Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Naamán

Gen 46:21 Hijos de Benjamín: Bela, y Becol, y Asbel, y Gera, y Naamán, y Equi, y Ros, y Mofín, y Ofim y Ared.
IV Rey 5:1 Naamán, general de los ejércitos del rey de Siria, era un hombre de gran consideración y estima para con su amo; pues por su medio había el Señor salvado la Siria; y era un varón forzado y rico, pero leproso.
IV Rey 5:2 Habían salido de Siria guerrillas, y cautivado en tierra de Israel a una doncellita, que entró después a servir a la mujer de Naamán,
IV Rey 5:4 Oído que hubo esto Naamán, entró a ver a su señor, y le dio parte, diciendo: Esto ha dicho una doncella de tierra de Israel.
IV Rey 5:6 y entregó la carta al rey de Israel, escrita en estos términos: Por esta carta que recibirás sabrás que te he enviado a Naamán, mi criado, para que lo cures de su lepra.
IV Rey 5:9 Llegó, pues, Naamán con sus caballos y carrozas, y se paró a la puerta de la casa de Eliseo.
IV Rey 5:11 Indignado Naamán, se retiraba diciendo: Yo pensaba que él habría salido luego a recibirme, y que, puesto en pie, invocaría el nombre del Señor Dios suyo, y tocaría con su mano el lugar de la lepra, y me curaría.
IV Rey 5:17 Al fin dijo Naamán: Sea como tú quieres; pero te suplico que me permitas a mí, siervo tuyo, el llevarme la porción de tierra que cargan dos mulos; porque ya no sacrificará tu siervo de aquí adelante holocaustos ni víctimas a dioses ajenos, sino sólo al Señor.
IV Rey 5:19 Le respondió Eliseo: Vete en paz. Partió, pues, Naamán; y era entonces la mejor estación del año.
IV Rey 5:20 Giezi, sirviente del varón de Dios, dijo: Mi amo ha andado muy comedido con este Naamán de Siria, no queriendo aceptar nada de lo que le ha traído. Vive Dios que he de ir corriendo a alcanzarlo y sacar de él alguna cosa.
IV Rey 5:21 Echó, pues, a correr en seguimiento de Naamán; el cual viéndolo venir corriendo hacia sí, saltó luego del coche a su encuentro, y dijo: ¿Va todo bien?
IV Rey 5:23 Dijo Naamán: Mejor es que tomes dos talentos; y lo obligó a tomarlos; y poniendo y atando en dos talegos los dos talentos de plata y las dos mudas de vestidos, hizo que dos de sus siervos cargaran con ellos, y que los llevasen yendo delante de Giezi.
IV Rey 5:27 Pero también la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu descendencia para siempre. En efecto, salió Giezi de su presencia cubierto de lepra blanca como nieve.
I Par 8:4 con Abisué y Naamán, y Ahoé;
I Par 8:7 es a saber, Naamán, y Aquía, y Gera, el mismo que los trasladó; y de quien nacieron Oza y Ahiud.
Lc 4:27 Había asimismo muchos leprosos en Israel en tiempo del profeta Eliseo; y ninguno de ellos fue curado por este profeta, sino que lo fue Naamán, natural de Siria.