Núm 14:18
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El Señor es paciente y de mucha misericordia, que quita el pecado y las maldades, que a ninguno deja de castigar por inocente, pues nadie lo es por sí, que castiga el pecado de los padres en los hijos hasta la tercera y la cuarta generación.
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Jud 7:17
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Os requerimos hoy, poniendo por testigos al cielo y a la tierra, al Dios de nuestros padres, el cual nos castiga conforme a nuestros pecados, para que entreguéis luego la ciudad en poder del ejército de Holofernes, y se acabe en breve al filo de la espada nuestro penar, que se prolonga más y más con el ardor de la sed.
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Jud 7:20
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Tú, Señor, pues eres piadoso, ten misericordia de nosotros o al menos castiga tú mismo nuestros delitos; mas no quieras abandonar en poder de un pueblo que no te conoce, a los que te honran y reconocen por su Dios;
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Job 11:6
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y te hiciese ver los secretos de su sabiduría y la multiplicidad de sus leyes; con lo que conocerías que te castiga menos de lo que tu maldad merece.
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Job 34:18
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A aquel que condena y castiga como prevaricadores a los mismos reyes, y como impíos a los grandes;
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Job 35:15
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Porque no es ahora en esta vida cuando descarga su furor, ni castiga con rigor los delitos.
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Job 36:31
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Como que por estos medios castiga y ejerce sus juicios sobre los pueblos, y provee de alimento al gran número de los mortales.
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Salm 93:10
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¿No os ha de llamar a juicio el que castiga a todas las naciones?, ¿aquel que da la ciencia al hombre?
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Prov 3:12
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Porque el Señor castiga a los que ama, y en los cuales tiene puesto su afecto, como lo tiene un padre en sus hijos.
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Ecli 16:13
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Así como usa de misericordia, así también castiga; él juzga al hombre según sus obras.
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Jer 50:21
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Marchad tú contra la Caldea, tierra de los dominadores, y castiga a sus habitantes, devasta y mata a aquellos que les siguen detrás; a todos dice el Señor; y obra según las órdenes que te tengo dadas.
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II Mac 3:39
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Pues aquel mismo que tiene su morada en los cielos, está presente y protege aquel lugar, y castiga y hace perecer a los que van a hacer allí algún mal."
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II Mac 6:15
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No así con nosotros, sino que nos castiga sin esperar a que lleguen a su colmo nuestros pecados.
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I Cor 11:32
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Si bien cuando lo somos, el Señor nos castiga como a hijos con el fin de que no seamos condenados junto con este mundo.
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Heb 12:6
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Porque el Señor al que ama, le castiga; y a cualquiera que recibe por hijo suyo, le azota y le prueba con adversidades.
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