II Rey 7:24
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Pues tú escogiste a Israel para que fuese para siempre tu pueblo; y tú, ¡ah Señor Dios!, quisiste hacerte su Dios.
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Isa 47:13
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Pero ¡ah! en medio de tus consejeros, tú te has perdido. Y si no, levántense y sálvente los agoreros del cielo, que contemplaban las estrellas y contaban los meses, para pronosticarte lo que te habría de acontecer.
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Jer 14:13
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Entonces dije yo: ¡Ah!, ¡ah! ¡Señor Dios mío! ¡Ah!, que los profetas les dicen: No temáis; no veréis vosotros la espada enemiga; ni habrá hambre entre vosotros; antes bien os concederá el Señor una paz verdadera en este lugar.
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Jer 17:9
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Pero ¡ah!, perverso y falaz es el corazón de todos los hombres, e impenetrable: ¿quién podrá conocerlo?
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Jer 22:18
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Por tanto esto dice el Señor de Joakim, hijo de Josías y rey de Judá: No lo llorarán los de su casa con aquellos lamentos: ¡Ay hermano mío!, ¡ay hermana mía!, ni los extraños gritarán: ¡Ah Señor!, ¡ah excelso rey!
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Jer 32:17
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¡Ah!, ¡ah! Señor Dios mío, bien veo que tú creaste el cielo y la tierra con tu gran poder y con tu brazo fuerte, ninguna cosa será jamás difícil para ti;
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Ezeq 4:14
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Entonces dije yo: ¡Ah, ah, Señor Dios! ¡Ah!, mira que mi alma no está contaminada, y desde mi infancia hasta ahora no he comido cosa mortecina, ni despedazada de fieras, ni jamás ha entrado en mi boca especie ninguna de carne inmunda.
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Ezeq 20:49
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Y dije yo: ¡Ah, ah, Señor Dios! ¡Ah!, esto dicen ellos de mí: ¿Acaso no son parábolas oscuras lo que éste profiere?
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