Mc 1:14
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Pero después que Juan fue puesto en la cárcel, vino Jesús a la alta Galilea predicando la buena nueva del reino de Dios.
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Mc 1:19
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Habiendo pasado un poco más adelante, vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan su hermano, ambos asimismo en la barca, componiendo las redes.
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Mc 1:29
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Así que salieron de la sinagoga, fueron con Santiago y Juan a casa de Simón y de Andrés.
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Mc 2:18
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Siendo también los discípulos de Juan y los fariseos muy dados al ayuno, vinieron a preguntarle: ¿No nos dirás por qué ayunando los discípulos de Juan y los de los fariseos, no ayunan tus discípulos?
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Mc 2:18
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Siendo también los discípulos de Juan y los fariseos muy dados al ayuno, vinieron a preguntarle: ¿No nos dirás por qué ayunando los discípulos de Juan y los de los fariseos, no ayunan tus discípulos?
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Mc 3:17
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Santiago, hijo de Zebedeo, y Juan, hermano de Santiago, a quienes apellidó Boanerges, esto es, hijos del trueno, o rayos;
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Mc 5:37
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Y no permitió que le siguiese nadie fuera de Pedro, y Santiago, y Juan, el hermano de Santiago.
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Mc 6:14
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Oyendo estas cosas el rey Herodes (pues se había hecho ya célebre el nombre de Jesús ), decía: Sin duda que Juan Bautista ha resucitado de entre los muertos; y por eso tiene la virtud de hacer milagros.
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Mc 6:16
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Mas Herodes , habiendo oído esto, dijo: Este es aquel Juan a quien yo mandé cortar la cabeza, el cual ha resucitado de entre los muertos.
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Mc 6:17
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Porque el dicho Herodes había enviado a prender a Juan, y lo encerró en la cárcel por amor de Herodías, mujer de su hermano Filipo, con la cual se había casado.
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Mc 6:18
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Porque Juan decía a Herodes : No te es lícito tener por mujer a la que lo es de tu hermano.
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Mc 6:20
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porque Herodes , sabiendo que Juan era un varón justo y santo, le temía y miraba con respeto, y hacía muchas cosas por su consejo, y le oía con gusto.
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Mc 6:24
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Y habiendo ella salido, dijo a su madre: ¿Qué pediré? Le respondió: La cabeza de Juan Bautista.
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Mc 6:25
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Y volviendo al instante a toda prisa adonde estaba el rey, le hizo esta demanda: Quiero que me des luego en una fuente la cabeza de Juan Bautista.
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Mc 6:27
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sino que enviando a un soldado, mandó traer la cabeza de Juan en una fuente. El soldado, pues, le cortó la cabeza en la cárcel;
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Mc 8:28
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Le respondieron: Quién dice que Juan Bautista; quién Elías; y otros, en fin, que eres como uno de los antiguos profetas.
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Mc 9:1
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Seis días después tomó Jesús consigo a Pedro, y a Santiago, y a Juan; y los condujo a un elevado monte, en lugar apartado, y se transfiguró en su presencia;
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Mc 9:37
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Tomando después Juan la palabra, le dijo: Maestro, hemos visto a uno que andaba lanzando los demonios en tu nombre, que no es de los nuestros, y se lo prohibimos.
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Mc 10:35
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Entonces, se arriman a él Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, y por medio de su madre le hacen esta petición: Maestro, quisiéramos que nos concedieses todo cuanto te pidamos.
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Mc 10:41
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Oyendo los diez dicha demanda, dieron muestras de indignación contra Santiago y Juan.
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Mc 11:30
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El bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de los hombres? Respondedme a esto.
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Mc 11:32
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Si decimos que de los hombres, debemos temer al pueblo, pues todos creían que Juan había sido verdadero profeta;
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Mc 13:3
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Y estando sentado en el monte de los Olivos de cara al templo, le preguntaron aparte Pedro y Santiago, y Juan y Andrés:
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Mc 14:33
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Y llevándose consigo a Pedro, y a Santiago, y a Juan, comenzó a atemorizarse y angustiarse.
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Lc 1:13
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Mas el ángel le dijo: No temas, Zacarías, pues tu oración ha sido bien despachada: tú verás al Mesías; y tu mujer Isabel te dará un hijo, que será su precursor, a quien pondrás por nombre Juan;
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Lc 1:60
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Pero su madre, oponiéndose, dijo: No por cierto, sino que se llamará Juan.
