Job 29:11
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Bienaventurado me llamaba todo el que oía mis palabras; y decía bien de mí cualquiera que me miraba;
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Job 29:18
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Con este tenor de vida decía yo: Moriré en paz en mi nido; y como la palma multiplicaré mis días.
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Salm 68:14
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Mas yo entretanto, Señor, dirigía a ti mi oración. Este es, decía, ¡oh Dios mío!, el tiempo de reconciliación. Oyeme benigno según la grandeza de tu misericordia, conforme a tu promesa fiel de salvarme.
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Salm 76:8
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¿Es posible, decía, que Dios nos haya de abandonar para siempre, o no haya de volver a sernos propicio?
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Salm 93:18
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Si yo, ¡oh Señor!, te decía: Mi pie va a resbalar, acudía a sostenerme tu misericordia.
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Salm 94:10
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Por espacio de cuarenta años estuve irritado contra esta raza de gente, y decía: Siempre está descarriado el corazón de este pueblo.
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Salm 118:82
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Desfallecieron mis ojos de tanto esperar tu promesa. ¿Cuándo será, Señor, decía yo, que me consolarás?
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Prov 4:4
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y él, instruyéndome, me decía: Reciba tu corazón mis palabras, observa mis preceptos, y vivirás feliz.
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Ecle 9:16
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Y decía yo: Ya que la sabiduría vale más que la fuerza, ¿cómo es ya despreciada la sabiduría del pobre, y no se hace caso de sus consejos?
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Isa 6:8
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Y luego oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré?, y ¿quién irá por nosotros?; y respondí yo: Aquí estoy; envíame a mí.
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Isa 38:13
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Esperaba vivir hasta el amanecer; el Señor, como un león fuerte, había quebrantado todos mis huesos; pero por la mañana decía: Antes de anochecer acabarás, oh Señor, mi vi-da.
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Isa 40:6
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Oí una voz que me decía: Clama. Yo respondí: ¿Qué es lo que he de clamar? Clama, dijo, que toda carne es heno, y toda su gloria como la flor del prado.
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Isa 41:6
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Se auxiliaron mutuamente en esta loca empresa, y cada cual decía a su hermano: ¡Buen ánimo!
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Jer 6:16
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Esto decía también el Señor: Paraos en los caminos, ved y preguntad cuáles son las sendas antiguas, cuál es el buen camino, y seguidlo, y hallaréis refrigerio para vuestras almas. Mas ellos dijeron: No lo seguiremos.
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Jer 20:13
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Cantad himnos al Señor, alabad al Señor, porque él es el que ha librado el alma del pobre de las garras de los malvados; del pobre que, como fuera de sí, decía:
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Jer 25:5
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cuando él os decía: Convertíos cada uno de vosotros de vuestra malvada conducta y de vuestras pésimas inclinaciones, y con eso moraréis por todos los siglos en la tierra que el Señor os dio a vosotros y a vuestros padres;
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Jer 44:1
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Palabra de Dios anunciada a todos los judíos que habitaban en tierra de Egipto, en Mágdalo, y en Tafnis, y en Memfis, y en la tierra de Fatures, por boca del profeta Jeremías, el cual decía:
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Ezeq 2:3
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y decía: Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a esos gentiles y apóstatas que se han apartado de mí; ellos y sus padres han violado hasta el día de hoy el pacto que tenían conmigo.
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Ezeq 3:12
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Y me arrebató el espíritu, y oí detrás de mí una voz muy estrepitosa, que decía: Bendita sea la gloria del Señor que se va de su lugar.
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Dan 4:20
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Y en orden a aquello que ha visto el rey de bajar del cielo el velador y el santo que decía: Cortad el árbol y hacedlo trozos, pero dejad en la tierra una punta de sus raíces, y sea atado él con hierro y con bronce, y esté al descubierto sobre la hierba, y sea bañado con el rocío del cielo, y su pasto sea común con las fieras hasta que pasen así por él siete tiempos, o años,
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Dan 10:15
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Y al tiempo que me decía él estas palabras, bajé al suelo mi rostro, y me quedé en silencio.
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Jon 3:7
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En seguida se publicó en Nínive una orden del rey y de sus principales magnates que decía: Ni hombres ni bestias nada coman; no salgan a pacer ni a beber los bueyes y ganados;
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Sof 2:15
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Esta es aquella ciudad gloriosa que nada temía, y que decía en su corazón: Yo soy, y fuera de mí no hay otra ninguna. ¡Cómo ha venido a quedar hecha un desierto y una guarida de fieras! Todo el que transite por ella la silbará y mofándose batirá una mano contra otra.
