Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Samuel

Núm 34:20 de la tribu de Simeón, Samuel, hijo de Ammiud;
I Rey 1:20 Luego concibió Ana, y a su tiempo parió un hijo, a quien puso por nombre Samuel, por haberlo pedido fervorosamente al Señor.
I Rey 2:18 Entretanto el niño Samuel, revestido de un efod o sobrepelliz de lino, ejercía su ministerio en la presencia del Señor.
I Rey 2:21 En efecto, el Señor visitó a Ana, la cual concibió y parió tres hijos y dos hijas. Entretanto el niño Samuel iba haciéndose grande en la presencia del Señor.
I Rey 2:26 Entretanto el niño Samuel iba adelantando y creciendo, y era grato no menos al Señor que a los hombres.
I Rey 3:1 Entretanto el joven Samuel proseguía sirviendo al Señor bajo la dirección de Helí; y la palabra del Señor o revelación era rara, y por consiguiente, de mucha estima; no era común en aquellos días la profecía.
I Rey 3:3 y Samuel durmiendo junto a él en el templo del Señor, donde estaba el arca de Dios, he aquí que el Señor, antes que fuese apagada la lámpara de Dios o candelero de oro,
I Rey 3:4 llamó a Samuel; y respondiendo éste: Aquí estoy,
I Rey 3:5 corrió al punto a Helí, y le dijo: Heme aquí, pues me has llamado. Helí le dijo: No te he llamado, vuélvete a dormir. Se fue Samuel y se acostó de nuevo.
I Rey 3:6 Volvió el Señor por segunda vez a llamar a Samuel; y levantándose éste fue a Helí, y le dijo: Heme aquí, ya que me has llamado. Helí le respondió: Hijo mío, yo no te he llamado; vuélvete a dormir.
I Rey 3:7 Y es que Samuel no conocía todavía la voz del Señor, pues hasta entonces no le había sido revelada la palabra del Señor.
I Rey 3:8 Repitió el Señor y llamó por tercera vez a Samuel; el cual levantándose volvió a Helí,
I Rey 3:9 diciendo: Heme aquí, pues me has llamado. Con esto reconoció Helí que era el Señor quien llamaba al joven; y dijo a Samuel: Vete a dormir; y si te llamare otra vez, responderás: Hablad, oh Señor, que vuestro siervo os escucha. Volvió, pues, Samuel a su aposento, y se puso otra vez a dormir.
I Rey 3:9 diciendo: Heme aquí, pues me has llamado. Con esto reconoció Helí que era el Señor quien llamaba al joven; y dijo a Samuel: Vete a dormir; y si te llamare otra vez, responderás: Hablad, oh Señor, que vuestro siervo os escucha. Volvió, pues, Samuel a su aposento, y se puso otra vez a dormir.
I Rey 3:10 Vino entonces el Señor, y llegándose a Samuel, le llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! A lo que respondió Samuel: Hablad Señor que vuestro siervo os escucha.
I Rey 3:10 Vino entonces el Señor, y llegándose a Samuel, le llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! A lo que respondió Samuel: Hablad Señor que vuestro siervo os escucha.
I Rey 3:10 Vino entonces el Señor, y llegándose a Samuel, le llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! A lo que respondió Samuel: Hablad Señor que vuestro siervo os escucha.
I Rey 3:10 Vino entonces el Señor, y llegándose a Samuel, le llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! A lo que respondió Samuel: Hablad Señor que vuestro siervo os escucha.
I Rey 3:11 Y dijo el Señor a Samuel: Mira, yo voy a hacer una cosa en Israel, que a todo aquel que la oyere, le retiñirán de terror ambos oídos,
I Rey 3:15 Durmió después Samuel hasta la mañana, y a su tiempo abrió las puertas de la Casa del Señor; pero temía descubrir a Helí la visión.
I Rey 3:16 Lo llamó, pues, Helí, y le dijo: ¡Samuel, hijo mío! El cual respondió: Aquí estoy.
I Rey 3:18 Le manifestó, pues, Samuel, una por una todas las palabras, sin ocultarle nada; y Helí respondió: El es el Señor, haga lo que sea agradable a sus ojos.
I Rey 3:19 Samuel iba creciendo, y el Señor estaba con él, y de todas sus predicciones ni una siquiera dejó de verificarse.
I Rey 3:20 Con lo que conoció todo Israel, desde Dan hasta Bersabee, que Samuel era un verdadero profeta del Señor.
I Rey 3:21 Y el Señor prosiguió apareciéndosele en Silo, porque en Silo fue en donde se manifestó a Samuel la primera vez, conforme a la palabra del Señor. Y se cumplió cuanto dijo Samuel a todo el pueblo de Israel.
