Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

deseos

II Rey 23:5 No mereció ciertamente mi casa a los ojos de Dios, que el Señor hiciese conmigo una alianza eterna, una alianza firme y del todo inmutable. Porque él me ha salvado de todos los peligros; ha cumplido todos mis deseos, no dejándome nada que apetecer.
III Rey 5:8 Inmediatamente Hiram envió a decir a Salomón : He oído todo lo que me pides; cumpliré todos tus deseos en orden a las maderas de cedro y abeto.
III Rey 11:37 Pero a ti yo te levantaré, y reinarás a medida de tus deseos, y serás rey de Israel.
IV Rey 16:9 El cual condescendió con sus deseos. Marchó, pues, el rey de los asirios contra Damasco, y la destruyó. Transportó sus moradores a Cirene, y a Rasín le quitó la vida.
Jud 12:16 Se conmovió el corazón de Holofernes así que la vio; porque ardía en deseos de poseerla;
Est 5:8 Si yo he hallado gracia delante del rey, y si el rey tiene a bien concederme lo que pretendo y el condescender a mi súplica, venga el rey, y con él Amán, a otro convite que les he dispuesto, y mañana expondré al rey mis deseos.
Salm 9:24 Por cuanto el pecador se jacta en los perversos deseos de su alma; y el inicuo se ve celebrado.
Salm 15:3 Cumplido ha maravillosamente todos mis deseos, en los santos que moran en su tierra.
Salm 26:12 No me abandones a los deseos de mis perseguidores; porque han conspirado contra mí testigos inicuos; mas la iniquidad ha mentido o dañado a sí misma.
Salm 37:10 Oh Señor, bien ves todos mis deseos, y no se te ocultan mis gemidos.
Salm 72:7 Resaltan sobre su grasa sus maldades; se abandonaron a los deseos de su corazón.
Salm 80:13 Y así los abandoné, dejándolos ir en pos de los deseos de su corazón, y seguir sus devaneos.
Salm 102:5 el que sacia con sus bienes tus deseos, para que se renueve tu juventud como la del águila.
Salm 111:10 Lo verá el pecador, y se irritará; rechinará los dientes, y se consumirá; pero los deseos y esfuerzos de los pecadores se desvanecerán como el humo.
Salm 118:20 Ardió mi alma en deseos de amar tu santa y justísima ley en todo tiempo.
Salm 126:5 Dichoso aquel varón que ve cumplidos sus deseos con respecto a sus hijos; no quedará confundido cuando hubiera de tratar con sus enemigos en las puertas o tribunales.
Prov 21:25 Los deseos consumen al perezoso, pues sus manos no quieren trabajar poco ni mucho.
Prov 31:2 ¡Qué te diré yo, oh amado mío!; ¡qué te encomendaré, oh hijo de mis entrañas!; ¡qué, oh dulce objeto de todos mis deseos!
Ecli 5:2 Cuando seas poderoso, no sigas los depravados deseos de tu corazón;
Ecli 36:24 Las gracias de la mujer bañan de alegría el rostro de su marido, y producen en él un afecto superior a todos los deseos del hombre.
Ecli 41:2 ¡Para un hombre tranquilo, y a quien todo le sale a medida de sus deseos, y que aun puede disfrutar de los manjares!
Isa 46:10 Yo soy el que desde el principio del mundo anunció lo que sucederá al último, y predigo mucho tiempo antes aquello que todavía está por hacer. Yo que hablo y sostengo mi resolución, y hago que se cumplan todos mis deseos.
Jer 7:5 Porque si enderezáreis al bien vuestras acciones y vuestros deseos; si administráreis justicia entre hombre y hombre;
Jer 50:19 Y conduciré otra vez a Israel a su antigua morada, y gozará de los pastos del Carmelo; y en Basán y en los collados de Efraín y de Galaad se saciarán sus deseos.
Ezeq 25:12 Esto dice el Señor Dios: Por cuanto la Idumea ejerció siempre su odio inveterado para vengarse de los hijos de Judá, y ha pecado desfogando sin medida sus deseos de vengarse,
Dan 9:23 La orden se me dio desde luego que te pusiste a orar, y yo vengo para mostrártela; porque tú eres un varón de ardientes deseos. Atiende, pues, tú ahora a mis palabras, y entiende la visión.
Dan 10:11 Y él me dijo: Daniel, varón de deseos, atiende a las palabras que yo te hablo, y ponte en pie; pues yo vengo ahora enviado a ti. Y así que él me hubo dicho estas palabras, me puse en pie, temblando.
Dan 10:19 y me dijo: No temas, oh varón de deseos; paz sea contigo: Aliéntate, y ten buen ánimo. Y mientras me estaba hablando, yo adquiría valor, y dije: Habla, ¡oh Señor mío!, porque tú me has confortado.
