Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

sinceridad

IV Rey 20:3 ¡Ah Señor!, acuérdate, te suplico, que yo he andado delante de ti con sinceridad y rectitud de corazón, haciendo lo que es agradable a tus ojos. Y derramó Ezequías abundancia de lágrimas.
I Esd 8:22 Pues tuve vergüenza de pedir al rey escolta de soldados de a caballo, que nos defendiera de los enemigos en el viaje; porque habíamos dicho al rey: La mano de nuestro Dios asiste a todos aquellos que le buscan con sinceridad; y su imperio, y su poder, y su indignación se hacen sentir de todos los que le abandonan.
Prov 11:20 Abominado es del Señor el corazón perverso; y se complace en aquellos que proceden con sinceridad.
Ecli 6:15 Nada hay comparable con el amigo fiel; ni hay peso de oro ni de plata que sea digno de ponerse en la balanza con la sinceridad de su fe.
Isa 38:3 diciendo: Acuérdate, te ruego, y suplico, ¡oh Señor!, de cómo he caminado en tu presencia con sinceridad y con un corazón perfecto y que he hecho lo que era agradable a tus ojos. Y prorrumpió Ezequías en un deshecho llanto.
Jer 42:5 Y dijeron ellos a Jeremías: Sea el Señor entre nosotros testigo de la verdad y sinceridad nuestra y castíguenos, si no cumpliéremos fielmente todo cuanto nos mandare decir por tu boca el Señor Dios tuyo.
I Mac 2:60 Daniel, por su sinceridad, fue librado de la boca de los leones."
I Cor 5:8 Por tanto, celebremos la fiesta, o el convite pascual, no con levadura añeja, ni con levadura de malicia y de corrupción, sino con los panes ázimos de la sinceridad y de la verdad.
II Cor 1:12 Porque toda nuestra gloria consiste en el testimonio que nos da la conciencia de haber procedido en este mundo con sencillez de corazón y sinceridad delante de Dios, no con la prudencia de la carne, sino según la gracia de Dios o espíritu de la buena nueva, y especialmente entre vosotros.
II Cor 2:17 Pero ciertamente no somos nosotros como muchísimos que adulteran la palabra de Dios, sino que la predicamos con sinceridad, como de parte de Dios, en la presencia de Dios, y según el espíritu de Cristo .
II Cor 4:2 antes bien desechamos lejos de nosotros las ocultas infamias o disimulos vergonzosos de los falsos hermanos, no procediendo con artificio, ni alterando la palabra de Dios, sino alegando únicamente en abono nuestro para con todos aquellos que juzguen de nosotros según su conciencia, la sinceridad con que predicamos la verdad delante de Dios.