Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

asilo

Núm 35:6 De estas mismas ciudades que daréis a los levitas, seis serán destinadas para el asilo de los fugitivos, a fin de que se refugie en ellas quien derramare sangre humana; y sin contar éstas, habrá otras cuarenta y dos ciudades,
Núm 35:11 señalad las ciudades que deben ser asilo de los fugitivos que involuntariamente hayan derramado sangre humana;
Deut 19:12 los ancianos de la ciudad de él enviarán a sacarle del lugar de asilo; y prendiéndole le entregarán en mano del pariente del muerto, y se le quitará la vida.
Jos 20:3 para que sirvan de asilo a todo el que matare a un hombre sin querer; y pueda así evadir la cólera del que es pariente cercano del muerto, y quiere vengar su sangre.
Jos 21:38 De la tribu de Gad, las ciudades de asilo Ramot en Galaad, y Manaín,
Salm 17:3 El Señor es mi firme apoyo, mi asilo, y mi libertador. Mi Dios es mi socorro y en él esperaré. El es mi protector y mi poderosa salvación, y el amparo mío.
Salm 30:4 Porque tú eres mi fortaleza y mi asilo; y por honra de tu Nombre me guiarás y sustentarás.
Salm 31:7 Tú eres mi asilo en la tribulación que me tiene cercado: Tú, oh alegría mía, líbrame de los que me tienen rodeado.
Salm 58:18 ¡Oh protector mío!, a ti cantaré salmos; pues tú oh Dios, eres mi asilo; ¡Dios mío, misericordia mía!
Salm 70:3 Sé para mí un Dios protector, y un seguro asilo para ponerme a salvo, ya que tú eres mi fortaleza y mi refugio.
Salm 90:1 Alabanza y cántico de David. El que se acoge al asilo del Altísimo, descansará siempre bajo la protección del Dios del cielo.
Salm 90:9 ¡Oh! y cómo eres tú, ¡oh Señor, mi esperanza! Tú ¡oh justo! has escogido al Altísimo para asilo tuyo.
Salm 103:18 Los altos montes, sirven de asilo a los ciervos; los peñascos de madriguera a los erizos.
Salm 143:2 El es para conmigo la misma misericordia y el asilo mío, mi amparo y mi libertador; el protector mío, en quien tengo mi esperanza; el que somete mi pueblo a la autoridad mía.
Isa 16:4 Hospeda junto a ti mis hijos fugitivos. Se tú, ¡oh Moab!, su asilo contra el devastador, porque como el polvo está ya desvanecido, feneció por fin aquel desdichado, aterrado está el que hollaba la tierra.
II Mac 4:34 Por esta causa pasó Menelao a ver a Andrónico, y le rogó que hiciese matar a Onías; Andrónico fue a visitar a Onías; y habiéndole alargado su mano derecha, y jurándole que no le haría daño, le persuadió (a pesar de que Onías no se fiaba enteramente de él) a que saliese del asilo; mas al punto que salió, le quitó la vida, sin tener ningún miramiento a la justicia."