Lev 15:13
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Si viniere a sanar el que padece semejante enfermedad, contará siete días después de su curación, y lavados sus vestidos y todo el cuerpo en agua viva, quedará limpio.
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Lev 15:25
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La mujer que padece flujo de sangre muchos días, fuera del curso ordinario, o aquella que después de pasado el período mensual prosigue con el flujo, mientras le dura esta enfermedad quedará inmunda, como si estuviere en el tiempo de su menstruo.
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III Rey 17:17
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Sucedió después que enfermó el hijo de aquella mujer dueña de la casa, y la enfermedad era mortal, de suerte que quedó sin respiración alguna.
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IV Rey 1:2
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Sucedió también que Ocozías cayó desde la ventana de un aposento alto del palacio que tenía en Samaria, y enfermó de la caída. Y despachó unos mensajeros, diciéndoles: Id a consultar a Beelzebub, dios de Accarón, si podré convalecer de esta enfermedad.
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IV Rey 8:8
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Y dijo el rey a Hazael: Toma contigo unos regalos, y sal a encontrar al varón de Dios, y consulta por su medio al Señor, preguntando: ¿Si podré escapar de esta mi enfermedad?
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IV Rey 8:9
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Fue, pues, Hazael a encontrarlo, llevando consigo presentes de todas las cosas más preciosas de Damasco en cuarenta camellos cargados, y al llegar a su presencia, dijo: Tu hijo Benadad, rey de Siria, me ha enviado a ti para saber si podrá él sanar de su enfermedad.
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IV Rey 8:10
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Le respondió Eliseo: Ve, y dile: Tu enfermedad no es mortal. Pero el Señor me ha hecho conocer que él ha de morir sin remedio.
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IV Rey 13:14
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Y sucedió antes que estando Eliseo enfermo de la enfermedad de que murió, pasó a visitarle Joás, rey de Israel; y llorando delante de él, decía: Padre mío, padre mío, carro armado de Israel y conductor suyo.
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II Par 6:28
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Si sobreviniere hambre en el país, o peste, o tizón, o pulgón, o langosta, u oruga; si los enemigos, después de haber talado los campos, tuvieren sitiada la ciudad; o en cualquier otro azote o enfermedad que los apure,
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II Par 21:18
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Y además de esto, lo hirió el Señor con una enfermedad incurable de vientre.
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II Par 21:19
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De esta suerte, sucediéndose unos a otros los días y estaciones, se pasaron años; hasta que consumido lentamente de la podredumbre, tanto que arrojaba sus mismas entrañas, acabó al tiempo de pensar y de vivir. Muerto que fue de una tan horrible enfermedad, el pueblo no le celebró exequias, quemándole perfumes como a sus antecesores, según costumbre.
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Salm 40:4
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Consuélelo el Señor cuando se halle postrado en el lecho de su dolor; tú mismo, Señor, lo sostenías en su cama en su enfermedad.
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Ecli 10:11
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Breve es la vida de todo violento potentado. La enfermedad prolija es pesada para el médico;
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Ecli 18:20
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Antes de la enfermedad toma el preservativo; y antes del juicio examínate a ti mismo, y así hallarás misericordia en la presencia de Dios.
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Ecli 18:21
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Antes de la dolencia mortifícate y humíllate; y en el tiempo de tu enfermedad haz conocer tu conversión y buena conducta.
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Ecli 31:2
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Los pensamientos de lo que podrá suceder perturban el sosiego, como la grave enfermedad hace perder el sueño al hombre.
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Ecli 31:25
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Que si te has visto forzado a comer mucho, retírate de la concurrencia, y vomita; y te hallarás aliviado, y no acarrearás una enfermedad a tu cuerpo.
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Isa 38:9
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Cántico que dejó escrito Ezequías , rey de Judá, cuando enfermó, y sanó de su enfermedad.
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II Mac 9:21
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Hallándome yo al presente enfermo, y acordándome benignamente de vosotros, he juzgado necesario, en esta grave enfermedad que me ha acometido a mi regreso de Persia, atender al bien común, dando algunas disposiciones;
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II Mac 9:22
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no porque desespere de mi salud, antes confío mucho que saldré de esta enfermedad;
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Mt 4:23
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E iba Jesús recorriendo toda la Galilea, enseñando en sus sinagogas y predicando la buena nueva del reino celestial, y sanando toda dolencia y toda enfermedad en los del pueblo;
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Mt 9:35
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Y Jesús iba recorriendo todas las ciudades y villas, enseñando en sus sinagogas, y predicando la buena noticia del reino de Dios, y curando toda dolencia y toda enfermedad.
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Mc 5:29
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En efecto, de repente aquel manantial de sangre se le secó, y percibió en su cuerpo que estaba ya curada de su enfermedad.
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Lc 13:11
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he aquí que vino allí una mujer, que por espacio de dieciocho años padecía una enfermedad causada de un maligno espíritu; y andaba encorvada, sin poder mirar poco ni mucho hacia arriba.
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Jn 5:4
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pues un ángel del Señor descendía de tiempo en tiempo a la piscina, y se agitaba el agua. Y el primero que después de movida el agua entraba en la piscina, quedaba sano de cualquiera enfermedad que tuviese.
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Jn 11:4
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Oyendo Jesús el mensaje, les dijo: Esta enfermedad no es mortal, sino que está ordenada para gloria de Dios, con la mira de que por ella el Hijo de Dios sea glorificado.
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Filip 2:26
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Porque a la verdad él tenía gran ansia de veros a todos; y estaba angustiado, porque vosotros habíais sabido su enfermedad.
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