Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

maligno

I Rey 16:14 Al contrario, el espíritu del Señor se retiró de Saúl; y atormentábale un espíritu maligno por permisión del Señor.
III Rey 22:21 Mas salió del abismo el espíritu maligno, y se presentó al Señor, diciendo: Yo lo engañaré si me lo permites. Le preguntó el Señor: ¿De qué manera?
Salm 5:6 Ni morará junto a ti el maligno, ni los injustos podrán permanecer delante de tus ojos.
Salm 9:36 Quebranta el brazo del pecador y del maligno; y entonces se buscará el fruto de su pecado, y no se hallará nada.
Salm 100:4 Conmigo no han tenido cabida hombres de corazón depravado; ni he querido conocer al que con su proceder maligno se desviaba de mí.
Ecli 14:10 El ojo maligno del avaro está siempre fijo en el mal; no se saciará de pan; se estará, sí, famélico y melancólico en la mesa.
Ecli 31:14 Mira que es mala cosa el ojo maligno.
Jer 11:8 Pero no la escucharon ni prestaron oídos a mi palabra, sino que cada uno siguió los depravados apetitos de su maligno corazón; y descargué sobre ellos todo el castigo que estaba escrito en aquel pacto que les mandé guardar, y no guardaron.
Mt 13:38 el campo es el mundo; la buena simiente son los hijos del reino; la cizaña son los hijos del espíritu maligno.
Lc 9:39 y un espíritu maligno le toma, y de repente le hace dar alaridos, y le tira contra el suelo, y le agita con violentas convulsiones hasta hacerlo arrojar espuma, y con dificultad se aparta de él, después de desgarrarle sus carnes.
Lc 13:11 he aquí que vino allí una mujer, que por espacio de dieciocho años padecía una enfermedad causada de un maligno espíritu; y andaba encorvada, sin poder mirar poco ni mucho hacia arriba.
Hech 19:15 Pero el maligno espíritu respondiendo, les dijo: Conozco a Jesús , y sé quién es Pablo; mas vosotros ¿quiénes sois?
Rom 7:13 Pero qué, ¿lo que es en sí bueno, me ha causado a mí la muerte? Nada menos. Sino que el pecado, o la concupiscencia, es el que, habiéndome causado la muerte por medio de una cosa buena, cual es la ley, ha manifestado lo venenoso que él es; de manera que por ocasión del mismo mandamiento se ha hecho el pecado sobremanera maligno.
Ef 6:16 embarazando en todos los encuentros el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos encendidos del maligno espíritu.
II Tes 3:3 Pero fiel es Dios, que os fortalecerá y defenderá del espíritu maligno.
I Jn 2:13 A vosotros, padres de familia, os escribo, porque habéis conocido al que existía desde el principio . Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno espíritu.
I Jn 2:14 Os escribo a vosotros, niños, porque habéis conocido al Padre. A vosotros, hijos míos, os escribo, porque sois valerosos, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y vencisteis al maligno espíritu.
I Jn 3:12 No como Caín, el cual era hijo del maligno espíritu, y mató a su hermano. ¿Y por qué le mató? Porque sus obras eran malignas, y las de su hermano justas.
I Jn 5:18 Sabemos que todo aquel que es hijo de Dios, no peca, mas el nacimiento que tiene de Dios por la gracia le conserva; y el maligno espíritu no le toca.