Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Judá

Jer 25:2 la cual predicó Jeremías, profeta, a todo el pueblo de Judá y a todos los habitantes de Jerusalén , diciendo:
Jer 25:3 Desde el año decimotercero de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, hasta el día de hoy, en que han pasado veintitrés años, el Señor me ha hecho oír su palabra, y yo os la he estado anunciando, levantándome antes de amanecer para predicaros, y vosotros no me habéis escuchado.
Jer 25:18 a Jerusalén y a las ciudades de Judá, y a sus reyes, y a sus príncipes, para convertir su tierra en una espantosa soledad, y en objeto de escarnio y de execración, como ya lo estamos viendo;
Jer 26:1 En el principio del reinado de Joakim, hijo de Josías, rey de Judá, me habló el Señor en estos términos:
Jer 26:2 Esto dice el Señor: Ponte en el atrio de la casa del Señor; y a todas las ciudades de Judá, cuyos moradores vienen a adorar en el templo del Señor, les anunciarás todo aquello que te he mandado decirles; no omitas ni una sola palabra,
Jer 26:10 Llegó esto a noticia de los príncipes de Judá, y pasaron desde el palacio del rey a la casa del Señor, y se sentaron en el tribunal que está a la entrada de la puerta nueva de la casa del Señor.
Jer 26:18 Miqueas, natural de Morasti, fue profeta en tiempo de Ezequías , rey de Judá, y predicó a todo el pueblo, diciendo: Esto dice el Señor de los ejércitos: Sión será arada como un barbecho, y Jerusalén parará en un montón de piedras, y el monte Moria, en que está situado el templo, será un espeso bosque.
Jer 26:19 ¿Fue por ventura Miqueas condenado a muerte por Ezequías , rey de Judá, y todo su pueblo? Al contrario ¿no temieron ellos al Señor e imploraron su clemencia, y el Señor se arrepintió o desistió de enviarles el castigo con que les había amenazado? Luego nosotros cometeríamos un gran pecado en daño de nuestras almas.
Jer 27:1 Al principio del reinado de Joakim, hijo de Josías, rey de Judá, el Señor habló a Jeremías de esta manera:
Jer 27:3 Y las enviarás al rey de Edom, y al rey de Moab, y al rey de los hijos de Amón, y al rey de Tiro, y al rey de Sidón, por medio de los embajadores que han venido a Jerusalén , a tratar con Sedecías, rey de Judá;
Jer 27:12 También le anuncié a Sedecías, rey de Judá, todas estas mismas cosas, diciendo: Doblad vuestra cerviz al yugo del rey de Babilonia, y servidle a él y a su pueblo, y así salvaréis la vida.
Jer 27:18 Que si son verdaderamente profetas, y está en ellos la palabra del Señor, intercedan con el Señor de los ejércitos para que los vasos que han quedado en el templo del Señor, y en el palacio del rey de Judá, y en Jerusalén , no vayan también a Babilonia.
Jer 27:20 los cuales no se llevó Nabucodonosor, rey de Babilonia, cuando transportó a esta ciudad desde la de Jerusalén a Jeconías, hijo de Joakim, rey de Judá, y a todos los magnates de Judá y de Jerusalén .
Jer 27:20 los cuales no se llevó Nabucodonosor, rey de Babilonia, cuando transportó a esta ciudad desde la de Jerusalén a Jeconías, hijo de Joakim, rey de Judá, y a todos los magnates de Judá y de Jerusalén .
Jer 27:21 Dice, pues, así, el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, acerca de los vasos que quedaron en el templo del Señor, y en el palacio del rey de Judá, y en Jerusalén :
Jer 28:1 En aquel mismo año, al principio del reinado de Sedecías, rey de Judá, en el quinto mes del año cuarto, Hananías, hijo de Azur, profeta falso de Gabaón, me dijo en el templo del Señor en presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo:
Jer 28:4 Y yo haré volver a este lugar a Jeconías, hijo de Joakim, rey de Judá, y a todos los de Judá que han sido llevados cautivos a Babilonia, dice el Señor; porque yo quebrantaré el yugo y todo el poder del rey de Babilonia.
