Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Nazaret

Mt 2:23 Y vino a morar en una ciudad llamada Nazaret; cumpliéndose de este modo el dicho de los profetas: Será llamado Nazareno.
Mt 4:13 Y dejando la ciudad de Nazaret, fue a morar en Cafarnaúm, ciudad marítima en los confines de Zabulón y Neftalí;
Mt 21:11 A lo que respondían las gentes: Este es Jesús , el profeta de Nazaret de Galilea.
Mt 26:71 Y saliendo él al pórtico, le miró otra criada, y dijo a los que allí estaban: Este también se hallaba con Jesús , el de Nazaret.
Mc 1:9 Por estos días fue cuando vino Jesús desde Nazaret, ciudad de Galilea, y Juan le bautizó en el Jordán.
Lc 1:26 Estando ya Isabel en su sexto mes, envió Dios al ángel Gabriel a Nazaret, ciudad de Galilea,
Lc 2:4 José, pues, como era de la casa y familia de David, vino desde Nazaret, ciudad de Galilea, a la ciudad de David llamada Betlehem o Belén, en Judea,
Lc 2:39 Y María y José con el niño Jesús , cumplidas todas las cosas ordenadas en la ley del Señor, regresaron a Galilea a su ciudad de Nazaret.
Lc 2:51 En seguida se fue con ellos, y vino a Nazaret, y les estaba sujeto. Y su madre conservaba todas estas cosas en su corazón.
Lc 4:16 Habiendo ido a Nazaret donde se había criado, entró, según su costumbre, el día de sábado en la sinagoga, y se levantó para encargarse de la leyenda e interpretación.
Jn 1:45 Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos encontrado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, y anunciaron los profetas, a Jesús de Nazaret, el hijo de José.
Jn 1:46 Le respondió Natanael: ¿Acaso de Nazaret puede salir cosa buena? Le dijo Felipe: Ven, y lo verás.
Hech 2:22 ¡Oh hijos de Israel!, escuchadme ahora: A Jesús de Nazaret, hombre autorizado por Dios a vuestros ojos, con los milagros, maravillas y prodigios que por medio de él ha hecho entre vosotros, como todos sabéis,
Hech 10:38 la manera con que Dios ungió con el Espíritu Santo y su virtud a Jesús de Nazaret; el cual ha ido haciendo beneficios por todas partes por donde ha pasado, y ha curado a todos los que estaban bajo la opresión del demonio, porque Dios estaba con él.