I Mac 1:60
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y a todo hombre en cuyo poder hallaban los libros del Testamento del Señor, y a todos cuantos observaban la ley del Señor, los despedazaban luego, en cumplimiento del edicto del rey."
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II Mac 3:1
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En el tiempo, pues, que la ciudad santa gozaba de una plena paz, y que las leyes se observaban muy exactamente por la piedad del sumo sacerdote Onías, y el odio que todos tenían a la maldad,
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II Mac 5:25
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Llegado, pues, este general a Jerusalén , aparentando paz, se estuvo quieto hasta el santo día del sábado; mas en este día en que los judíos observaban el descanso, mandó a sus tropas que tomasen las armas,
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