Jer 28:4 Y yo haré volver a este lugar a Jeconías, hijo de Joakim, rey de Judá, y a todos los de Judá que han sido llevados cautivos a Babilonia, dice el Señor; porque yo quebrantaré el yugo y todo el poder del rey de Babilonia.
Jer 29:2 Desde que salieron de Jerusalén el rey Jeconías, y la reina madre, y los eunucos o cortesanos y los príncipes de Judá y de Jerusalén , y los artífices y los joyeros,
Jer 29:3 Jeremías envió esta carta por mano de Elasa, hijo de Safán y de Gamarías, hijo de Helcías, despachados a Babilonia por Sedecías, rey de Judá, a Nabucodonosor, rey de Babilonia. El contenido de la carta era:
Jer 29:22 De suerte que todos los que han sido trasladados de Judá a Babilonia los tomarán por frase de maldición, diciendo: Te ponga el Señor como a Sedecías y a Acab, a quienes asó o frió a fuego lento el rey de Babilonia,
Jer 30:3 Porque he aquí que llegará tiempo, dice el Señor, en que yo haré volver los cautivos de mi pueblo de Israel y de Judá, y los haré regresar, dice el Señor, a la tierra que di a sus padres, y la poseerán.
Jer 30:4 He aquí las palabras que dirigió el Señor a Israel y a Judá:
Jer 31:23 Esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Todavía se oirán estas palabras en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando yo hubiere redimido sus cautivos: Te bendiga el Señor, ¡oh mansión hermosa de la justicia, oh monte santo de Sión!
Jer 31:24 Y habitará allí Judá y todas sus ciudades; así aquellos que labran la tierra como los que apacientan los ganados;
Jer 31:27 He aquí que viene el tiempo, dice el Señor, en que yo sembraré la casa de Israel y la casa de Judá de simiente de hombres y de simiente de animales.
Jer 31:31 He aquí que viene el tiempo, dice el Señor, en que yo haré una nueva alianza con la casa de Israel y con la casa de Judá.
Jer 32:1 Palabras que el Señor habló a Jeremías el año décimo de Sedecías, rey de Judá, que corresponde al año decimoctavo de Nabucodonosor.
Jer 32:2 (A la sazón el ejército del rey de Babilonia tenía sitiada a Jerusalén ; y el profeta Jeremías estaba preso en el patio de la cárcel que había en el palacio del rey de Judá;
Jer 32:3 porque Sedecías, rey de Judá, lo había hecho poner preso, diciendo: ¿Cómo es que andas vaticinando y diciendo: Esto dice el Señor: Sabed que yo entregaré esta ciudad en poder del rey de Babilonia, el cual se apoderará de ella;
Jer 32:4 y Sedecías, rey de Judá, no escapará de las manos de los caldeos, sino que caerá en poder del rey de Babilonia, y hablará con él boca a boca, y le verá con sus mismos ojos;
Jer 32:30 Porque ya desde su mocedad los hijos de Israel y los hijos de Judá están continuamente obrando mal delante de mis ojos; los hijos de Israel, digo, que hasta ahora no hacen sino exasperarme con las obras de sus manos, dice el Señor.
Jer 32:32 Por la maldad de los hijos de Israel y de los hijos de Judá, cometida cuando me provocaron a ira ellos, y sus reyes, y sus príncipes, y sus sacerdotes, y sus profetas, los varones de Judá y los habitantes de Jerusalén ;
Jer 32:32 Por la maldad de los hijos de Israel y de los hijos de Judá, cometida cuando me provocaron a ira ellos, y sus reyes, y sus príncipes, y sus sacerdotes, y sus profetas, los varones de Judá y los habitantes de Jerusalén ;
Jer 32:35 y erigieron altares a Baal en el valle del hijo de Ennom para consagrar o sacrificar sus hijos y sus hijas al ídolo Moloc, cosa que yo jamás les mandé para mí, ni me pasó por el pensamiento que ellos hicieran tal abominación, e indujesen a Judá a tan abominable pecado.
