Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

saco

Gen 42:27 En la posada, abriendo uno de ellos el costal para dar un pienso al jumento, visto el dinero en la boca del saco,
Gen 42:28 dijo a sus hermanos: Me han vuelto el dinero; vedle aquí en el saco. Ellos, atónitos y sobresaltados, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto que ha hecho Dios con nosotros?
Gen 44:1 Y dio José esta orden a su mayordomo, diciéndole: Llénales de trigo los costales, hasta que no quepa más, y pon el dinero de cada uno en la boca del saco.
Ex 32:12 ¡Ah! que no digan, te ruego, jamás los egipcios: Los saco maliciosamente fuera de Egipto para matarlos en los montes y exterminarlos de la tierra. Apláquese tu ira, y perdona la maldad de tu pueblo.
Núm 5:15 la llevará delante del sacerdote, y ofrecerá por ella en oblación la décima parte de un saco de harina de cebada, sin verter aceite encima, ni poner incienso; porque es éste un sacrificio por celos y ofrenda para descubrir un adulterio.
II Rey 21:10 Pero Resfa, hija de Aya, tomando un saco de cilicio, los extendió a sus pies sobre una piedra, y se estuvo allí desde el principio de la siega hasta que cayó sobre los cadáveres lluvia del cielo, impidiendo que los devorasen de día las aves del cielo, y de noche las fieras.
III Rey 21:27 Mas así que Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestidos, cubrió su carne con un cilicio, ayunó, y durmió envuelto en el saco de penitencia, y andaba cabizbajo o humillado.
IV Rey 6:30 Oído esto, rasgó el rey sus vestidos, y prosiguió andando por la muralla; y vio todo el pueblo el cilicio o saco que llevaba vestido a raíz de sus carnes.
IV Rey 19:1 Así que lo oyó el rey Ezequías , rasgó sus vestiduras, y se cubrió de un saco, y se fue a la casa del Señor.
Est 4:1 Habiendo sabido esto Mardoqueo, rasgó sus vestidos, y se vistió de un saco o cilicio, esparciendo ceniza sobre su cabeza; y en medio de la plaza de la ciudad clamaba en alta voz, manifestando la amargura de su corazón;
Est 4:4 Y las camaristas de Ester y los eunu-cos, entraron a darle parte. La cual, al oírlo quedó consternada. Y envió un vestido a Mardoqueo, para que quitándose el saco, se lo vistiese; pero Mardoqueo no quiso recibirlo.
Ecli 25:24 La malignidad de la mujer la hace inmutar su semblante y poner tétrico y ceñudo aspecto, como el de un oso, y la presenta tal como un saco o vestido de luto.
Isa 15:3 Andan por sus calles vestidos de saco; sobre sus terrados y por sus plazas sólo se oyen aullidos acompañados de lágrimas.
Isa 20:2 en aquel mismo tiempo habló el Señor a Isaías, hijo de Amós, diciendo: Ve y despójate de tu saco o sayal, y quita de tus pies el calzado. Y lo hizo así Isaías, yendo desnudo, o con sola la ropa interior, y descalzo.
Isa 22:12 Y el Señor Dios de los ejércitos os llamará aquel día a llanto y a gemidos, y a raer la cabeza, y a vestiros de saco.
Isa 37:1 Y cuando lo oyó el rey Ezequías rasgó sus vestidos, se vistió de saco o cilicio, y entró en la casa del Señor;
Isa 50:3 Cubriré los cielos de tinieblas, y los vestiré de un saco de luto.
Jer 48:37 Porque toda cabeza quedará rapada, y raída será toda barba en señal de tristeza, atadas o sajadas se verán todas las manos, y toda espalda se cubrirá de saco o cilicio.
Bar 4:20 Me desnudé del manto o vestido de paz y regocijo, y me vestí del saco de rogativa, y clamaré al Altísimo todos los días de mi vida.
Amós 8:10 Y convertiré en llanto vuestras fiestas, y en lamentos todos vuestros cantares, y a todos vosotros os echaré el saco de cilicio sobre las espaldas, y os haré raer la cabeza; y a la hija de Israel la pondré de duelo, cual suele ponerse la que ha perdido un hijo único, y haré que su fin sea un día de amargura.
Jon 3:6 Y llegó la noticia al rey de Nínive, y se levantó del trono, y despojándose de sus regias vestiduras, se vistió de saco, y se sentó sobre la ceniza.
Ag 1:6 Habéis sembrado mucho, y recogido poco; habéis comido y no os habéis saciado, habéis bebido, y no os habéis animado; os habéis cargado de ropa y no os habéis calentado; y aquel que ganaba salarios, los ha ido poniendo en saco roto.
Mc 1:6 Andaba Juan vestido con un saco de pelos de camello, y traía un ceñidor de cuero a la cintura, sustentándose de langostas y miel silvestre. Y predicaba diciendo:
Jn 19:4 Ejecutado esto, salió Pilatos de nuevo afuera, y les dijo: He aquí que os le saco fuera, para que reconozcáis que yo no hallo en él delito ninguno.
Apoc 6:12 Vi así mismo cómo abrió el sexto sello; y al punto se sintió un gran terremoto, y el sol se puso negro como un saco de cilicio, o de cerda, y la luna se volvió toda roja como sangre.