Jos 24:16
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Respondió el pueblo y dijo: Lejos de nosotros el abandonar al Señor y servir a dioses ajenos.
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Juec 9:11
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La cual les respondió: ¿Debo yo abandonar la dulzura y suavidad de mi fruto, por ir a ser superior entre los otros árboles?
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Juec 9:13
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La cual les respondió: Pues qué, ¿puedo yo abandonar mi vino, que alegra a Dios en los sacrificios, y a los hombres en los convites, a trueque de ser reina de los árboles?
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Jud 7:20
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Tú, Señor, pues eres piadoso, ten misericordia de nosotros o al menos castiga tú mismo nuestros delitos; mas no quieras abandonar en poder de un pueblo que no te conoce, a los que te honran y reconocen por su Dios;
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Salm 15:10
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Porque yo sé que no has de abandonar tú, oh Señor, mi alma en el sepulcro; ni permitirás que tu Santo experimente la corrupción.
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Salm 76:8
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¿Es posible, decía, que Dios nos haya de abandonar para siempre, o no haya de volver a sernos propicio?
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Salm 93:14
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Porque no ha de abandonar el Señor a su pueblo, ni dejar desamparada su heredad;
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Jer 9:2
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¿Quién me dará en la soledad una triste choza de caminantes, para abandonar a los de mi pueblo y apartarme de ellos? Pues todos son adúlteros o apóstatas de Dios, una gavilla de prevaricadores.
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I Mac 2:21
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Quiera Dios concedernos esta gracia. No nos es provechoso abandonar la ley y los preceptos de Dios.
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II Mac 5:11
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Pasadas así estas cosas, entró el rey en sospecha de que los judíos iban a abandonar la alianza que tenían con él; y así partiendo de Egipto lleno de furor, se apoderó de la ciudad a mano armada,
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II Mac 6:1
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De allí a poco tiempo envió el rey un senador de Antioquía, para que compeliese a los judíos a abandonar las leyes de su Dios y de sus padres,
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Hech 7:19
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Este príncipe, usando de una artificiosa malicia contra nuestra nación, persiguió a nuestros padres, hasta obligarlos a abandonar sus niños recién nacidos a fin de que no se propagasen.
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Hech 21:21
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Ahora, pues, éstos han oído decir que tú enseñas a los judíos que viven entre los gentiles, a abandonar a Moisés, diciéndoles que no deben circuncidar a sus hijos, ni seguir las antiguas costumbres.
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Heb 3:12
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Mirad, pues, hermanos, no haya en algunos de vosotros corazón maleado de incredulidad, hasta abandonar al Dios vivo;
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II Ped 2:21
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Por lo que mejor les fuera no haber conocido el camino de la justicia, que después de conocido volver atrás y abandonar la ley santa que se les había dado,
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