Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

dijiste

Gen 12:19 ¿Por qué motivo dijiste ser hermana tuya, poniéndome en ocasión de casarme con ella? Ahora, pues, ahí tienes a tu mujer, tómala, y anda enhorabuena.
Gen 32:9 Dijo después Jacob : ¡Oh Dios de mi padre Abrahán, y Dios de mi padre Isaac!, ¡tú, Señor, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra, y al lugar de tu nacimiento , que yo te colmaré de beneficios!
Gen 44:21 Y dijiste a tus siervos: Traédmele acá que quiero verle.
Gen 44:23 Pues si no viniere vuestro hermano menor con vosotros, nos dijiste tú a tus siervos, no tenéis que volver a mi presencia.
II Rey 7:27 porque tú, ¡oh Señor de los ejércitos, Dios de Israel!, revelaste y dijiste a tu siervo: Yo te fundaré una casa estable; de aquí es que tu siervo se ha animado para dirigirte esta plegaria.
III Rey 8:29 estén tus ojos abiertos de día y de noche sobre esta casa, sobre la casa de la cual dijiste: Mi Nombre será en ella invocado; de modo que oigas la oración que tu siervo te hace en este sitio,
II Esd 9:15 También le diste pan del cielo, estando hambrientos; y cuando tuvieron sed hiciste brotar agua de una peña; y les dijiste que entrasen a poseer la tierra, que alzada tu mano o con juramento habías prometido darles.
Job 35:3 Porque tú dijiste a Dios: No te agrada aquello que es recto o bueno; ¿o qué se te da de que yo peque?
Salm 31:8 Yo te daré, dijiste, inteligencia, y te enseñaré el camino que debes seguir; tendré fijos sobre ti mis ojos.
Salm 88:3 Porque tú dijiste: La misericordia estará eternamente firme en los cielos, y en ellos tendrá seguro apoyo tu veracidad.
Salm 88:4 Tengo hecha alianza, dijiste, con mis escogidos; he jurado a David, siervo mío, diciendo:
Salm 88:20 Entonces hablaste en visión a tus santos, y dijiste: Yo tengo preparado en un hombre poderoso el socorro; y he ensalzado a aquel que escogí de entre mi pueblo.
Salm 89:3 No reduzcas el hombre al abatimiento, pues dijiste: Convertíos, ¡oh hijos de los hombres!
Isa 47:7 Y dijiste: Yo dominaré para siempre; y no pensaste en estas cosas, ni reflexionaste en el paradero que habías de tener.
Isa 47:10 Tú te has tenido por segura en tu malicia, y dijiste: No hay quién me vea. Ese tu saber y ciencia vana te sedujeron cuando orgullosa dijiste en tu corazón: Yo soy la soberana, y fuera de mí no hay otra.
Isa 47:10 Tú te has tenido por segura en tu malicia, y dijiste: No hay quién me vea. Ese tu saber y ciencia vana te sedujeron cuando orgullosa dijiste en tu corazón: Yo soy la soberana, y fuera de mí no hay otra.
Isa 57:10 Has procedido idolatrando de muchísimos modos, y te has fatigado, y nunca dijiste: Tomaré descanso; hallaste la vida y tus delicias en los ídolos obra de tus manos y por eso no has recurrido a mí.
Jer 2:20 Ya desde tiempo antiguo quebraste mi yugo, rompiste mis coyundas, y dijiste: No quiero servir al Señor. En efecto, en todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso te has prostituido cual mujer disoluta.
Jer 2:35 Sin embargo, dijiste con descaro: Sin culpa estoy yo, e inocente; y por tanto aléjese de mí tu indignación. Pues mira, yo he de entrar contigo en juicio, porque has dicho: No he pecado.
Jer 22:21 Yo te prediqué en medio de tu prosperidad, y tú dijiste: No quiero escuchar; ésta es tu conducta desde tu mocedad, hacerte sordo a mis palabras.
Lam 3:57 Te me acercaste en el día en que te invoqué; y me dijiste: No temas.
Ezeq 27:3 Dirás, pues, a Tiro situada en una entrada o puerto de mar para fondeadero de los pueblos de muchas regiones: Esto dice el Señor Dios: ¡Oh Tiro!, tú dijiste: Yo soy de una belleza extremada,
Ezeq 29:9 Y la tierra de Egipto quedará hecha un desierto y una soledad, y conocerán que yo soy el Señor; pues tú dijiste: Mío es el río, yo lo hice.
Ezeq 35:10 Por cuanto tú dijiste: Dos naciones y dos tierras serán mías, y no las poseeré como herencia; siendo así que el Señor estaba allí;
Os 13:10 ¿Dónde está tu rey?; ¿dónde tus jueces? Ahora es la ocasión de que te salven a ti y a tus ciudades; puesto que me dijiste tú: Dame un rey y príncipes que me gobiernen.
Hech 4:25 el que, hablando el Espíritu Santo por boca de David nuestro padre y siervo tuyo, dijiste: ¿Por qué se han alborotado las naciones, y los pueblos han forjado empresas vanas?