I Rey 3:21 Y el Señor prosiguió apareciéndosele en Silo, porque en Silo fue en donde se manifestó a Samuel la primera vez, conforme a la palabra del Señor. Y se cumplió cuanto dijo Samuel a todo el pueblo de Israel.
I Rey 7:3 Porque Samuel habló a toda la casa de Israel, diciéndole: Si de todo corazón os convertís al Señor, arrojad de en medio de vosotros los dioses ajenos, los Baales y los Astarot; y preparad vuestros corazones para el Señor, y servidle a él solo, y os libertará del poder de los filisteos.
I Rey 7:5 Dijo también Samuel: Convocad en Masfa a todo Israel, para que yo haga oración por vosotros al Señor.
I Rey 7:6 Se congregaron, pues, en Masfa, y sacaron agua y la derramaron en presencia del Señor, ayunando aquel día, y diciendo: Hemos pecado contra el Señor. Y Samuel ejerció allí en Masfa las funciones de juez de Israel.
I Rey 7:8 y dijeron a Samuel: No ceses de clamar por nosotros al Señor Dios nuestro, para que nos salve de las manos de los filisteos.
I Rey 7:9 Tomó Samuel un cordero de leche, y lo ofreció entero en holocausto al Señor; y clamó Samuel al Señor por Israel, y oyó el Señor sus ruegos.
I Rey 7:9 Tomó Samuel un cordero de leche, y lo ofreció entero en holocausto al Señor; y clamó Samuel al Señor por Israel, y oyó el Señor sus ruegos.
I Rey 7:10 En efecto, mientras Samuel ofrecía el holocausto, comenzaron los filisteos el combate contra Israel; mas el Señor tronó en aquel día con espantoso estruendo contra los filisteos, y los aterró de tal suerte, que fueron derrotados por Israel.
I Rey 7:12 Tomó, pues, Samuel una piedra, y la puso entre Masfa y Sen, y llamó aquel lugar Piedra del Socorro, diciendo: Hasta este lugar nos ha socorrido el Señor.
I Rey 7:13 Quedaron entonces humillados los filisteos, y ya no se atrevieron a venir más a las tierras de Israel. Así, pues, la mano del Señor se hizo sentir sobre los filisteos mientras vivió Samuel.
I Rey 7:14 Y fueron restituidas a Israel las ciudades que los filisteos le tenían usurpadas, desde Accarón hasta Get con sus términos; y libró Samuel a los israelitas de manos de los filisteos, y hubo paz entre Israel y el amorreo.
I Rey 7:15 Continuó, pues, Samuel siendo juez de Israel durante su vida;
I Rey 8:1 Mas como Samuel fuese ya viejo, sustituyó a sus hijos por jueces de Israel, a modo de tenientes suyos.
I Rey 8:3 Mas no siguieron las pisadas de su padre Samuel, sino que se dejaron arrastrar de la avaricia, recibiendo regalos y torciendo la justicia.
I Rey 8:4 Por lo que juntándose todos los ancianos de Israel, vinieron a Samuel que estaba en Rámata,
I Rey 8:6 Este lenguaje desagradó a Samuel, al oír que le decían: Constitúyenos un rey que nos gobierne. Con todo hizo oración y consultó al Señor;
I Rey 8:10 Refirió, pues, Samuel al pueblo que le había pedido rey todas las palabras del Señor,
I Rey 8:19 Pero el pueblo no quiso dar oídos a las razones de Samuel, sino que dijeron todos: No, no; habrá un rey sobre nosotros,
I Rey 8:21 Oyó Samuel todas las palabras del pueblo y las hizo presentes al Señor.
I Rey 8:22 Pero el Señor dijo a Samuel: Haz lo que te piden, y nómbrales un rey. Dijo, pues, Samuel a los ancianos de Israel: Váyase cada cual a su ciudad.
I Rey 8:22 Pero el Señor dijo a Samuel: Haz lo que te piden, y nómbrales un rey. Dijo, pues, Samuel a los ancianos de Israel: Váyase cada cual a su ciudad.
I Rey 9:14 Con esto subieron a la ciudad; y andando por ella, vieron a Samuel que venía hacia ellos para subir al lugar excelso.
I Rey 9:15 Es de saber que un día antes de la llegada de Saúl, el Señor le había revelado a Samuel secretamente, diciéndole:
I Rey 9:17 Y así fue, que luego que Samuel vio a Saúl, le dijo el Señor: Ese es el hombre de quien te hablé; ése reinará sobre mi pueblo.
I Rey 9:18 Se acercó, pues, Saúl a Samuel estando en medio de la puerta y le dijo: Te suplico me informes donde está la casa del vidente.