Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

daros

Gen 34:11 Sobre todo, el mismo Siquem dijo al padre y hermanos de Dina: Consiga yo esta gracia de vosotros, y daros he cuanto dispusiereis.
Ex 5:10 Saliendo, pues, con este mandato los sobrestantes de las obras y los inspectores, dijeron al pueblo: Esto dice el faraón: No quiero daros la paja.
Lev 25:38 Yo el Señor Dios vuestro, que os he sacado de la tierra de Egipto, para daros la tierra de Canaán y ser vuestro Dios.
Jos 2:10 Hemos oído que el Señor secó las aguas del mar Rojo para daros paso, cuando salisteis de Egipto; y la manera con que tratastéis a los dos reyes de los amorreos, que habitaban al otro lado del Jordán, Sehón y Og, a los cuales habéis muerto.
Prov 4:2 Yo quiero daros un rico don, no abandonéis mis preceptos.
Jer 29:11 Porque yo sé los designios que tengo sobre vosotros, dice el Señor, designios de paz, y no de aflicción, para daros la libertad que es el objeto de vuestra expectación.
Bar 6:14 Tiene igualmente en su mano la espada y el hacha; mas no se puede librar a sí mismo de la guerra, ni de los ladrones, por todo lo cual podéis daros cuenta que no son dioses.
Os 5:13 Sintió Efraín su falta de fuerzas, y Judá sus cadenas; y Efraín recurrió al asirio, y Judá llamó a un rey en su defensa; mas éste no podrá daros la salud, ni podrá libraros de las cadenas.
Ag 1:10 Por eso se prohibió a los cielos daros el rocío o la lluvia, y se prohibió a la tierra daros su fruto.
Ag 1:10 Por eso se prohibió a los cielos daros el rocío o la lluvia, y se prohibió a la tierra daros su fruto.
Lc 2:10 Les dijo entonces el ángel: No tenéis que temer; pues vengo a daros una nueva de grandísimo gozo para todo el pueblo,
Lc 12:32 No tenéis vosotros que temer, pequeñito rebaño, porque ha sido el agrado de vuestro Padre daros el reino.
Hech 22:1 ¡Hermanos y padres míos!, oíd la razón que voy a daros ahora de mí.
II Cor 5:12 No es esto repetiros nuestras alabanzas, sino daros ocasión de gloriaros en nuestra causa; para que tengáis que responder a los que se glorían solamente en lo que aparece al exterior.
I Tes 2:8 de tal manera apasionados por vosotros, que deseábamos con ansia comunicaros no sólo la buena nueva de Dios, sino daros también hasta nuestra misma vida; tan queridos llegasteis a ser de nosotros.
II Tes 3:9 No porque no tuviésemos potestad para hacerlo, sino a fin de daros en nuestra persona un dechado para imitar.