Mt 9:32
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Salidos éstos le presentaron un mudo endemoniado.
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Mt 12:22
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Le fue a la sazón traído un endemoniado, ciego y mudo, y lo curó, de modo que desde luego comenzó a hablar y ver.
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Lc 7:33
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Vino Juan Bautista, que ni comía pan, ni bebía vino, y habéis dicho: Está endemoniado.
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Lc 8:27
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Luego que salió a tierra, le salió al encuentro un hombre, ya de mucho tiempo atrás endemoniado, que ni sufría ropa encima, ni moraba en casa, sino en las cuevas sepulcrales.
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Jn 7:20
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¿Pues, por qué intentáis matarme? Respondió la gente: Estás endemoniado: ¿Quién es el que trata de matarte?
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Jn 8:48
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A esto respondieron los judíos diciéndole: ¿No decimos bien nosotros que tú eres un samaritano, y que estás endemoniado?
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Jn 10:21
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Otros decían: No son palabras éstas de quien está endemoniado, ¿por ventura puede el demonio abrir los ojos de los ciegos?
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