Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

decían

Mt 27:49 Los otros decían: Dejad, veamos si viene Elías a librarle.
Mt 27:54 Entretanto el centurión y los que con él estaban guardando a Jesús , visto el terremoto y las cosas que sucedían, se llenaron de gran temor, y decían: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.
Mc 2:6 Estaban allí sentados algunos escribas, y decían en su interior:
Mc 2:12 Y al instante se puso en pie, y cargando con su camilla, se marchó a vista de todo el mundo; de forma que todos estaban pasmados, y dando gloria a Dios decían: Jamás habíamos visto cosa semejante.
Mc 2:16 Mas los escribas y fariseos, al ver que comía con publicanos y pecadores, decían a sus discípulos: ¿Cómo es que vuestro maestro come y bebe con publicanos y pecadores?
Mc 2:24 Sobre lo cual le decían los fariseos: ¿Cómo es que hacen lo que no es lícito en sábado?
Mc 3:21 Entretanto, algunos de sus parientes que no creían en él, con estas noticias salieron para recogerle; porque decían que había perdido el juicio.
Mc 5:36 Mas Jesús , oyendo lo que decían dijo al jefe de la sinagoga: No temas, ten fe solamente.
Mc 6:2 Llegado el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos de los oyentes, admirados de su sabiduría, decían: ¿De dónde saca éste todas estas cosas que dice? ¿Y qué sabiduría es ésta que se le ha dado? ¿Y de dónde tantas maravillas como obra?
Mc 6:15 Otros decían: No es, sino Elías. Otros: Este es un profeta igual a los principales profetas.
Mc 7:37 y tanto más crecía su admiración, y decían: Todo lo ha hecho bien: él ha hecho oír a los sordos y hablar a los mudos.
Mc 8:16 Mas ellos, discurriendo entre sí, se decían uno al otro: En verdad que no hemos tomado pan.
Mc 9:25 Y dando un gran grito, y atormentando horriblemente al joven, salió de él dejándolo como muerto; de suerte que muchos decían: Está muerto.
Mc 10:26 Con esto subía de punto su asombro, y se decían unos a otros: ¿Quién podrá pues salvarse?
Mc 14:2 Mas no será, decían, en la fiesta, para que no se amotine el pueblo.
Mc 14:4 Algunos de los presentes irritados interiormente, decían: ¿A qué fin desperdiciar ese perfume,
Mc 14:31 El no obstante se afirmaba más y más en lo dicho, añadiendo: Aunque me sea forzoso morir contigo, yo no te negaré. Y lo mismo decían todos los demás.
Mc 14:70 Mas él lo negó segunda vez. Un poquito después, los que estaban allí decían nuevamente a Pedro: Seguramente tú eres de ellos, pues eres también galileo.
Mc 15:31 De la misma manera, mofándose de él los príncipes de los sacerdotes, con los escribas, se decían el uno al otro: A otros ha salvado, y no puede salvarse a sí mismo.
Mc 15:35 Oyéndolo algunos de los presentes, decían: Ved cómo llama a Elías.
Mc 16:3 Y se decían una a otra: ¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?
Lc 2:15 Luego que los ángeles se apartaron de ellos y volaron al cielo, los pastores se decían unos a otros: Vamos hasta Betlehem o Belén, y veamos este suceso prodigioso que acaba de suceder, y que el Señor nos ha manifestado.
Lc 2:33 Su padre y su madre escuchaban con admiración las cosas que de él se decían.
Lc 4:22 Y todos le daban elogios y estaban pasmados de las palabras tan llenas de gracia, que salían de sus labios, y decían: ¿No es éste el hijo de José el carpintero?
Lc 4:36 Con lo que todos se atemorizaron, y conversando unos con otros decían: ¿Qué es esto? El manda con autoridad y poderío a los espíritus inmundos, y van fuera.
Lc 5:26 Con lo cual todos quedaron pasmados, y glorificaban a Dios. Y penetrados de temor, decían: Hoy sí que hemos visto cosas maravillosas.
