Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

bautizado

Mt 3:13 Por este tiempo vino Jesús de Galilea al Jordán en busca de Juan para ser de él bautizado.
Mt 3:14 Juan se resistía a ello, diciendo: Yo debo ser bautizado de ti, ¿y tú vienes a mí?
Mc 1:8 Yo os he bautizado con agua; mas él os bautizará con el Espíritu Santo.
Mc 10:38 Mas Jesús les replicó: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo voy a beber?; ¿o ser bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado?
Mc 10:39 Le respondieron: Sí que podemos. Pues tened por cierto, les dijo Jesús , que beberéis el cáliz y seréis bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado;
Lc 3:21 En el tiempo en que concurría todo el pueblo a recibir el bautismo , habiendo sido también Jesús bautizado, y estando en oración, sucedió el abrirse el cielo,
Lc 12:50 Con un bautismo tengo de ser yo bautizado: ¡oh y cómo traigo en prensa el corazón, mientras no lo veo cumplido!
Hech 2:38 A lo que Pedro les respondió: Haced penitencia, y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo;
Hech 8:13 Entonces creyó también el mismo Simón, y habiendo sido bautizado, seguía y acompañaba a Felipe. Y al ver los milagros y portentos grandísimos que se hacían, estaba atónito y lleno de asombro.
Hech 8:36 Siguiendo su camino, llegaron a un paraje en que había agua; y dijo el eunuco: Aquí hay agua: ¿qué impedimento hay para que yo sea bautizado?
Hech 9:18 Al momento cayeron de sus ojos unas como escamas, y recobró la vista; y levantándose fue bautizado.
Hech 11:16 Entonces me acordé de lo que decía el Señor: Juan a la verdad ha bautizado con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo.
I Cor 1:14 Ahora que sé esto doy gracias a Dios, de que a ninguno de vosotros he bautizado por mí mismo, sino a Crispo y a Cayo,
I Cor 1:16 Verdad es que bauticé también a la familia de Estéfanas; por lo demás, no me acuerdo haber bautizado a otro alguno que yo sepa.
I Tim 3:6 No sea neófito, o recién bautizado; porque hinchado de soberbia, no caiga en la misma condenación del diablo cuando cayó del cielo.