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II Mac 7:22
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les decía: Yo no sé cómo fuisteis formados en mi seno; porque ni yo os di el alma, el espíritu y la vida, ni fui tampoco la que coordiné los miembros de cada uno de vosotros;
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II Mac 11:22
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La carta del rey decía así: El rey Antíoco a Lisias su hermano, salud.
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Mt 3:17
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Y se oyó una voz del cielo que decía: Este es mi hijo amado, en quien he puesto toda mi complacencia.
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Mt 9:21
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Porque decía ella entre sí: Con que pueda solamente tocar su vestido, me veré curada.
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Mt 9:23
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Venido Jesús a la casa de aquel hombre principal, y viendo a los tañedores de flautas, o música fúnebre, y el alboroto de la gente, decía:
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Mt 12:23
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Con lo que todo el pueblo quedó asombrado, y decía: ¿Es éste tal vez el Hijo de David, el Mesías?
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Mt 12:48
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Pero él, respondiendo al que se lo decía, replicó: ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?
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Mt 14:4
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Porque Juan le decía: No te es lícito tenerla por mujer.
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Mt 14:13
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Jesús , pues, habiendo oído aquello que Herodes decía de él, se retiró de allí por mar a un lugar desierto, fuera de poblado. Mas sabiéndolo las gentes, salieron de sus ciudades, siguiéndole a pie por tierra.
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Mt 17:5
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Todavía estaba Pedro hablando, cuando una nube resplandeciente vino a cubrirlos; y al mismo instante resonó desde la nube una voz que decía: Este es mi querido Hijo, en quien tengo todas mis complacencias. A él habéis de escuchar.
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Mt 27:43
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él pone su confianza en Dios; pues si Dios le ama tanto, líbrele ahora, ya que él mismo decía: Yo soy el Hijo de Dios.
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Mc 3:23
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Mas Jesús , habiéndolos convocado, les decía o refutaba con estas parábolas: ¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás?
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Mc 3:30
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Les decía esto porque lo acusaban de que estaba poseído del espíritu inmundo.
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Mc 4:2
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Y les enseñaba muchas cosas, usando parábolas, y les decía así conforme a su manera de enseñar:
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Mc 4:9
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Y les decía: Quien tiene oídos para oír, escuche y reflexione.
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Mc 4:11
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Y él les decía: A vosotros se os ha concedido el saber o conocer el misterio del reino de Dios; pero a los extraños, todo se les anuncia en parábolas,
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Mc 4:21
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Les decía también: ¿Por ventura se trae o enciende una luz para ponerla debajo de algún celemín, o debajo de la cama? ¿No es para ponerla sobre un candelero?
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Mc 4:24
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Les decía igualmente: Atended bien a lo que vais a oír: La misma medida que hiciereis servir para los demás, servirá para vosotros; y aun se os dará con creces.
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Mc 5:8
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Y es que Jesús le decía: Sal, espíritu inmundo, sal de ese hombre.
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Mc 5:30
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Al mismo tiempo Jesús conociendo la virtud que había salido de él, vuelto a los presentes, decía: ¿Quién ha tocado mi vestido?
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Mc 6:4
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Mas Jesús les decía: Cierto que ningún profeta está sin honor, o estimación, sino en su patria, en su casa y en su parentela.
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Mc 6:14
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Oyendo estas cosas el rey Herodes (pues se había hecho ya célebre el nombre de Jesús ), decía: Sin duda que Juan Bautista ha resucitado de entre los muertos; y por eso tiene la virtud de hacer milagros.
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Mc 6:18
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Porque Juan decía a Herodes : No te es lícito tener por mujer a la que lo es de tu hermano.
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Mc 7:14
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Entonces, llamando de nuevo al pueblo les decía: Escuchadme todos, y entendedlo bien:
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Mc 7:20
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Mas las cosas, decía, que salen del corazón del hombre, ésas son las que manchan al hombre;
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Mc 8:21
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¿Y cómo es, pues, les añadió, que todavía no entendéis lo que os decía?
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Mc 9:5
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Porque él no sabía lo que decía; por estar todos sobrecogidos del pasmo.
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