Ex 1:17
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Pero las parteras temieron a Dios, y no ejecutaron la orden del rey de Egipto, sino que conservaban la vida a los niños.
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Ex 1:21
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Y por cuanto las parteras temieron más a Dios que al rey, afirmó sus casas, dándoles hijos y bienes.
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Ex 34:30
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Aarón, pues, y los hijos de Israel, viendo resplandeciente la cara de Moisés, temieron acercársele.
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I Rey 7:7
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Mas oyendo los filisteos que los israelitas se habían congregado en Masfa, salieron sus sátrapas o príncipes contra Israel; lo cual sabiendo los hijos de Israel, temieron el encuentro de los filisteos,
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Jud 4:1
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Habiendo sabido, pues, todo esto los hijos de Israel, que habitaban la tierra de Judea, temieron sobremanera su llegada.
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Jer 26:19
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¿Fue por ventura Miqueas condenado a muerte por Ezequías , rey de Judá, y todo su pueblo? Al contrario ¿no temieron ellos al Señor e imploraron su clemencia, y el Señor se arrepintió o desistió de enviarles el castigo con que les había amenazado? Luego nosotros cometeríamos un gran pecado en daño de nuestras almas.
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Jer 36:24
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Y así ni el rey, ni ninguno de sus cortesanos que oyeron todas estas palabras o amenazas, temieron por esto, ni rasgaron sus vestiduras en señal de dolor.
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Jon 1:5
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Y temieron los marineros, y cada uno clamó a su dios, y arrojaron al mar el cargamento de la nave, a fin de aligerarla. Jonás dormía profundamente en lo más hondo de la nave, a donde se había bajado.
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I Mac 12:28
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Pero cuando los enemigos supieron que Jonatás estaba preparado con sus tropas para la batalla, temieron y huyeron despavoridos, dejando encendidos fuegos, u hogueras, en su campamento.
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Mc 12:12
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En la hora maquinaban cómo prenderle; porque bien conocieron que a ellos había enderezado la parábola; mas temieron al pueblo, y así dejándolo se marcharon.
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Lc 20:19
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Entonces los príncipes de los sacerdotes y los escribas desearon prenderle en aquella misma hora; porque bien conocieron que contra ellos se dirigía la parábola propuesta; mas temieron al pueblo.
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Heb 11:23
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Por la fe Moisés, cuando nació, fue ocultado por sus padres, durante el espacio de tres meses, porque vieron tan gracioso al niño, y así es que no temieron el edicto del rey.
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