Dan 13:8 La veían los viejos cada día cómo entraba a pasearse; y se inflamaron en malos deseos hacia ella;
Dan 13:11 pues se avergonzaban de descubrir su concupiscencia y deseos de pecar con ella.
Dan 13:20 Mira, las puertas del jardín están cerradas, nadie nos ve, y nosotros estamos enamorados de ti, condesciende, pues, con nosotros, y cede a nuestros deseos.
Dan 13:57 Así os portabais con las hijas de Israel, las cuales de miedo condescendían con vuestros deseos; pero esta hija de Judá no ha sufrido vuestra maldad.
II Mac 7:27 a cuyo fin, habiéndose inclinado a él para hablarle, burlando los deseos del cruel tirano, le dijo en lengua patria: Hijo mío, ten piedad de mí, que te llevé nueve meses en mis entrañas, que te alimenté por espacio de tres años con la leche de mis pechos, y te he criado y conducido hasta la edad en que te hallas."
II Mac 11:24 y habiendo sabido que los judíos no pudieron condescender a los deseos que tenía mi padre de que abrazasen los ritos de los griegos, sino que han querido conservar sus costumbres, y por esta razón nos piden que les concedamos vivir según sus leyes:
Jn 8:44 Vosotros sois hijos del diablo, y así queréis satisfacer los deseos de vuestro padre; él fue homicida desde el principio ; y, nunca ha estado firme en la verdad; y así no hay verdad en él; cuando dice mentira, habla como quien es, por ser de suyo mentiroso y padre de la mentira.
Jn 8:56 Abrahán, vuestro padre, ardió en deseos de ver este día mío, lo vio y se llenó de gozo.
Rom 1:11 Porque tengo muchos deseos de ello, a fin de comunicaros alguna gracia espiritual con la que seáis fortalecidos,
Rom 1:24 Por lo cual, Dios los abandonó a los deseos de su depravado corazón, a los vicios de la impureza, en tanto grado que deshonraron ellos mismos sus propios cuerpos;
Rom 7:8 Mas el pecado, o el deseo de éste, estimulado con ocasión del mandamiento que lo prohíbe, produjo en mí toda suerte de malos deseos. Porque sin la ley el pecado de la codicia estaba como muerto.
Rom 12:16 Estad siempre unidos en unos mismos sentimientos y deseos, no buscando cosas altas, sino acomodándoos a lo que sea más humilde. No queráis teneros dentro de vosotros mismos por sabios o prudentes.
I Cor 10:6 Esos sucesos eran figura de lo que atañe a nosotros, a fin de que no nos abandonemos a malos deseos, como ellos se abandonaron.
Gál 5:17 Porque la carne tiene deseos contrarios a los del espíritu, y el espíritu los tiene contrarios a los de la carne, como que son cosas entre sí opuestas; por cuyo motivo no hacéis vosotros todo aquello que queréis.
Ef 2:3 entre los cuales fuimos así mismo todos nosotros en otro tiempo siguiendo nuestros deseos carnales, haciendo la voluntad de la carne y de las sugestiones de los demás vicios, y éramos por naturaleza u origen hijos de ira, no menos que todos los demás;
Filip 1:20 conforme a mis deseos y a la esperanza que tengo, de que por ningún caso quedaré confundido; antes estoy con total confianza de que también ahora, como siempre, Cristo será glorificado en mi cuerpo, ora sea por mi vida, ora sea por mi muerte.
Filip 1:23 pues me hallo estrechado por ambos lados, tengo deseos de verme libre de las ataduras de este cuerpo, y estar con Cristo , lo cual es sin comparación mejor para mí;
Filip 4:19 Cumpla, pues, mi Dios todos vuestros deseos, según sus riquezas, con la gloria que os dé en Jesucristo.
I Tim 6:9 Porque los que pretenden enriquecerse, caen en tentación, y en el lazo del diablo, y en muchos deseos inútiles y perniciosos, que hunden a los hombres en el abismo de la muerte y de la perdición.
II Tim 4:3 Porque vendrá tiempo en que los hombres no podrán sufrir la sana doctrina, sino que, teniendo una comezón extremada de oír doctrinas que lisonjeen sus pasiones, recurrirán a un montón de doctores propios para satisfacer sus desordenados deseos,
Sant 1:15 Después la concupiscencia, llegando a concebir los deseos malos, pare el pecado, el cual una vez que sea consumado, engendra la muerte.
Sant 4:2 Codiciáis, y no lográis; matáis, y ardéis de envidia, y no por eso conseguís vuestros deseos; litigáis, y armáis pendencias, y nada alcanzáis, porque no lo pedís a Dios.