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Ecli 34:6
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Y tu espíritu padecerá, como el de la mujer que está de parto, muchos fantasmas o imaginaciones. No hagas caso de semejantes visiones, a no ser que te fuesen enviadas del Altísimo.
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Mt 26:47
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Aún no había acabado de decir esto, cuando llegó Judas, uno de los doce, seguido de gentes armadas con espadas y con palos, que venían enviadas por los príncipes y sacerdotes y ancianos o senadores del pueblo.
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II Tes 2:2
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que no abandonéis ligeramente vuestros primeros sentimientos, ni os alarméis con supuestas revelaciones, con ciertos discursos, o con cartas que se supongan enviadas por nosotros, como si el día del Señor estuviera ya muy cercano.
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