Mt 8:6
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diciendo: Señor, un criado mío está postrado en mi casa, paralítico, y padece muchísimo.
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Mt 9:2
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Cuando he aquí que le presentaron un paralítico postrado en un lecho. Y al ver Jesús su fe, dijo al tullido: Ten confianza, hijo mío, que perdonados te son tus pecados.
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Mt 9:6
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Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra potestad de perdonar pecados, levántate, dijo al mismo tiempo al paralítico, toma tu lecho y vete a tu casa.
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Mc 2:3
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Entonces llegaron unos conduciendo a cierto paralítico que llevaban entre cuatro;
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Mc 2:4
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y no pudiendo presentárselo por el gentío que estaba alrededor, descubrieron el techo por la parte bajo la cual estaba Jesús , y por su abertura descolgaron la camilla en que yacía el paralítico.
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Mc 2:5
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Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.
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Mc 2:9
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¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate, toma tu camilla y camina?
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Mc 2:10
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Pues para que sepáis que el que se llama Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados: Levántate (dijo al paralítico):
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Lc 5:18
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Cuando he aquí que llegan unos hombres que traían tendido en una camilla a un paralítico: y hacían diligencias por meterle dentro de la casa en que estaba Jesús , y ponérselo delante.
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Lc 5:24
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Pues para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados, levántate (dijo al paralítico), yo te lo mando, carga con tu camilla, y vete a tu casa.
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Hech 9:33
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Aquí halló a un hombre llamado Eneas, que hacía ocho años que estaba postrado en una cama, por estar paralítico.
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