Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Mira

Ezeq 24:16 Hijo de hombre: Mira, yo voy a quitarte de golpe lo que más agradable es a tus ojos; pero no te lamentes, ni llores, ni dejes correr tus lágrimas.
Ezeq 29:8 Por tanto, esto dice el Señor Dios: Mira, yo descargaré la espada contra ti, y mataré tus hombres y tus bestias.
Dan 13:20 Mira, las puertas del jardín están cerradas, nadie nos ve, y nosotros estamos enamorados de ti, condesciende, pues, con nosotros, y cede a nuestros deseos.
Dan 14:18 Se sonrió Daniel, y detuvo al rey para que no entrase dentro; y dijo: Mira el pavimento, y reflexiona de quién serán estas pisadas.
Dan 14:23 Y dijo el rey a Daniel: Mira; no puedes tú decir ya que no sea éste un dios vivo: Adórale, pues, tú también.
Nah 1:15 Mira ya sobre los montes los pies del que viene a anunciar la buena nueva, del que anuncia la paz. Celebra, oh Judá, tus festividades, cumple tus votos que ya no volverá más a hacer por ti correrías aquel Belial: Pereció del todo.
Nah 3:13 Mira que el pueblo que contiene se ha vuelto débil como si fuese un pueblo de mujeres. Las puertas de tu país se abrirán de par en par a tus enemigos; devorará el fuego los cerrojos o barras que les pongas.
Hab 2:4 Mira que el que es incrédulo no tiene dentro de sí un alma justa. El justo, pues, en su fe vivirá.
Hab 2:19 ¡Ay de aquel que dice a un madero: ¡Despiértate!, y a una muda piedra: ¡Levántate, y socórreme! ¿Por ventura la estatua podrá instruirte en lo que has de hacer? Mira: Cubierta está ella de oro y plata; pero dentro no hay espíritu ninguno.
Zac 6:8 En seguida me llamó, y me habló de esta manera: Mira, aquellos que se dirigen hacia la dicha tierra, han hecho que reposase el espíritu mío sobre la tierra del Aquilón.
Mt 8:4 Y Jesús le dijo: Mira que no lo digas a nadie; pero ve a presentarte al sacerdote, y ofrece el don que Moisés ordenó, para que les sirva de testimonio.
Mt 11:10 Pues él es de quien está escrito: Mira que yo envío mi ángel ante tu presencia, el cual irá delante de ti disponiéndote el camino.
Mt 12:2 Y viéndolo los fariseos, le dijeron: Mira que tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en sábado.
Mt 12:47 Por lo que uno le dijo: Mira que tu madre y tus hermanos están allí fuera preguntando por ti.
Mt 21:5 Decid a la hija de Sión: Mira que viene a ti tu rey lleno de mansedumbre, sentado sobre un asna y su burrito, hijo de la que está acostumbrada al yugo.
Mc 1:44 diciéndole: Mira que no lo digas a nadie; pero ve y preséntate al príncipe de los sacerdotes, y ofrece por tu curación lo que tiene Moisés ordenado, para que esto les sirva de testimonio.
Mc 3:32 Estaba mucha gente sentada alrededor de él, cuando le dijeron: Mira que tu madre y tus hermanos ahí fuera te buscan.
Lc 2:34 Simeón bendijo a ambos, y dijo a María su madre: Mira, este niño que ves está destinado para la ruina y para resurrección de muchos en Israel, y para ser el blanco de la contradicción;
Lc 2:48 Al verle, pues, sus padres quedaron maravillados; y su madre le dijo: Hijo, ¿por qué te has portado así con nosotros? Mira cómo tu padre y yo llenos de aflicción te hemos andado buscando.
Lc 7:27 Pues él es de quien está escrito: Mira que yo envío delante de ti mi ángel, el cual vaya preparándote el camino.
Jn 12:15 No tienes que temer, hija de Sión: Mira a tu rey que viene sentado sobre un burro.
Hech 10:19 Y mientras éste estaba ocupado en discurrir sobre la visión, le dijo el Espíritu: Mira, ahí están tres hombres que te buscan.
Hech 27:5 Y habiendo atravesado el mar de Cilicia y de Panfilia, aportamos a Listra, o Mira, de la Licia,
Heb 8:5 y sirven al templo material, bosquejo y sombra de las cosas celestiales. Como le fue respondido a Moisés, al construir el Tabernáculo: Mira, le dijo Dios, hazlo todo conforme al diseño que se te ha mostrado en el monte.
Apoc 2:10 No temas nada de lo que has de padecer. Mira que el diablo ha de meter a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis tentados en la fe; y seréis atribulados por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y te daré la corona de la vida eterna.
Apoc 3:11 Mira que vengo luego: mantén lo que tienes de bueno en tu alma, no sea que otro se lleve tu corona.
Apoc 5:5 Entonces uno de los ancianos me dijo: No llores. Mira cómo ya el león de la tribu de Judá, la estirpe de David, ha ganado la victoria para abrir el libro y levantar sus siete sellos.