Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Hijo

Lc 1:35 El ángel en respuesta le dijo: El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra, por esta causa el fruto santo que de ti nacerá será llamado Hijo de Dios.
Lc 2:48 Al verle, pues, sus padres quedaron maravillados; y su madre le dijo: Hijo, ¿por qué te has portado así con nosotros? Mira cómo tu padre y yo llenos de aflicción te hemos andado buscando.
Lc 4:3 Por lo que le dijo el diablo: Si tú eres el Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan.
Lc 4:9 Y lo llevó aún a Jerusalén , lo puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si tú eres el Hijo de Dios, échate de aquí abajo.
Lc 4:41 De muchos salían los demonios gritando y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios; y con amenazas les prohibía decir que sabían que él era el Cristo .
Lc 5:24 Pues para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados, levántate (dijo al paralítico), yo te lo mando, carga con tu camilla, y vete a tu casa.
Lc 6:5 Y les añadió: El Hijo del hombre es dueño aun del sábado mismo.
Lc 6:22 Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y os separen, y os afrenten, y abominen de vuestro nombre como maldito, en odio del Hijo del hombre;
Lc 7:34 Ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe y decís: He aquí un hombre voraz y bebedor, amigo de publicanos y de gentes de mala vida.
Lc 8:28 Este, pues, así que vio a Jesús , se arrojó a sus pies, y le dijo a grandes gritos: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús , Hijo del Dios altísimo? Te ruego que no me atormentes.
Lc 9:22 Y añadió: Porque conviene que el Hijo del hombre padezca muchos tormentos y sea condenado por los ancianos, y los príncipes de los sacerdotes, y los escribas, y sea muerto, y resucite al tercer día.
Lc 9:26 Porque quien se avergonzare de mí y de mis palabras, de ése se avergonzará el Hijo del hombre, cuando venga en su majestad, y en la de su Padre, y de los santos ángeles.
Lc 9:44 Con lo que todos quedaban pasmados del gran poder de Dios; y mientras todo el mundo no cesaba de admirar las cosas que hacía, él dijo a sus discípulos: Grabad en vuestro corazón lo que voy a deciros: El Hijo del hombre está para ser entregado en manos de los hombres.
Lc 9:56 El Hijo del hombre no ha venido para perder a los hombres, sino para salvarlos. Y con esto se fueron a otra aldea.
Lc 9:58 Pero Jesús le respondió: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas entiende que el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar su cabeza.
Lc 10:22 El Padre ha puesto en mi mano todas las cosas. Y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo quisiera revelarlo.
Lc 10:22 El Padre ha puesto en mi mano todas las cosas. Y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo quisiera revelarlo.
Lc 10:22 El Padre ha puesto en mi mano todas las cosas. Y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo quisiera revelarlo.
Lc 11:30 pues a la manera que Jonás fue un prodigio para los ninivitas, así el Hijo del hombre lo será para los de esta nación.
Lc 12:8 Os digo, pues que cualquiera que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del hombre le confesará, delante de los ángeles de Dios.
Lc 12:10 Si alguno habla contra el Hijo del hombre, este pecado se le perdonará; pero no habrá perdón para quien blasfemare contra el Espíritu Santo.
Lc 12:40 Así vosotros estad siempre prevenidos; porque a la hora que menos pensáis vendrá el Hijo del hombre.
Lc 15:31 Hijo mío, respondió el padre, tú siempre estás conmigo, y todos los bienes míos son tu-yos;
Lc 16:25 Le respondió Abrahán: Hijo, acuérdate que recibiste bienes durante tu vida, y Lázaro al contrario males; y así éste ahora es consolado, y tú atormentado;
Lc 17:22 Con esta ocasión dijo a sus discípulos: Tiempo vendrá en que desearéis ver uno de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis.
Lc 17:24 Porque como el relámpago brilla y se deja ver de un cabo del cielo al otro, iluminando la atmósfera, así se dejará ver el Hijo del hombre el día suyo.
Lc 17:26 Lo que acaeció en el tiempo de Noé , igualmente acaecerá el día del Hijo del hombre:
Lc 17:30 De esta manera será el día en que se manifestará el Hijo del hombre.
Lc 18:8 Os aseguro que no tardará en vengarlos. Pero cuando viniere el Hijo del hombre, ¿os parece que hallará fe sobre la tierra?
Lc 18:31 Después tomando Jesús aparte a los doce apóstoles, les dijo: Ya veis que subimos a Jerusalén , donde se cumplirán todas las cosas que fueron escritas por los profetas acerca del Hijo del hombre;
Lc 18:39 Los que iban delante, le reprendían para que callase. Pero él levantaba mucho más el grito: ¡Hijo de David, ten piedad de mí!
Lc 19:10 Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que había perecido.
Lc 21:27 Y entonces será cuando verán al Hijo del hombre venir sobre una nube con gran poder y majestad.
Lc 21:36 Velad, pues, orando en todo tiempo, a fin de merecer el evitar todos estos males venideros, y comparecer ante el Hijo del hombre.
Lc 22:22 Verdad es que el Hijo del hombre, según está decretado, va a su camino; pero ¡ay de aquel hombre que le traicionará!
Lc 22:48 Y Jesús le dijo: ¡Oh Judas!, ¿con un beso entregas al Hijo del hombre?
Lc 22:69 Pero después de ahora, el Hijo del hombre estará sentado a la diestra del poder de Dios.
Lc 22:70 Dijeron entonces todos: ¿Luego tú eres el Hijo de Dios? Les respondió él: Así es, que yo soy, como vosotros decís.
Lc 24:7 diciendo: Conviene que el Hijo del hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y crucificado, y que al tercer día resucite.
Jn 1:34 Yo le he visto; y por eso doy testimonio de que él es el Hijo de Dios.
Jn 1:49 Al oír esto Natanael, le dijo: ¡Oh Maestro!, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel.
Jn 1:51 Y le añadió: En verdad, en verdad os digo, que algún día veréis abierto el cielo, y a los ángeles de Dios subir y bajar, sirviendo al Hijo del hombre.
Jn 3:13 Ello es así que nadie subió al cielo, sino aquel que ha descendido del cielo, a saber, el Hijo del hombre, que está en el cielo.
Jn 3:14 Al modo que Moisés en el desierto levantó en alto la serpiente de bronce, así también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto,
Jn 3:17 Pues no envió Dios su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que por su medio el mundo se salve.
Jn 3:18 Quien cree en él, no es condenado: pero quien no cree, ya tiene hecha la condena; porque no cree en el nombre del Hijo unigénito de Dios.
Jn 3:35 El Padre ama al Hijo, y ha puesto todas las cosas en su mano.
Jn 3:36 Aquel que cree en el Hijo de Dios, tiene vida eterna; pero quien no da crédito al Hijo, no verá la vida, sino que al contrario, la ira de Dios permanece siempre sobre su cabeza.
Jn 3:36 Aquel que cree en el Hijo de Dios, tiene vida eterna; pero quien no da crédito al Hijo, no verá la vida, sino que al contrario, la ira de Dios permanece siempre sobre su cabeza.
Jn 5:19 En verdad, en verdad os digo, que no puede hacer el Hijo por sí cosa alguna, fuera de lo que viere hacer al Padre; porque todo lo que éste hace, lo hace igualmente el Hijo.