Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Ezequías

II Par 29:20 En consecuencia, el rey Ezequías , levantándose muy de mañana, congregó a todos los príncipes o magnates de la ciudad, y subió al templo del Señor,
II Par 29:27 Entonces ordenó Ezequías que se ofreciesen los holocaustos sobre el altar; y mientras que los holocaustos se ofrecían, comenzaron a cantar las alabanzas del Señor, y a tocar las trompetas, y acompañar el canto con los varios instrumentos músicos, dispuestos por David, rey de Israel.
II Par 29:30 En fin, Ezequías y los príncipes mandaron a los levitas que alabasen al Señor con los cánticos de David y del profeta Asaf; y lo hicieron con gran alegría, y dobladas las rodillas en tierra adoraron al Señor.
II Par 29:31 Añadió todavía Ezequías : Vosotros habéis sido consagrados al Señor; venid, pues, y ofreced víctimas y alabanzas en la casa del Señor. Y toda la muchedumbre ofreció víctimas, y alabanzas, y holocaustos con devoto corazón.
II Par 29:36 De lo que manifestaron gran gozo Ezequías y todo el pueblo, viendo la restauración del culto del Señor. Porque semejante resolución había sido tomada de improviso.
II Par 30:1 Envió después Ezequías por todo Israel y Judá, y en particular escribió cartas a Efraín y a Manasés, convidándolos a venir al templo del Señor en Jerusalén para celebrar la Pascua del Señor Dios de Israel.
II Par 30:18 Y aun gran parte del pueblo de Efraín, y de Manasés, y de Isacar, y de Zabulón, que no estaba purificada, comieron el cordero, no según la Escritura. Mas Ezequías hizo oración por ellos, diciendo: El Señor, que es infinitamente bueno, se apiadará
II Par 30:22 Ezequías por su parte dio las gracias a todos los levitas, los cuales tenían mucho conocimiento en las cosas del Señor, y los alentó; y los siete días que duró la solemnidad comieron de las víctimas pacíficas que ofrecían, alabando al Señor Dios de sus padres.
II Par 30:24 Porque Ezequías , rey de Judá, había dado para aquel gentío mil toros y siete mil ovejas; para el cual los príncipes o magnates habían añadido mil toros y diez mil ovejas; por lo que se purificó un gran número de sacerdotes.
II Par 31:2 Y Ezequías restableció las clases de los sacerdotes y levitas según sus turnos, poniendo a cada uno, así de los sacerdotes como de los levitas, en su propio oficio, para que ofreciesen los holocaustos y las víctimas pacíficas, a fin de que sirviesen y glorificasen a Dios, y cantasen en las puertas del campamento o atrios de la casa del Señor.
II Par 31:8 Y entrando allí Ezequías y sus cortesanos, al ver los montones, bendijeron al Señor, y elogiaron al pueblo de Israel.
II Par 31:9 Y preguntó Ezequías a los sacerdotes y levitas, por qué estaban allí por tierra aquellos montones.
II Par 31:11 Mandó, pues, Ezequías que dispusiesen almacenes en la casa del Señor; lo cual ejecutado,
II Par 31:13 Y después de éste a Jahiel, y a Azarías, y a Nahat, y a Asael, y a Jerimot, y a Jozabad, y a Eliel, y a Jesmaquías y a Mahat, y a Banaías, que fueron los administradores bajo las órdenes de Conenías, y de Semei, su hermano, por mandato del rey Ezequías , y de Azarías, sumo sacerdote de la casa de Dios, a quienes se daba cuenta de todo.
II Par 31:20 Hizo, pues, Ezequías todas estas cosas que hemos dicho en todo el reino de Judá; y obró lo que era bueno, recto y justo delante del Señor Dios suyo,
II Par 32:1 Después de estas cosas, y de tanta fidelidad de Ezequías , sobrevino Sennaquerib, rey de los asirios; y entrándose por las tierras de Judá, puso sitio a las ciudades fuertes para apoderarse de ellas.
II Par 32:2 Lo cual visto por Ezequías , es a saber, que Sennaquerib se acercaba, y que todo el ímpetu de la guerra se dirigía contra Jerusalén ,
II Par 32:8 Pues él tiene consigo un brazo de carne; pero con nosotros está el Señor Dios nuestro, el cual es nuestro defensor, y pelea por nosotros. Al oír el pueblo estas palabras de Ezequías , rey de Judá, cobró gran aliento.
II Par 32:9 Pasadas estas cosas, Sennaquerib, rey de los asirios (estando con todo su ejército sitiando a Laquís) envió sus mensajeros a Jerusalén a decir a Ezequías , rey de Judá, y a todo el pueblo que se hallaba en la ciudad:
II Par 32:11 ¿Acaso os tiene engañados Ezequías para dejaros morir de hambre y de sed, con aseguraros que el Señor, vuestro Dios, os librará de las manos del rey de los asirios?
II Par 32:12 Pues, ¿no es ese Ezequías el que destruyó sus adoratorios en las alturas y sus altares; y habló a los habitantes de Judá y de Jerusalén , diciendo: Delante de un solo altar habéis de adorar, y en él solo quemar el incienso?
II Par 32:15 No os dejéis, pues, engañar de Ezequías , ni seducir con vanas persuasiones, y no le deis crédito; porque si ninguno de los dioses de las naciones, ni de los otros reinos, pudo librar a su pueblo de mis manos, ni de las manos de mis padres, es consiguiente que tampoco vuestro Dios podrá libertaros de caer en las mías.
II Par 32:16 Otras muchas cosas hablaron también los mensajeros de Sennaquerib contra el Señor Dios y contra Ezequías , su siervo.
