|
Jud 15:2
|
De manera que ninguno consultaba ni siquiera con su compañero, sino que cabizbajos, abandonándolo todo, se daban prisa a escapar de los hebreos, que oían venir armados contra ellos, y a huir por las sendas de los campos y veredas de los collados.
|
|
Sab 18:1
|
Entretanto, Señor, gozaban tus santos, o escogidos, de una grandísima luz; y oían las voces de los egipcios, pero sin verlos. Y te daban a ti la gloria de que no padecían las mismas angustias,
|
|
I Mac 8:12
|
pero que con sus amigos, y con los que se entregaban con confianza en sus manos, guardaban buena amistad; y que se habían enseñoreado de los reinos, ya fuesen vecinos, ya lejanos, porque cuantos oían su nombre los temían:
|
|
Mt 7:28
|
Al fin, habiendo Jesús concluido este razonamiento, los pueblos que le oían no acababan de admirar su doctrina;
|
|
Mc 6:55
|
Y recorriendo toda la comarca empezaron las gentes a sacar en andas a todos los enfermos, llevándolos donde oían que paraba.
|
|
Lc 1:66
|
Y cuantos los oían, los meditaban en su corazón, diciéndose unos a otros: ¿Quién pensáis será este niño? Porque la mano del Señor estaba con él.
|
|
Lc 2:47
|
Y cuantos le oían quedaban pasmados de su sabiduría y de sus respuestas.
|
|
Hech 9:21
|
Todos los que le oían estaban pasmados, y decían: ¿Pues no es éste aquel mismo que con tanto furor perseguía en Jerusalén a los que invocaban este Nombre, y que vino acá de propósito para conducirlos presos a los príncipes de los sacerdotes?
|
|
Hech 10:44
|
Estando aún Pedro diciendo estas palabras, descendió el Espíritu Santo sobre todos los que oían la plática.
|
|
Hech 10:46
|
Pues los oían hablar varias lenguas y publicar las grandezas de Dios.
|