Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

inicuos

Est 14:15 Y sabes que aborrezco la gloria de los inicuos, y detesto el lecho de los incircuncisos, y de cualquier extranjero.
Job 5:16 No, no quedará frustrada la esperanza del mendigo, y los inicuos no osarán despegar sus labios.
Salm 26:12 No me abandones a los deseos de mis perseguidores; porque han conspirado contra mí testigos inicuos; mas la iniquidad ha mentido o dañado a sí misma.
Salm 34:19 No tengan el placer de triunfar sobre mí mis inicuos contrarios, los que sin causa me aborrecen, y con sus ojos muestran complacencia.
Salm 103:35 Desaparezcan de la tierra los pecadores y los inicuos; de suerte que no quede ninguno. Tú, ¡oh alma mía!, bendice al Señor.
Salm 118:78 Confundidos sean los soberbios, por los inicuos atentados que han cometido contra mí; entretanto yo meditaré tus mandamientos.
Salm 119:2 Libra ¡oh Señor! mi alma de los labios inicuos y de la lengua dolosa.
Salm 139:5 Defiéndeme, Señor, de las manos del pecador; y líbrame de los hombres inicuos, que intentan dar conmigo en tierra.
Prov 29:16 Multiplicándose los impíos, se multiplicarán las maldades; más los justos serán la ruina de los inicuos.
Sab 17:2 Pues cuando los inicuos egipcios se persuadieron poder oprimir al pueblo santo, fueron ligados con cadenas de tinieblas y de una larga noche, encerrados dentro de sus casas, y yaciendo en ellas como excluidos de la eterna providencia;
Ecli 35:23 y a las naciones les dará su merecido, hasta aniquilar la multitud de los soberbios, y desmenuzar los cetros de los inicuos;
Isa 41:29 Luego todos son unos inicuos, y vanas son las obras de sus manos, viento y vanidad sus simulacros.
I Mac 1:12 En aquel tiempo se dejaron ver unos inicuos israelitas, que persuadieron a otros muchos diciéndoles: Vamos, y hagamos alianza con las naciones circunvecinas, porque después que nos separamos de ellas, no hemos experimentado sino desastres.
I Mac 14:14 Fue Simón el protector de los pobres de su pueblo, gran celador de la observancia de la ley, y el que exterminó a todos los inicuos y malvados.
I Cor 6:1 ¿Cómo es posible que se halle uno siquiera entre vosotros que teniendo alguna diferencia con su hermano, se atreva a llamarle a juicio ante los jueces inicuos o infieles, y no delante de los santos o cristianos?