Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

reine

Lev 26:6 Haré que reine la paz en vuestros confines. Dormiréis y no habrá quien os espante. Ahuyentaré las bestias dañinas y no entrará espada en vuestros términos.
Deut 17:20 Y para que su corazón no se ensorbezca sobre sus hermanos, ni decline a la diestra, ni a la siniestra de la Ley del Señor; a fin de que reine largo tiempo así él como sus hijos sobre Israel.
Juec 8:23 A los cuales él respondió: No seré yo príncipe vuestro, ni tampoco lo será mi hijo; sino que el Señor será quien domine y reine sobre vosotros.
I Rey 8:7 y el Señor le dijo: Escucha la voz de ese pueblo, y condesciende a todo lo que te pide, porque no te ha desechado a ti, sino a mí, para que no reine sobre ellos.
I Rey 16:1 Entonces dijo el Señor a Samuel: ¿Hasta cuándo has tú de llorar a Saúl, habiéndole yo desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno o botijo de óleo, y ven; que quiero enviarte a Isaí, natural de Betlehem; porque de entre sus hijos me he provisto de un rey.
IV Rey 20:19 Respondió Ezequías a Isaías: Justa es la sentencia del Señor pronunciada por tu boca; reine a lo menos durante mi vida la paz y la verdad.
Tob 13:23 Bendito sea el Señor que la ha ensalzado; y reine en ella por los siglos de los siglos, Amén.
Salm 118:133 Endereza mis pasos según la norma de tus palabras, y haz que no reine en mí injusticia alguna.
Ecli 50:25 orad, digo, para que nos dé la alegría del corazón, y que reine la paz en Israel en nuestros días y para siempre.
Jer 33:21 podrá también ser nula la alianza mía con David, mi siervo, de suerte que no nazca de él un hijo que reine en su trono, y no haya levitas y sacerdotes ministros míos.
I Mac 13:40 Finalmente, si se hallan entre vosotros algunos que sean a propósito para ser alistados entre los nuestros, alístense, y reine la paz entre nosotros."
Rom 5:21 a fin de que al modo que reinó el pecado para dar la muerte, así también reine la gracia en virtud de la justicia para dar la vida eterna, por Jesucristo nuestro Señor.
Rom 6:12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que obedezcáis a sus concupiscencias.