Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

rojo

Ex 26:14 Harás también al Tabernáculo otra cubierta de pieles de carneros, teñidas de rojo, y sobre ésta otra cubierta de pieles moradas.
Ex 35:7 pieles de carneros teñidos de rojo y moradas, maderas de setim,
Ex 35:23 Los que tenían jacinto, púrpura y grana dos veces teñida, lino fino y pelo de cabras, pieles de carneros teñidas de rojo, o también moradas,
Ex 36:19 Otra cubierta del Tabernáculo la hizo de pieles de carneros teñidas de rojo, y otra sobrecubierta de pieles de color de jacinto o moradas.
Ex 39:33 la cubierta de pieles de carnero teñidas de rojo, y otra sobrecubierta de pieles de jacinto o moradas,
Lev 14:37 y si viere en las paredes unos hoyitos y lugares afeados con manchas como de color amarillo o rojo, y más hundidos que los demás de la superficie,
Prov 23:31 ¡Ah!, no mires al vino cuando se pone rojo, cuando resalta su color en el vidrio; él entra suavemente.
Sab 13:14 o darle la semejanza de un animal, pintándolo de rojo, y poniéndole la encarnadura y cubriéndole todos los agujeros y hendiduras que hay en él;
Isa 1:18 Y entonces venid y argüidme, dice el Señor: Aunque vuestros pecados os hayan teñido como la grana, quedarán vuestras almas blancas como la nieve; y aunque fuesen teñidas de encarnado como el rojo, se volverán del color de la lana más blanca.
Isa 63:2 Pues, ¿por qué está rojo tu vestido, y está tu ropa como la de aquellos que pisan la vendimia en el lagar?
Jer 22:14 Aquel que va diciendo: Yo me edificaré un suntuoso palacio y espaciosos salones; que ensancha sus ventanas y hace artesonados de cedro, pintándolos de rojo.
Zac 1:8 Tuve, pues, de noche esta visión: Vi a un hombre montado sobre un caballo rojo, que estaba parado entre unos mirtos que había en una hondonada; y detrás de él había caballos rojos, manchados y blancos.
Apoc 6:4 Y salió otro caballo rojo; y al que lo montaba se le concedió el poder de desterrar la paz de la tierra, y de hacer que los hombres se matasen unos a otros; y así, se le dio una gran espada.
Apoc 12:3 Al mismo tiempo se vio en el cielo otro portento; y era un dragón descomunal rojo con siete cabezas y diez cuernos, y en las cabezas tenía siete diademas,