Jer 32:44 Se comprarán por su dinero los campos, se formarán escrituras de contrato, se imprimirá en ellas el sello, y asistirán los testigos, en la tierra de Benjamín, y en el territorio de Jerusalén , y en las ciudades de Judá, y en las ciudades de las montañas, y en las ciudades de las llanuras, y en las ciudades que están al mediodía; puesto que yo pondré fin a su cautiverio, dice el Señor.
Jer 33:4 Porque esto dice el Señor, el Dios de Israel, acerca de las casas de esta ciudad, y acerca de las del rey de Judá, que han sido destruidas, y en orden a las fortificaciones y a las espadas,
Jer 33:7 Y haré que vuelvan los cautivos de Judá y los cautivos de Jerusalén , y los restituiré a su primitivo estado.
Jer 33:10 Esto dice el Señor: En este lugar, (que vosotros llamáis un desierto, porque no hay en él hombre ni bestia), en las ciudades de Judá, y en los contornos de Jerusalén , que están asolados y sin hombre alguno, sin habitantes ni ganados, se han de oír todavía
Jer 33:13 En las ciudades de las montañas, y en las ciudades de las llanuras, y en las ciudades meridionales, y en la tierra de Benjamín, y en las ciudades de Judá, todavía se verán pasar las reses, dice el Señor, debajo de la mano de su pastor, que las irá contando.
Jer 33:14 Vienen ya los días, dice el Señor, en que yo llevaré a efecto la palabra o promesa buena, que di a la casa de Israel y a la casa de Judá.
Jer 33:16 En aquellos días Judá conseguirá su salvación, y vivirá Jerusalén en plena paz; y el nombre con que se llamarán será éste: El Señor, nuestro Justo.
Jer 34:2 Esto dice el Señor, el Dios de Israel: Ve y habla a Sedecías, rey de Judá, y le dirás: Estas cosas dice el Señor: Mira que yo entregaré esta ciudad en poder del rey de Babilonia, el cual la abrasará.
Jer 34:4 Esto no obstante, escucha lo que dice el Señor, ¡oh Sedecías, rey de Judá! Esto dice el Señor: Tú no morirás a cuchillo,
Jer 34:6 Todas estas cosas dijo el profeta Jeremías en Jerusalén a Sedecías, rey de Judá.
Jer 34:7 Entretanto, el ejército del rey de Babilonia estrechaba a Jerusalén y a todas las ciudades de Judá, que habían quedado por conquistar, a Laquís y a Azeca; pues de las ciudades fortificadas de Judá estas dos solas no se habían rendido.
Jer 34:7 Entretanto, el ejército del rey de Babilonia estrechaba a Jerusalén y a todas las ciudades de Judá, que habían quedado por conquistar, a Laquís y a Azeca; pues de las ciudades fortificadas de Judá estas dos solas no se habían rendido.
Jer 34:19 los príncipes de Judá y de Jerusalén , y los eunucos y los sacerdotes, y todo el pueblo del país, los cuales pasaron por en medio de los trozos de becerro.
Jer 34:21 Y a Sedecías, rey de Judá, y a sus príncipes o cortesanos los pondré en manos de sus enemigos, en manos de los que maquinan su muerte, y en manos de los ejércitos del rey de Babilonia que se han retirado de vosotros.
Jer 34:22 Pues he aquí que yo voy a dar mis órdenes, dice el Señor, y los volveré a traer contra esta ciudad, y la batirán, y se apoderarán de ella, y la incendiarán; y a las ciudades de Judá he de convertirlas en un desierto, de tal suerte que no quede en ellas ningún habitante.