I Cor 3:1
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Y así es, hermanos, que yo no he podido hablaros como a hombres espirituales, sino como a personas aún carnales. Y por eso, como a niños en Cristo ,
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I Cor 3:2
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os he alimentado con leche, y no con manjares sólidos; porque no erais todavía capaces de ellos; y ni aún ahora lo sois, pues sois todavía carnales.
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I Cor 3:3
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En efecto, habiendo entre vosotros celos y discordias, ¿no es claro que sois carnales y procedéis como hombres?
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I Cor 3:4
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Porque diciendo uno: Yo soy de Pablo; y el otro: Yo de Apolo, ¿no estáis mostrando ser aún hombres carnales? Ahora bien, ¿qué es Apolo?, ¿o qué es Pablo?
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I Cor 15:50
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Digo esto, hermanos míos, porque la carne y sangre, o los hombres carnales, no pueden poseer el reino de Dios, ni la corrupción poseerá esta herencia incorruptible.
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II Cor 10:4
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Pues las armas con que combatimos no son carnales, sino que son poderosísimas en Dios para derrocar fortalezas, destruyendo nosotros con ellas los proyectos o raciocinios humanos,
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Ef 2:3
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entre los cuales fuimos así mismo todos nosotros en otro tiempo siguiendo nuestros deseos carnales, haciendo la voluntad de la carne y de las sugestiones de los demás vicios, y éramos por naturaleza u origen hijos de ira, no menos que todos los demás;
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Heb 9:10
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y diferentes abluciones, y ceremonias carnales, que no fueron establecidas sino hasta el tiempo en que la ley sería corregida o reformada.
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Heb 12:9
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Por otra parte, si tuvimos a nuestros padres carnales que nos corrigieron, y los respetábamos, y amábamos, ¿no es mucho más justo que obedezcamos al Padre de los espíritus, para alcanzar la vida eterna?
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I Ped 2:11
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Por esto, queridos míos, os suplico que como extranjeros y peregrinos, que sois en este mundo, os abstengáis de los deseos carnales, que combaten contra el alma,
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II Ped 2:18
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porque profiriendo discursos pomposos llenos de vanidad, atraen con el cebo de apetitos carnales de lujuria a los que poco antes habían huido de la compañía de los que profesan el error,
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