Deut 3:5
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Las ciudades todas estaban guarnecidas de muros altísimos, y con puertas, y trancas o rastrillos; sin contar los innumerables pueblos que no tenían murallas.
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I Rey 2:3
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Cesad, pues, de hablar con soberbia y jactancia; no uséis ya de aquel vuestro antiguo lenguaje, porque Dios, que todo lo sabe, él solo es el Señor, y él lleva a efecto sus altísimos designios.
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III Rey 8:27
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Mas en efecto: ¿es creíble que verdaderamente Dios ha de habitar sobre la tierra? Porque si ni los cielos, oh Señor, ni los altísimos cielos pueden abarcarte, ¿cuánto menos esta casa que yo he construido?
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Salm 35:7
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Como altísimos montes es grande tu justicia, abismo profundísimo tus juicios. A hombres y bestias conservas, ¡oh Señor!
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Salm 79:11
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Cubrió con su sombra los montes, y los altísimos cedros con sus sarmientos.
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Sab 17:18
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ya el recio estruendo de peñascos que se desgajaban, ya el correr de los animales, que andaban retozando, y a los cuales no divisaban, ya el fuerte alarido de las bestias que aullaban, ya el eco resonante en las concavidades de montes altísimos, los hacía desfallecer de espanto.
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Ecli 16:18
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He aquí que el cielo, y los altísimos cielos, y el profundo mar, y la tierra toda, y cuanto en ellos se contiene temblarán a una mirada suya.
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Ecli 24:7
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En los altísimos cielos puse yo mi morada, y el trono mío sobre una columna de nubes.
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Hab 3:6
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y el diablo delante de sus pies. Se paró, y midió la tierra. Echó una mirada y acabó con las naciones, y quedaron reducidos a polvo los altísimos montes. Se encorvaron los collados del mundo al pasar el Eterno.
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