Jer 15:10
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¡Ay, madre mía, cuán infeliz soy yo! ¿Por qué me diste a luz para ser, como soy, un hombre de contradicción, un hombre de discordia, en toda esta tierra? Yo no he dado dinero a interés, ni nadie me lo ha dado a mí, y no obstante todos me maldicen.
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Bar 3:24
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¡Oh Israel, cuán grande es la casa de Dios y cuán espacioso el lugar de su dominio!
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Bar 3:24
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¡Oh Israel, cuán grande es la casa de Dios y cuán espacioso el lugar de su dominio!
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I Mac 10:46
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Habiendo, pues, oído Jonatás y el pueblo estas proposiciones de Demetrio, no las creyeron sinceras, ni las quisieron aceptar, porque se acordaban de los grandes males que había hecho en Israel, y cuán duramente los había oprimido."
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Mt 6:23
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Mas si tienes malicioso o malo tu ojo, todo tu cuerpo estará oscurecido. Que si lo que debe ser luz en ti es tinieblas, las mismas tinieblas ¿cuán grandes serán?
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Mt 7:14
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¡Oh, qué angosta es la puerta y cuán estrecha la senda que conduce a la vida eterna, y qué pocos son los que atinan con ella!
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Mc 10:23
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Y echando Jesús una ojeada alrededor de sí, dijo a sus discípulos: ¡Oh, cuán difícilmente los acaudalados entrarán en el reino de Dios!
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Mc 10:24
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Los discípulos quedaron pasmados al oír tales palabras. Pero Jesús , volviendo a hablar les añadió: ¡Ay, hijitos míos, cuán difícil cosa es que los que ponen su confianza en las riquezas entren en el reino de Dios!
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Lc 18:24
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Y Jesús viéndole sobrecogido de tristeza, dijo: ¡Oh cuán dificultosamente los adinerados entrarán en el reino de Dios!
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Hech 14:27
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Luego de llegados, congregaron la Iglesia, y refirieron cuán grandes cosas había hecho Dios con ellos, y cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles.
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Hech 15:4
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Llegados a Jerusalén , fueron bien recibidos de la Iglesia, y de los apóstoles, y de los presbíteros, y allí refirieron cuán grandes cosas había Dios obrado por medio de ellos.
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Rom 11:33
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¡Oh profundidad de los tesoros de la sabiduría y de la ciencia de Dios, cuán incomprensibles son sus juicios, cuán inapelables sus caminos!
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Rom 11:33
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¡Oh profundidad de los tesoros de la sabiduría y de la ciencia de Dios, cuán incomprensibles son sus juicios, cuán inapelables sus caminos!
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I Tes 2:10
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Testigos sois vosotros, y también Dios, de cuán santa, y justa, y sin querella alguna fue nuestra mansión entre vosotros, que habéis abrazado la fe,
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II Tim 3:11
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cuáles las persecuciones y vejaciones que he padecido, lo que me aconteció en Antioquía e Iconio, y en Listra, cuán grandes han sido las persecuciones que he tenido que sufrir, y cómo de todas me ha sacado a salvo el Señor.
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Heb 7:4
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Contemplad ahora cuán grande sea éste, a quien el mismo patriarca Abrahán dio los diezmos, sacándolos de los mejores despojos.
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Sant 3:5
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Así también la lengua es un miembro pequeño, sí, pero viene a ser origen fastuoso de cosas de gran bulto o consecuencia. ¡Mirad un poco de fuego cuán gran bosque incendia!
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I Ped 2:3
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si es caso que habéis probado cuán dulce es el Señor.
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III Jn 1:10
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Por tanto, si voy allá, yo denunciaré sus procedimientos, haciéndole ver cuán mal hace en ir vertiendo especies malignas contra nosotros; y como si esto no le bastase, no solamente no hospeda él a nuestros hermanos, sino que a los que les dan acogida se lo veda y los echa de la Iglesia.
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