se halló rodeado de todas las viudas, que llorando le mostraban las túnicas y los vestidos que Dorcas les hacía.
Hech 9:40 Entonces Pedro, habiendo hecho salir a toda la gente, poniéndose de rodillas, hizo oración, y vuelto al cadáver, dijo: Tabita, levántate. Al instante abrió ella los ojos, y viendo a Pedro se incorporó.
Hech 9:40 Entonces Pedro, habiendo hecho salir a toda la gente, poniéndose de rodillas, hizo oración, y vuelto al cadáver, dijo: Tabita, levántate. Al instante abrió ella los ojos, y viendo a Pedro se incorporó.
Hech 9:43 Con eso Pedro se hubo de detener muchos días en Jope, hospedado en casa de cierto Simón curtidor.
Hech 10:5 Ahora, pues, envía a alguno a Jope en busca de un tal Simón, llamado Pedro,
Hech 10:9 El día siguiente, mientras estaban ellos haciendo su viaje, y acercándose a la ciudad, subió Pedro a lo alto de la casa, cerca del mediodía, a hacer oración.
Hech 10:13 Y oyó una voz que le decía: Pedro, levántate, mata y come.
Hech 10:14 Dijo Pedro: No haré tal, Señor, pues jamás he comido cosa profana e inmunda.
Hech 10:17 Mientras estaba Pedro discurriendo entre sí qué significaría la visión que acababa de tener, he aquí que los hombres que enviara Cornelio, preguntando por la casa de Simón, llegaron a la puerta.
Hech 10:18 Y habiendo llamado, preguntaron si estaba hospedado allí Simón, por sobrenombre Pedro.
Hech 10:21 Habiendo, pues, Pedro bajado, e ido al encuentro de los mensajeros, les dijo: Vedme aquí: yo soy aquel a quien buscáis: ¿cuál es el motivo de vuestro viaje?
Hech 10:23 Pedro entonces, haciéndolos entrar, los hospedó consigo. Al día siguiente partió con ellos, acompañándole también algunos de los hermanos de Jope.
Hech 10:25 Estando Pedro para entrar, le salió Cornelio a recibir, y postrándose a sus pies, le adoró.
Hech 10:26 Mas Pedro le levantó, diciendo: Alzate, que yo no soy más que un hombre como tú.
Hech 10:32 Envía, pues, a Jope, y haz venir a Simón, por sobrenombre Pedro, el cual está hospedado en casa de Simón el curtidor, cerca del mar.
Hech 10:34 Entonces Pedro, dando principio a su discurso, habló de esta manera: Verdaderamente acabé de conocer que Dios no hace acepción de personas;
Hech 10:44 Estando aún Pedro diciendo estas palabras, descendió el Espíritu Santo sobre todos los que oían la plática.
Hech 10:45 Y los fieles, circuncidados, o judíos, que habían venido con Pedro, quedaron pasmados, al ver que la gracia del Espíritu Santo se derramaba también sobre los gentiles, o incircuncisos.
Hech 10:47 Entonces dijo Pedro: ¿Quién puede negar el agua del bautismo a los que como nosotros, han recibido también al Espíritu Santo?
Hech 11:2 Vuelto, pues, Pedro a Jerusalén , le hacían por eso cargo los fieles circuncidados,
Hech 11:4 Pedro entonces empezó a exponerles toda la serie del suceso, en estos términos:
Hech 11:7 Al mismo tiempo oí una voz que me decía: Pedro, levántate, mata, y come.
Hech 11:13 El cual nos contó cómo había visto en su casa a un ángel, que se le presentó y le dijo: Envía a Jope, y haz de venir a Simón, por sobrenombre Pedro,
Hech 12:3 después viendo que esto complacía a los judíos, determinó también prender a Pedro. Eran entonces los días de los ázimos.
Hech 12:5 Mientras que Pedro estaba así custodiado en la cárcel, la Iglesia incesantemente hacía oración a Dios por él.
Hech 12:6 Mas cuando iba ya Herodes a presentarle al público, aquella misma noche estaba durmiendo Pedro en medio de dos soldados, atado a ellos con dos cadenas, y las guardias ante la puerta de la cárcel haciendo centinela.