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Lc 1:63
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Y él pidiendo la tablilla de escribir, escribió así: Juan es su nombre. Lo que llenó a todos de admiración.
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Lc 3:2
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hallándose sumos sacerdotes Anás y Caifás; el Señor hizo entender su palabra a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto;
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Lc 3:7
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Y decía Juan a las gentes que venían a recibir su bautismo : ¡Oh raza de víboras!, ¿quién os ha enseñado que así podréis huir de la ira de Dios que os amenaza?
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Lc 3:15
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Mas opinando el pueblo que quizá Juan era el Cristo , o Mesías, y prevaleciendo esta opinión en los corazones de todos,
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Lc 3:16
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Juan la rebatió, diciendo públicamente: Yo en verdad os bautizo con agua; pero está para venir otro más poderoso que yo, al cual no soy yo digno de desatar la correa de sus zapatos: él os bautizará con el Espíritu Santo, y con el fuego.
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Lc 3:20
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añadió después Herodes a todos ellos el de poner a Juan en la cárcel.
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Lc 5:10
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Lo mismo que sucedía a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón. Entonces Jesús dijo a Simón: No tienes que temer, de hoy en adelante serán hombres los que has de pescar.
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Lc 5:33
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Todavía le preguntaron ellos: ¿Y de qué proviene que los discípulos de Juan ayunan a menudo, y oran, como también los de los fariseos, al paso que los tuyos comen y beben?
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Lc 6:14
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Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, y Andrés su hermano; Santiago y Juan; Felipe y Bartolomé;
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Lc 7:18
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De todas estas cosas informaron a Juan sus discípulos.
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Lc 7:19
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Y Juan, llamando a dos de ellos, los envió a Jesús para que le hiciesen esta pregunta: ¿Eres tú aquel que vendrá a salvar al mundo, o debemos esperar a otro?
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Lc 7:20
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Llegados a él los tales, le dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti para preguntarte: ¿Eres tú aquel que vendrá, o debemos esperar a otro?
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Lc 7:22
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Les respondió, pues, diciendo: Id y contad a Juan las cosas que habéis oído y visto; cómo los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, a los pobres se les anuncia la buena nueva,
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Lc 7:24
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Así que hubieron partido los enviados de Juan, Jesús se dirigió al numeroso auditorio, y les habló de Juan en esta forma: ¿Qué salisteis a ver en el desierto?; ¿alguna caña sacudida del viento?
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Lc 7:24
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Así que hubieron partido los enviados de Juan, Jesús se dirigió al numeroso auditorio, y les habló de Juan en esta forma: ¿Qué salisteis a ver en el desierto?; ¿alguna caña sacudida del viento?
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Lc 7:28
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Por lo que os digo: Entre los nacidos de mujeres, ningún profeta es mayor que Juan Bautista; si bien aquel que es el más pequeño en el reino de Dios, es mayor que él.
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Lc 7:29
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Todo el pueblo y los publicanos, habiéndole oído, entraron en los designios de Dios recibiendo el bautismo de Juan.
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Lc 7:33
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Vino Juan Bautista, que ni comía pan, ni bebía vino, y habéis dicho: Está endemoniado.
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Lc 8:51
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Llegando a la casa, no permitió entrar consigo a nadie, sino a Pedro, y a Santiago, y a Juan, y al padre y madre de la niña.
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Lc 9:8
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porque unos decían: Sin duda que Juan ha resucitado; algunos: No, sino que ha aparecido Elías; otros, en fin, que uno de los profetas antiguos había resucitado.
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Lc 9:9
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Y decía Herodes : A Juan yo le corté la cabeza: ¿Quién será, pues, éste de quien tales cosas oigo? Y buscaba cómo verle.
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Lc 9:19
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Ellos le respondieron: Muchos que Juan Bautista, otros que Elías, otros, en fin, uno de los antiguos profetas que ha resucitado.
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Lc 9:28
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Sucedió, pues, que cerca de ocho días después de dichas estas palabras, tomó consigo a Pedro, y a Santiago, y a Juan, y subió a un monte a orar.
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Lc 9:49
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Entonces Juan, tomando la palabra, dijo: Maestro, hemos visto a uno lanzar los demonios en tu nombre, pero se lo hemos vedado; porque no anda con nosotros en tu seguimiento.
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