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Gen 14:20
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Y bendito sea el excelso Dios, por cuya protección han caído en tus manos los enemigos. Y le dio Abram diezmo de todo lo que traía.
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Ex 34:29
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Y al bajar Moisés del monte Sinaí , traía consigo las dos tablas de la ley, mas no sabía que a causa de la conversación con el Señor, despedía su rostro rayos de luz.
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Deut 33:2
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Dijo así: De Sinaí vino el Señor, y de Seir nos esclareció; resplandeció desde el monte Farán, y con él millares de santos. En su mano derecha traía la ley que nos dio desde en medio del fuego.
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I Rey 14:43
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Dijo, pues, Saúl a Jonatás: Declárame qué es lo que has hecho. Jonatás lo confesó todo, diciendo: Gusté ansiosamente con la punta del bastón que traía en la mano, un poquito de miel, y he aquí que voy a morir por eso. Aquí me tienes, yo moriré.
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I Rey 17:40
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y cogiendo el cayado que llevaba siempre en la mano, escogió del torrente cinco guijarros bien lisos; se los metió en el zurrón de pastor que traía consigo, tomó la honda en su mano, y se fue en busca del filisteo.
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III Rey 10:2
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Y entretanto en Jerusalén con gran pompa de acompañamiento y de riquezas, con camellos cargados de aromas y de oro sin cuento, y de piedras preciosas, fue a ver al rey Salomón , y le propuso todas las cuestiones que traía meditadas en su corazón.
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III Rey 11:30
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Cogiendo, pues, Ahías la capa nueva, que traía puesta, la rasgó en doce partes,
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IV Rey 4:42
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Vino a la sazón un hombre de Baalsalisa, que traía para el varón de Dios panes de primicias, veinte panes de cebada, y espigas de trigo nuevo en su alforja. Y dijo Eliseo a su criado: Dáselo a la gente para que coma.
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I Par 20:5
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Otra guerra hubo también contra los filisteos, en la cual Areodato, hijo de Salto, natural de Betlehem, mató a un hermano de Goliat de Get, que traía una lanza, cuyo astil era como un rodillo de tejedores.
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II Par 9:21
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Pues la flota del rey iba de tres en tres años a Tarsis con los siervos de Hiram, y traía de allí oro, y plata, y marfil, y monas, y pavos.
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II Esd 6:5
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Finalmente, Sanaballat me despachó por la quinta vez con la misma comisión un criado suyo, el cual traía en su mano una carta escrita en los siguientes términos:
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II Esd 13:12
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Y todo Judá traía el diezmo del trigo, del vino y del aceite, a las trojes;
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Tob 2:19
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Entretanto Ana, su mujer, iba todos los días a tejer, y traía el sustento que podía ganar con el trabajo de sus manos.
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Sab 18:16
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y con una aguda espada que traía tu irresistible decreto, a su llegada derramó por todas partes la muerte; y estando sobre la tierra alcanzaba hasta el cielo.
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Ezeq 9:2
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Y he aquí seis varones respetables que venían por el camino de la puerta superior que mira al norte, y cada uno de ellos traía en su mano un instrumento de muerte; había también en medio de ellos un varón, o personaje, con vestiduras de lino, el cual traía un recado de escribir en la cintura, y entraron, y se pusieron junto al altar de bronce.
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Ezeq 9:2
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Y he aquí seis varones respetables que venían por el camino de la puerta superior que mira al norte, y cada uno de ellos traía en su mano un instrumento de muerte; había también en medio de ellos un varón, o personaje, con vestiduras de lino, el cual traía un recado de escribir en la cintura, y entraron, y se pusieron junto al altar de bronce.
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II Mac 12:20
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Entretanto el Macabeo, tomando consigo seis mil hombres, y distribuyéndolos en batallones, marchó contra Timoteo que traía ciento veinte mil hombres de a pie, y dos mil quinientos de a caballo.
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II Mac 13:2
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acompañado de Lisias, tutor y regente del reino; y que traía consigo ciento diez mil hombres de a pie, y cinco mil de a caballo, y veintidós elefantes y trescientos carros armados de cuchillos.
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Mc 1:6
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Andaba Juan vestido con un saco de pelos de camello, y traía un ceñidor de cuero a la cintura, sustentándose de langostas y miel silvestre. Y predicaba diciendo:
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Hech 8:11
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La causa de su adhesión a él era porque ya hacía mucho tiempo que los traía embaucados con su arte mágica.
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Apoc 12:4
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y su cola traía arrastrando la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó a la tierra; este dragón se puso delante de la mujer, que estaba para dar a luz a fin de tragarse al hijo, luego que ella lo hubiese dado a luz.
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Apoc 20:9
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Mas Dios llovió fuego del cielo, que los consumió; y el diablo, que los traía engañados, fue precipitado en el estanque de fuego y azufre, donde también la bestia
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