Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

hable

Gen 44:18 Entonces Judá, acercándose más a José, dijo alentadamente: Permite, ¡oh señor mío!, que tu siervo hable una palabra en tus oídos, y no te enojes contra tu esclavo, porque tú eres después del faraón.
Ex 20:19 diciendo a Moisés: Háblanos tú, y oiremos; no nos hable el Señor, no sea que muramos.
Jos 1:8 Tu boca hable de continuo del libro de esta ley, y medita de día y de noche lo que en él se contiene, a fin de guardar y cumplir todas las cosas en él escritas; con lo cual irás por el recto camino, y procederás sabiamente.
I Rey 25:24 Y se echó a sus pies, y le dijo: Recaiga sobre mí, señor mío el castigo de la iniquidad de mi marido; te ruego solamente que permitas a su esclava el que te hable y te dignes escuchar lo que va a decirte tu sierva.
II Rey 14:12 Dijo entonces la mujer: Permita mi rey y señor que esta sierva le hable una palabra. Habla, respondió el rey.
Job 13:13 Callad por un poco, a fin de que hable yo todo lo que la razón me sugiere.
Job 13:22 Llámame a juicio, que yo te responderé; o si no, permite que yo hable, y respóndeme tú.
Job 16:6 Mas ahora, ¿qué haré? Por más que hable no se mitigará mi dolor; y si guardo silencio, no por eso me dejará.
Job 21:3 Sufrid que yo también hable, y después, si os pareciere, burlaos de mis razones.
Prov 26:25 Por más que te hable con tono sumiso, no hay que fiarte de él; porque entonces mismo no hay maldad que no abrigue en su pecho;
Dan 3:96 Este, pues, es el decreto que yo expido: Perezca cualquier pueblo, tribu o lengua que hable mal del Dios de Sidrac, Misac y Abdénago; y sean derruidas sus casas, porque no hay otro dios que pueda así salvar.
I Cor 14:11 Si yo, pues, ignoro lo que significan las palabras, seré bárbaro, o extranjero para aquel a quien hablo; y el que me hable, será bárbaro para mí.
Ef 4:25 Por lo cual renunciando a la mentira, hable cada uno verdad con su prójimo, puesto que nosotros somos miembros los unos de los otros.
Ef 6:20 del cual soy embajador aun estando entre cadenas, de modo que hable yo de él con valentía, como debo hablar.
Tit 2:5 a que sean honestas, castas, sobrias, cuidadosas de la casa, apacibles, sujetas a sus maridos, para que no se hable mal de la palabra de Dios.