Lc 6:2 Algunos de los fariseos les decían: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito en sábado?
Lc 7:4 Ellos en consecuencia llegados que fueron a Jesús , le rogaban con gran empeño que condescendiese: Es un sujeto, le decían, que merece que les hagas este favor,
Lc 8:25 Entonces les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Mas ellos llenos de temor se decían con asombro unos a otros: ¿Quién diremos que es éste, que así da órdenes a los vientos y al mar, y le obedecen?
Lc 9:8 porque unos decían: Sin duda que Juan ha resucitado; algunos: No, sino que ha aparecido Elías; otros, en fin, que uno de los profetas antiguos había resucitado.
Lc 23:37 le decían: Si tú eres el rey de los judíos, ponte a salvo.
Lc 24:34 que decían: El Señor ha resucitado realmente, y se ha aparecido a Simón.
Jn 4:33 Se decían, pues, los discípulos unos a otros: ¿Si le habrá traído alguno de comer?
Jn 4:42 y decían a la mujer: Ya no creemos por lo que tú has dicho; pues nosotros mismos le hemos oído, y hemos conocido que éste es verdaderamente el Salvador del mundo.
Jn 5:10 por lo que decían los judíos al que había sido curado: Hoy es sábado, no te es lícito llevar la camilla.
Jn 6:14 Visto el milagro que Jesús había hecho, decían aquellos hombres: Este sin duda es el gran profeta que ha de venir al mundo.
Jn 6:42 Y decían: ¿No es éste aquel Jesús , hijo de José, cuyo padre y cuya madre nosotros conocemos? Pues, ¿cómo dice él: Yo he bajado del cielo?
Jn 7:11 En efecto, los judíos en el día de la fiesta le buscaban por Jerusalén , y decían: ¿En dónde está aquel?
Jn 7:12 Y era mucho lo que se susurraba de él entre el pueblo. Porque unos decían: Sin duda es hombre de bien. Otros al contrario: No, sino que trae embaucado al pueblo.
Jn 7:15 Y se maravillaban los judíos, y decían: ¿Cómo sabe éste las letras sagradas sin haber estudiado?
Jn 7:31 Entretanto muchos del pueblo creyeron en él, y decían: Cuando venga el Cristo , ¿hará por ventura más milagros que los que hace éste?
Jn 7:40 Muchas de aquellas gentes, habiendo oído estos discursos de Jesús , decían: Este ciertamente es un profeta;
Jn 7:41 éste es el Cristo , o Mesías, decían otros. Mas algunos replicaban: ¿Por ventura el Cristo ha de venir de Galilea?
Jn 8:19 Le decían a esto: ¿En dónde está tu padre? Respondió Jesús : Ni me conocéis a mí, ni a mi Padre: si me conocierais a mí no dejaríais de conocer a mi Padre.
Jn 8:22 A esto decían los judíos: ¿Tal vez querrá matarse a sí mismo, y por eso dice: Adonde yo voy, no podéis venir vosotros?
Jn 9:8 Por lo cual los vecinos, y los que antes le habían visto pedir limosna, decían: ¿No es éste aquel que sentado allá, pedía limosna? Este es, respondían algunos.
Jn 9:9 Y otros decían: No es él, sino alguno que se le parece. Pero él decía: Sí, que soy yo.
Jn 9:16 Sobre lo que decían algunos de los fariseos: No es enviado de Dios este hombre, pues no guarda el sábado. Otros, decían: ¿Cómo un hombre pecador puede hacer tales milagros? Y había desacuerdo entre ellos.
Jn 9:16 Sobre lo que decían algunos de los fariseos: No es enviado de Dios este hombre, pues no guarda el sábado. Otros, decían: ¿Cómo un hombre pecador puede hacer tales milagros? Y había desacuerdo entre ellos.
Jn 10:21 Otros decían: No son palabras éstas de quien está endemoniado, ¿por ventura puede el demonio abrir los ojos de los ciegos?