I Rey 27:1
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Mas David dijo en su corazón: Al fin algún día vendré a caer en manos de Saúl. ¿No me vale más huir y ponerme a salvo en tierra de los filisteos, para que Saúl pierda las esperanzas y cese de andarme buscando por todo el país de Israel? Huiré, pues, de sus dominios.
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Job 7:16
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Perdí las esperanzas de poder vivir más; ten lástima de mí, Señor, ya que mis días son nada.
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Job 11:20
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Mas los ojos de los impíos se secarán de envidia; y no habrá guarida para ellos; y sus mismas esperanzas causarán abominación y tormento a su alma.
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Job 18:14
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Arrancado será de su habitación el objeto de sus esperanzas, y la muerte como soberana le pondrá el pie sobre la cerviz.
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Prov 19:18
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Corrige a tu hijo, no pierdas las esperanzas; pero no llegue tu severidad hasta ocasionarle la muerte.
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Prov 23:18
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con lo que al fin lograrás cuanto esperas; no quedarán burladas tus esperanzas.
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Sab 12:19
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Por esta tu conducta has enseñado a tu pueblo que el justo debe también ser humano, y has dado a tus hijos buenas esperanzas, viendo que cuando los juzgas por sus pecados dejas lugar a la penitencia.
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Sab 13:10
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Pero malaventurados son y fundan en cosas muertas sus esperanzas aquellos que llamaron dioses a las obras de la mano de los hombres, al oro y a la plata, labrados con arte, o a las figuras de los animales o a una piedra inútil, obra de mano antigua.
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Ecli 13:7
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Si te necesita, te engañará con palabras halagüeñas, y con semblante risueño te dará esperanzas, prometiéndote mil bienes, y te dirá: ¿Qué es lo que has de necesitar?
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Ecli 34:1
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Las vanas esperanzas y las mentiras son el entretenimiento del necio; y los sueños dan alas a los imprudentes.
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Os 9:2
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Pero ni la era, ni el lagar les darán con qué sustentarse; y la viña dejará burladas sus esperanzas.
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II Mac 7:34
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Pero tú, ¡oh malvado y el más abominable de todos los hombres!, no te lisonjees inútilmente con vanas esperanzas, inflamado en cólera contra los siervos de Dios;"
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Hech 27:20
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Entretanto, había muchos días que no se dejaban ver ni el sol, ni las estrellas, y la borrasca era continuamente tan furiosa, que ya habíamos perdido todas las esperanzas de salvarnos.
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