Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

rapiña

Gen 15:11 Y bajaban las aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, y Abram los ojeaba.
Ezeq 23:46 Porque esto dice el Señor Dios: Conduce contra ellas al ejército, y abandónalas al terror y a la rapiña;
Dan 4:30 En aquel mismo punto se cumplió en Nabucodonosor esta sentencia, y fue separado de la compañía de los hombres, y comió heno como el buey, y su cuerpo recibió el rocío del cielo; de suerte que le crecieron los cabellos como si fuesen alas de un águila, y las uñas como las de las aves de rapiña.
Dan 11:33 Y los sabios del pueblo iluminarán a mucha gente, haciéndose víctima de la espada, del fuego, del cautiverio y de la rapiña o saqueo, que durará muchos días.
Amós 3:10 No han sabido lo que es hacer justicia, dice el Señor, han amontonado en sus casas tesoros de iniquidad y de rapiña.
II Mac 9:15 prometiendo así mismo igualar con los atenienses a estos mismos judíos a quienes poco antes había juzgado indignos de sepultura, y les había dicho que los arrojaría a las aves de rapiña y a las fieras, para que los despedazasen, y que acabaría hasta con los niños más pequeños.
Lc 11:39 Mas el Señor le dijo: Vosotros, ¡oh fariseos!, tenéis cuidado en limpiar el exterior de las copas y de los platos; pero el interior de vuestro corazón está lleno de rapiña y de maldad.
I Cor 5:10 Claro está que no entiendo decir con los deshonestos de este mundo, o con los avarientos o con los que viven de rapiña, o con los idólatras; de otra suerte era necesario que os salieseis de este mundo.
I Cor 5:11 Cuando os escribí que no trataseis con tales sujetos, quise decir que si aquel que es del número de vuestros hermanos, es deshonesto o avariento, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o vive de rapiña, con este tal, ni tomar bocado.
I Cor 6:10 ni los afeminados, ni los sodomitas, ni los ladrones, ni los avarientos, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los que viven de rapiña, han de poseer el reino de Dios.
Heb 10:34 Porque os compadecisteis de los que estaban entre cadenas; y llevasteis con alegría la rapiña de vuestros bienes, considerando que teníais un patrimonio más excelente y duradero.