II Par 32:17 Escribió igualmente unas cartas llenas de blasfemias contra el Señor Dios de Israel, diciendo contra él: Así como los dioses de las demás naciones no pudieron librar a sus pueblos de caer en mis manos, tampoco podrá el Dios de Ezequías salvar a su pueblo del poder mío.
II Par 32:20 Pero el rey Ezequías y el profeta Isaías, hijo de Amós, hicieron oración contra este blasfemador, y alzaron sus clamores hasta el cielo.
II Par 32:22 De esta suerte salvó el Señor a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén , de las manos de Sennaquerib, rey de los asirios, y de las manos de los demás enemigos, y les dio paz por todas partes.
II Par 32:23 Y muchos ofrecían también víctimas para los sacrificios del Señor en Jerusalén , y presentes a Ezequías , rey de Judá; el que de allí en adelante gozó de gran consideración entre las naciones todas.
II Par 32:24 Por aquel tiempo cayó Ezequías enfermo de muerte, e hizo oración al Señor; el cual le oyó, y le dio una señal de ello.
II Par 32:25 Pero Ezequías no correspondió a los beneficios recibidos, porque su corazón se envaneció, por lo cual la ira del Señor se encendió contra él, y contra Judá, y contra Jerusalén .
II Par 32:26 Mas después se humilló arrepentido de haberse ensoberbecido en su corazón, tanto él como los habitantes de Jerusalén ; por cuya razón no descargó sobre ellos la ira del Señor, mientras vivió Ezequías .
II Par 32:27 Como quiera, Ezequías fue muy rico y esclarecido, y juntó grandes tesoros de plata y oro, y piedras preciosas, y aromas, y todo género de armas y de alhajas de gran valor.
II Par 32:30 Este es Ezequías , que tapó el manantial o fuente alta de las aguas de Gihón, y las encaminó por un conducto subterráneo hacia el poniente de la ciudad de David. En todas sus empresas salió felizmente, a medida de su deseo.
II Par 32:32 Por lo que toca a las otras acciones de Ezequías y sus obras de misericordia, se hallan escritas en la Visión del profeta Isaías, hijo de Amós, y en el Libro de los Reyes de Judá y de Israel.
II Par 32:33 Al fin Ezequías fue a descansar con sus padres, y lo sepultaron en un lugar elevado sobre los sepulcros de los hijos de David, sus predecesores; y celebró sus exequias todo el reino de Judá, con todos los moradores de Jerusalén ; y lo sucedió en el reino su hijo Manasés.
II Par 33:3 y restableció otra vez los adoratorios en los lugares altos, demolidos por su padre Ezequías ; y erigió altares a los Baales o ídolos, y plantó arboledas en honor suyo, y adoró a toda la milicia del cielo, y le rindió culto.
I Esd 2:16 Hijos de Ater, que descendían de Ezequías , noventa y ocho.
Prov 25:1 También son de Salomón estas parábolas siguientes, que copiaron los varones encargados de Ezequías , rey de Judá.
Ecli 48:19 Ezequías fortificó su ciudad, y condujo el agua al centro de ella; y excavó a poco o a fuerza del hierro una peña viva, e hizo en ella una gran cisterna para conservar el agua.
Ecli 48:25 porque Ezequías hizo lo que era del agrado de Dios, y siguió con firmeza las sendas de David, su padre, como se lo había recomendado Isaías, profeta grande y fiel en la presencia del Señor.
Ecli 49:5 A excepción de David, de Ezequías y de Josías, todos los otros pecaron;
Isa 1:1 Visión profética que tuvo Isaías, hijo de Amós, en orden a las cosas de Judá y de Jerusalén , en tiempo de Ozías, de Joatán, de Acaz y de Ezequías , reyes de Judá.
Isa 36:1 Y sucedió que el año decimocuarto del reinado de Ezequías , Sennaquerib, rey de los asirios, puso sitio a todas las ciudades fortificadas de Judea, y se apoderó de ellas.
Isa 36:2 Y envió después él mismo a Rabsaces su general, desde Laquís a Jerusalén con un grueso cuerpo de tropas contra el rey Ezequías ; y Rabsaces puso su acampamento en el acueducto del estanque superior, en el camino del campo del Batanero.
Isa 36:4 Y Rabsaces les habló de esta manera: Decid a Ezequías : El gran rey, el rey de los asirios, dice: ¿Qué seguridad es esa en que confías tú?
Isa 36:7 Que si tú me respondieres: Nosotros confiamos en el Señor Dios nuestro, acaso ¿no es ése aquel mismo cuyos lugares altos y cuyos altares destruyó Ezequías , diciendo a Judá y a Jerusalén : Solamente ante este altar adoraréis con sacrificios a Dios?
Isa 36:14 Esto dice el rey: No os engañe Ezequías , pues no podrá libraros.
Isa 36:15 No os llene Ezequías la cabeza de confianza en el Señor diciéndoos: Sin falta nos librará el Señor, no temáis, no será entregada esta ciudad en manos de los asirios.
Isa 36:16 No escuchéis a Ezequías ; porque esto dice el rey de los asirios: Aceptad la paz que os ofrezco y venid a tratar conmigo de vuestra rendición, y comerá cada uno del fruto de su viña, y cada uno del fruto de su higuera y beberá cada cual de vosotros el agua de su cisterna.
Isa 36:18 Y no os conturbe Ezequías diciendo: El Señor nos librará. ¿Acaso los dioses de las gentes han librado cada uno a su tierra de las manos del rey de los asirios?
Isa 36:22 Y en seguida Eliacim, hijo de Helcías, mayordomo mayor del palacio, y Sobna, doctor de la ley, y Joahe, hijo de Asaf, canciller, rasgados sus vestidos, volvieron a Ezequías y le refirieron las palabras de Rabsaces.